Nuevos retos, grandes responsabilidades

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“Tenemos en frente nuestro un tablero en blanco, el 2021, un año que también deberemos afrontar con pandemia a bordo, al menos hasta que la vacuna sea una realidad.”


Por: Redacción 360 Radio

En un hecho sin precedentes, la Plenaria del Concejo de Bogotá eligió a tres mujeres para que conformen la mesa directiva de la Corporación para el año 2021 y me ha permitido ser Segunda Vicepresidenta, lo que me llena de orgullo y satisfacción por el deber cumplido, pues estamos demostrando que las mujeres podemos apropiarnos de nuestras luchas y ocupar puestos directivos, no por ser mujeres, sino por nuestras capacidades.

Indudablemente este año 2020 ha estado lleno de dificultades, pero está en nosotros quedarnos reprochando por lo que ya no fue y lo que pasó, o verlo como un año que nos trajo nuevas oportunidades y del cual podremos aprender para seguir adelante. 

Tenemos en frente nuestro un tablero en blanco, el 2021, un año que también deberemos afrontar con pandemia a bordo, al menos hasta que la vacuna sea una realidad. Con esto, aparecen nuevos retos que desde el Concejo de Bogotá deberemos afrontar y, por ende, a la próxima mesa directiva le corresponderá abordar. 

Los mencionados retos se pueden dividir en dos: 1. Los que corresponden al nivel interno de la Corporación y 2. Los que interesan a la ciudad en general. 

Respecto a los primeros podemos mencionar la necesidad de adelantar con el debido tiempo y transparencia el proceso de convocatoria pública para elección del próximo Contralor de Bogotá, el cual se deberá posesionar en febrero de 2022, pues el Acto Legislativo 4 de 2019, contempló la elección provisional del Contralor actual por 2 años, para luego evitar que la siguiente elección, para el periodo institucional de 4 años, coincidiera con la de los alcaldes.

Por otra parte, tendremos que realizar vigilancia y control sobre la ejecución del presupuesto en lo que corresponde a la construcción de obras e infraestructura pública, que son vitales para la ciudad, además de ser una fuente valiosa de empleo, entre ellas el metro, el corredor verde, las diferentes ciclovías, las URI`s, dos cárceles y los cables aéreos planeados.

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Una de las grandes discusiones que seguramente se dará el próximo año es la correspondiente a la modificación del POT, pues desde el 2013 se ha pretendido revisar y actualizar un Plan de Ordenamiento Territorial que vive hace más de 12 años, desde el 2000 y 2003, siendo compilado mediante el Decreto 190 de 2004. Es hora de lograr consensos políticos y desarrollar una ciudad policéntrica, que reparta mejor los usos del suelo, en donde las personas no salgan de la periferia para llegar al centro en la mañana y viceversa en la tarde, y en la cual todos entremos a laborar o estudiar a las mismas horas, una ciudad que responda a sus nuevas realidades.

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Finalmente, deberemos “atender la casa”, pues nos espera el gran reto de llevar a feliz término el proceso iniciado por la presente mesa directiva respecto a la modificación del Reglamento Interno del Concejo de Bogotá, el cual tiene, frente a varias disposiciones, vacíos jurídicos y otras ambigüedades. También, debemos seguir dándole visibilidad a la tarea de la Corporación, para que la ciudadanía sepa del compromiso que tenemos los cabildantes para con ellos y la ciudad.

Respecto a los segundos, nos espera la tarea de promover y garantizar un control político eficaz y una gestión normativa, que dé garantías a los diferentes sectores políticos, acorde a temas tan importantes como: 

Reactivación económica y social, para la cual la ciudad debe seguir fortaleciendo su sistema de salud y continuar implementando soluciones de movilidad que no pongan en disputa a los diferentes modos de transporte, pero que, sí incentive la movilidad activa y reparta de la mejor manera el espacio disponible, respetando a quienes quieran moverse en bicicleta, a pie, en bus o en vehículo particular. Para esto, acorde a los temas de reactivación económica, pues, aunque parezca repetitivo, este es y será, un tema central para la ciudad en el marco de la pandemia y postpandemia. Deberemos vigilar que los diferentes proyectos, programas y objetivos del Plan de Desarrollo se cumplan por medio de la ejecución transparente y oportuna de los recursos aprobados por el Cabildo Distrital, que para el 2021, ascienden a más de 20 billones de Pesos. 

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Pero no todo será control político, también deberemos, como concejales, generar iniciativas y apoyar las que presente la Administración en procura de atender los programas sociales y económicos, especialmente, los que estén enfocados a atender a la población más vulnerable de la ciudad. 

Otro tema es el sector salud, pues han sido muchos los efectos negativos que ha traído la pandemia en la salud de los habitantes de Bogotá, no solo afectando su salud física, sino también la mental (lo que se considera como la otra pandemia). Sobre esto venimos trabajando desde el primer día del nuevo periodo constitucional, antes de la Pandemia, promoviendo y firmando el “Pacto por la Salud Mental en Bogotá” durante el primer debate de este Concejo y radicando un Proyecto de Acuerdo que pretende establecer nuevos lineamientos para actualizar la política pública de salud mental y atenderla de forma integral para reducir su impacto negativo.

Asimismo, será fundamental que, luego de 3 años, la Administración implemente el Acuerdo que expidió el Concejo de Bogotá sobre la estrategia de Bogotá Productiva 24 Horas, pues esto redistribuye el uso de la infraestructura pública y permite que todos podamos realizar las diferentes actividades que mueven la economía.

Debemos seguir trabajando por cerrar las brechas que se evidenciaron con la pandemia: digitales, educativas, de género, laborales, sociales y económicas, por mencionar algunas. Bogotá no puede seguir siendo una de las ciudades más desiguales del país, se debe propender por garantizar, al menos en las proporciones mínimas, los diferentes servicios sociales a toda la población, para permitir su desarrollo y crecimiento.

Por último, la perspectiva de mujer se tomará la mesa directiva del Concejo de Bogotá, estaremos a la altura para dar garantías a todos los sectores políticos y continuar afrontando la “nueva realidad” en uno de los años mas retadores para la ciudad.

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