El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia aumentó un 2,1% en el segundo trimestre de 2025 respecto al mismo periodo de 2024. Aunque el dato muestra una economía en expansión, el crecimiento se mantiene en niveles moderados y con marcadas diferencias entre sectores productivos.
En comparación con el primer trimestre del año, el PIB de Colombia registró un aumento del 0,5% en su serie ajustada por estacionalidad y calendario. El balance semestral ubica el crecimiento acumulado en 2,4%, lo que, si bien evita una desaceleración pronunciada, no alcanza para disipar las dudas sobre la capacidad del país para acelerar su economía en el corto plazo.
Las actividades que más contribuyeron al avance fueron el comercio al por mayor y al por menor, transporte, alojamiento y servicios de comida, con un repunte del 5,6% que aportó 1,1 puntos porcentuales al resultado global. También se destacaron la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con un alza del 3,8%, y el conjunto de administración pública, defensa, educación y salud, que creció un 1,8%.
Sin embargo, la minería sigue siendo el gran lastre: la explotación de minas y canteras se contrajo un 10,2% en el trimestre, y la construcción cayó un 3,5%, reflejando un debilitamiento estructural en dos sectores clave para la inversión y el empleo.
Desempeño desigual en el PIB de Colombia por sectores
El informe del DANE revela una economía con contrastes marcados. Mientras actividades como información y comunicaciones crecieron 3%, y las manufacturas apenas un 0,9%, otros segmentos productivos retrocedieron de forma preocupante.
En la comparación trimestral, la información y comunicaciones lideró con un avance del 2,3%, seguida por la agricultura (+1,5%) y las manufacturas (+1%). En el otro extremo, las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación se desplomaron un 2,4%, y la minería sufrió una caída del 5,1% frente al trimestre previo.
Por el lado del gasto, el PIB de Colombia se vio impulsado principalmente por el consumo final (+3,8%) y la formación bruta de capital (+6,4%), reflejando un dinamismo moderado en la demanda interna. No obstante, el comercio exterior jugó en contra: las exportaciones disminuyeron un 1,6% en el trimestre, mientras las importaciones se dispararon un 9,7%, ampliando el déficit comercial.
En términos semestrales, el consumo final mantuvo un ritmo constante de 3,8% y la inversión creció un 7,3%, aunque las importaciones (+10,7%) continuaron superando el crecimiento de las exportaciones (+0,7%), una tendencia que presiona la balanza de pagos.
Más allá del dato: el reto de sostener el crecimiento
El avance del PIB de Colombia en 2025 ocurre en un contexto de volatilidad global, tasas de interés todavía elevadas y un mercado laboral que, aunque estable, no ha mostrado mejoras sustanciales en la calidad del empleo.
Los analistas advierten que, si bien el comercio y el consumo interno son hoy los motores más visibles, la caída de la minería y la construcción podría restar capacidad de recuperación en el mediano plazo. Además, el repunte de las importaciones frente a las exportaciones plantea un riesgo para el equilibrio externo, que podría acentuarse si no hay una mejora significativa en la competitividad y en la diversificación de la oferta exportadora.