Es mejor que se prepare para que las protestas sociales se disparen aun en medio del pavor a la pandemia.
Por: Cecilia López
Por fin tiene una clara explicación esta entrega total de los gremios al gobierno Duque, que ha llegado a extremos de hacer descaradamente política a su favor o mejor en contra de sus opositores. Las cifras no mienten y en este caso son absolutamente claras.
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Cuando la economía colombiana crecía muy por encima del promedio de América Latina, 2,7% en 2018 y 3,3% en 2019, y la región registraba 1,2% y 1,3% respectivamente, en Colombia 660.000 nuevas personas caían en la pobreza. Es decir, estaban viviendo con menos de 327.000 pesos mensuales.
La conclusión es obvia: “Si la economía crece y aumentan los pobres, es porque algunos pocos se quedan con los beneficios del crecimiento». Y adivinen quienes son, los mismos que defienden los gremios de los grandes productores.
No solo Colombia tiene una bomba social sobre la cual el gobierno no ha dicho nada, sino que lo más grave es que se agravó la concentración del ingreso. Esa injusticia que nos ha venido convirtiendo en uno de los países más desiguales dentro de los desiguales. Recuerden que estamos en la región del Planeta más inequitativa del mundo.
Pero en esto no termina esta dolorosa realidad. Estas cifras son antes de la pandemia y los cálculos de lo que está sucediendo actualmente son aterradores. Y de nuevo el gobierno no dice nada.
Para Fedesarrollo podemos estar llegando a la mitad de los colombianos en situación de pobreza y para Garay y Espitia podemos llegar al 60% de pobreza es decir prácticamente no ya la mitad sino a cerca de 2/3 de la población que puede estar cayendo en esta situación.
Es hora de hacerle al director de Planeación Nacional esta pregunta: Si una persona pobre es aquella que vive con menos de $327.000 pesos al mes, por qué el gobierno Duque le están dando a los vulnerables, ese grupo que se consideraba había superado la anterior línea de pobreza, ¿solo $160.000 pesos mensuales? Cómo pueden dormir tranquilos y más aún, hacer alarde de esos apoyos que además supuestamente les llegan a 3 millones de personas, cuando en realidad quienes requieren ayudas del Estado para comer y tratar de sobrevivir pueden ser 20 millones. Aun si se consideran los que reciben Transferencias Condicionadas, millones, óigase bien millones, no están recibiendo ningún apoyo estatal en medio de esta crisis.
Se les cayó el argumento a los economistas ortodoxos que llevan una década mostrando la reducción de la pobreza como el gran éxito de sus políticas macroeconómicas, pero también sociales.
Colombia no puede seguir presumiendo de ser la cuarta economía de América Latina y un país de ingreso medio, con esta vergüenza de ser muchísimo más pobre que muchos de nuestros vecinos en la región. O el gobierno arranca ya con un programa de emergencia, empleo y subsidios, o es mejor que se prepare para que las protestas sociales se disparen aun en medio del pavor a la pandemia. Lo han dicho muchos, el hambre también mata.