La tensión social y económica vuelve a encenderse en Norte de Santander. Desde la noche del domingo, centenares de mineros, carboneros y transportadores mantienen bloqueada la vía principal que une a Cúcuta con el municipio de El Zulia, justo en el acceso al corregimiento de Urimaco. El bloqueo, intermitente pero constante, se ha convertido en un punto de quiebre para el comercio regional y la movilidad local.
La medida de presión surge como respuesta a una serie de decisiones fiscales adoptadas por el Gobierno Nacional que, según los manifestantes, han puesto al borde del colapso a uno de los sectores económicos más relevantes del departamento: la cadena productiva del carbón.
Por qué es importante: El detonante del paro fue la reciente modificación del régimen tributario. Las tarifas impositivas para los transportadores aumentaron del 1.1% al 3.5%, mientras que los mineros vieron subir su carga del 2.5% al 4.5%. A este ajuste se suma la caída sostenida del precio del carbón en los mercados nacionales e internacionales, una combinación que, en palabras de los protestantes, hace inviable la continuidad de sus operaciones.
“El precio no alcanza ni para cubrir los costos básicos. No podemos pagar seguridad social, ni seguros de vehículos. Trabajamos a pérdida”, aseguró uno de los voceros del gremio, visiblemente preocupado por la situación.
En una región donde el 60% de la actividad económica depende directa o indirectamente del carbón, las consecuencias de esta crisis ya se sienten más allá del tajo minero. Supermercados, estaciones de servicio, talleres, comercios locales y el sistema de transporte público han empezado a resentir el freno de la actividad minera y transportadora.
Carboneros y mineros bloquean vía en Norte de Santander por alza tributaria y desplome del carbón
Detalles: El gremio exige la instalación inmediata de una mesa de concertación con representantes del alto gobierno, con el fin de revisar las recientes decisiones tributarias y buscar una salida a la crisis. Denuncian que las medidas se tomaron sin consultar al sector, lo cual consideran injusto y desproporcionado.
“No estamos pidiendo favores. Queremos ser escuchados. No se puede tomar decisiones desde un escritorio sin conocer la realidad de este territorio”, reclamó otro líder del movimiento.
La movilización ha sido organizada de forma tal que se permite el paso de vehículos cada hora, y se mantiene habilitado un corredor humanitario para ambulancias, enfermos y situaciones de emergencia. Sin embargo, el bloqueo ha generado largas filas, demoras y molestias tanto para transportadores particulares como para comerciantes que dependen de esta vía para sus actividades diarias.
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