Poor Things: una cuestión moral

Poor Things es un homenaje a la condición humana.

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El camino hacía el autodescubrimiento es un salto al vacío enmarcado por una apuesta deliberada por la libertad. Se trata de dejarlo todo por entender qué somos, alejados de los moldes en los que se encasillan los caminos convencionales. Es surgir, de manera independiente, en defensa de la identidad que buscamos construir.

Poor Things cuenta la historia de Bella Baxter, interpretada por Emma Stone, una mujer con una mente infantil encerrada en el cuerpo de una adulta, que es vigilada por el científico Godwin Baxter -Willem Dafoe-, quien actúa como su padre y su dios, administrando su vida, alejándola del mundo exterior.

El inicio de la película es incómodo. Con un plano de grises inicial consiguen que el espectador se sienta perdido. Aparecen perros con cuerpo de pato mientras la protagonista se orina luego de tocar el piano con los pies. La estética de los personajes iniciales es llamativa y la música aparece como truenos en una tormenta de violines ahogados. Es un desastre. Pero ahí está la magia.

Bella Baxter no sigue los planes de su Godwin, su dios, su padre. Ella queda encantada con la visita de un abogado llamado Duncan Wedderburn -Mark Ruffalo-, quien a su vez es la representación de los prejuicios sociales con vestimenta decorosa y modales impecables con los que camufla toda la debilidad masculina que lo caracteriza. Duncan aparece como un don juan que promete todo menos fidelidad, pero termina por enterarse de sus flaquezas al explotar en colera cada vez que Bella Baxter apuesta por su propia libertad, y no por ser la sombra de un hombre más.

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Poco más se puede contar sin dañar la historia para los que no la conocen. Sin embargo, el viaje realizado entre Duncan Wedderburn y Bella Baxter es mucho más que una simple sucesión de imágenes. Es un encuentro de dos ideales divergentes. Por un lado, está Duncan intentando encajar en todos los rubros sociales posibles, mientras Bella rechaza los planos convencionales en defensa de sus ideales, bailando sin saber bailar, comiendo sin entender de comidas y confiando en la bondad ajena en cada uno de sus pasos.

El viaje de Bella y Duncan avanza en medio de controversias que los llevan a perderlo todo. En este punto la mentalidad de Bella Baxter cambia, así como su realidad, ya no es una niña que se asombra con todo, crea su propio criterio e incluso desarrolla un humor ingenioso que deja en ridículo el machismo de los personajes que la rodean. Cuando lo pierde todo decide quedarse en París, ejerciendo el trabajo más antiguo de la historia luego de que es acogida en un burdel de mala muerte.

Poor Things es un homenaje a la condición humana. El éxito del filme está en seguir la evolución de Bella, registrando su paso de niña a adolescente caprichosa, convencida de que puede cambiar el mundo luchando contra la desigualdad y la maldad. Para luego, cuando conoce la desdicha, convertirse en una mujer con convicciones, consciente de los atropellos que trae la vida, pero dispuesta a vivir, sin importar las condiciones que aparezcan en su camino.

Las escenas con aparición de desnudos y encuentros sexuales son una constante, pero estas imágenes no deben confundirse con la finalidad de la película. Si bien la prostitución es uno de los temas más sensibles que aborda Poor Things, sería insensato señalar que este es el tema principal. La lucha de Bella por sobrevivir y reconocerse como mujer va más allá de su etapa como prostituta, este momento de su vida aparece como una realidad que afronta para conseguir una solución a los problemas que la asfixian, alejándola del mundo ideal en el que vivía al principio de la historia.

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Poor Things consigue desenvolver un alma inocente en un mundo cargado de intenciones maliciosas, desnudando la naturaleza humana e invitando a hacer preguntas incomodas que expongan los límites de la moralidad. Esta película tiene la virtud de abordar temas difíciles como la existencia, la felicidad y el sinsentido de la vida bajo un humor que revela el absurdo detrás de todas estas cuestiones, retando la comodidad de los espectadores con la historia de una mujer creada por un científico loco.

Es una propuesta diferente, con momentos incomodos y una estética original. La historia es una lucha constante por el autodescubrimiento que pone en entredicho la moralidad de los personajes, evidenciando el crecimiento de Bella Baxter, y enfrentándola con un mundo indiferente que parece renovarse con cada acontecimiento que vemos en pantalla.

Orlando David Buelvas Dajud
X: @orlandobuelvasd

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