Según Jenifer Pedraza, líder estudiantil de la Universidad Nacional: “El 90% de las personas que arrastran deudas con el Icetex son estratos 1, 2 y 3”.
Por: Redacción 360 Radio
El sueño de casi todos los seres humanos es conseguir su buen vivir, pero ¿Cómo se puede cumplir ese sueño si para millones de personas en el mundo la única opción es un crédito estudiantil? Esa fue una de las preguntas que le hizo una mujer al presidente de Estados Unidos Joe Biden algunas semanas atrás.
El actual presidente de Estados Unidos prometió durante su campaña reducir la deuda estudiantil por el equivalente de 10.000 dólares anualmente por persona a empleados públicos.
En un reciente artículo publicado en Bloomberg, se critica la pertinencia de esta política para generar progreso en la sociedad y reducir la brecha salarial existente en el país, especialmente en relación con la desigualdad que enfrentan comunidades menos privilegiadas como podrían ser las personas de color.
Durante 2016, las familias blancas de media en EE. UU tenían ingresos anuales de hasta $171.000, mientras que para las familias hispánicas y afro eran $17,600 y $20,700 respectivamente.
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Basados en estudios que se realizaron en el país, los autores sugieren que la reducción de la brecha no se vería afectada fuertemente por la cancelación de esas deudas; según estudios contrapuestos, aseguran que la cancelación de deudas se debe hacer particularmente con base en la posición de las familias dentro de la sociedad.
En Estados Unidos, entre 2004 y 2012 el porcentaje de deuda universitaria que poseían los menores de 25 años pasó de 25% a casi el 45%.
Mientras tanto, en Colombia, iniciando el 2019, Jennifer Pedraza, líder estudiantil de la Universidad Nacional, dijo en RCN Radio que “el 90% de las personas endeudadas con el Icetex son estratos 1, 2 y 3”.
Lo que habla de la situación de estratificación para el acceso a la educación superior que se vive también en Colombia.
Cuando se nombra este debate en la economía estadounidense, algunos expertos señalan que la cancelación de deudas estudiantiles supondría un impulso para la economía porque cientos de graduados dejarían de pagar mes tras mes montos que serían invertidos en otros sectores.
Una encuesta realizada en el país para más de 1000 americanos entre 22 y 35 años encontró que el 61% de los millenials han retrasado la compra de casas porque deben encarar deudas de préstamos estudiantiles.