Ojalá no se quede en reuniones y fotos la problemática del José María Córdova

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EDITORIAL


Nuestro editorial para hoy lunes 3 de octubre tiene que ser sobre el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, Antioquia, que mucho ha tenido que esperar entre denuncias, situaciones, quejas y problemas para que por fin se empiece a mirar algún tipo de solución. Lamentablemente pareciera que esa pujanza y ese liderazgo del que tanto Antioquia se ha jactado durante toda la vida en los últimos 20 o 30 años ha quedado en el olvido porque el departamento y su ciudad principal Medellín ha demostrado que tiene que esperar a que todo colapse o no funcione para poder actuar, cosa que se le ha pegado de otras ciudades como Bogotá que al comportarse de esta manera terminó colapsada y difícilmente algún día tendrá una solución.

El aeropuerto de Rionegro no solamente tiene un gran error en su adn que es la forma de herradura que equívocamente diseñaron en sus inicios, y que luego hace unos doce años en una ampliación se creyó que era correcto seguir ampliando esa forma de herradura; no faltaría más que pretendan seguirla ampliando hasta que creen una U de eternos 20-25 kilómetros y hagan mucho más inviable la operación de este aeropuerto.

Este medio de comunicación tanto en radio como en internet ha hecho seguimiento minucioso a lo que está pasando con esta terminal aérea, que en vez de un aeropuerto se asemeja más a un aeródromo; opera más de 70 vuelos diarios, está por encima del 40 % en su capacidad comparado con el año 2019. Además, las filas para los controles de seguridad ni siquiera están funcionando, ahí empieza el primer gran problema de este aeropuerto.

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Las filas salen de la infraestructura estrecha de la terminal, los operadores de seguridad no alcanzan y de los dispositivos que tienen en dichos controles de seguridad solamente funcionan cinco o seis cuando tienen que operar a su máxima capacidad. Todo se ha quedado en planes, en ideas, en proyectos, en conversaciones y reuniones sin sentido como la que tuvo lugar el 1 de octubre, donde viene tanto el gerente de la ANI, el ministro de transporte, los alcaldes, el gobernador; esperamos que ahora sí salgo algo y no que quede en papeles, fotos y trinos.

El departamento de Antioquia necesita que se inicie rápidamente una remodelación no solamente de la actual infraestructura, sino construcción de una nueva terminal para el aeropuerto se tiene que revisar la concesión con Airplane, que ha tenido más errores que aciertos. Podríamos hablar del hueco en la pista de aterrizaje que afectó a más de 14.000 pasajeros, o el día que el avión de LAN tuvo un problema con su tren de aterrizaje y no había una grúa en este aeropuerto cuando era obligación traerla.

Seguiremos ampliando este editorial durante toda esta semana porque es un tema que realmente afecta la competitividad y la productividad del departamento de Antioquia.

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