El departamento de Antioquia tiene unas particularidades complejas de analizar pero a la vez muy profundas. Esto relacionado, obviamente, con ser la más grande fortaleza de lo que es llamado uribismo o bajo el partido Centro Democrático.
Es histórico, por lo menos en las tres últimas votaciones, que más de dos millones de antioqueños vayan a las urnas y en esta ocasión solo asistieron cerca de un 1’250.000 personas. Fácilmente, un millón de personas se quedaron en la casa y decidieron no apoyar la consulta anticorrupción.
Aunque algunas han intentando darle un manejo cruento, tratando de tildar al departamento de corrupto y que acolita los políticos bandidos, tiene tanto de largo como de ancho.
Primero, la centro – izquierda ha cosechado una relación difícil de llevar con el departamento de Antioquia: Gustavo Petro ha hablado mal de Antioquia, Claudia ha hablado mal de Antioquia, entre otros líderes políticos que estaban en esa consulta que siempre la han cargado contra el departamento en distintos procesos, desde Belén de Bajirá hasta en plenas campañas políticas y eso ha calado, y hay personas que por el simple hecho de que esos líderes estuviesen jalonando la consulta, no iban a votar.
También se le suma que Antioquia ha sido uno de los departamentos más avanzados en cultura política, y buena parte entendió que la consulta poco o nada cambiaba en el país y que se trataba más, según ellos, de un despilfarro de las finanzas públicas.
En tal virtud, hizo mucho eco en las últimas semanas distintas intervenciones de abogados, expertos en la materia, que decían que era un completo absurdo votar la consulta anticorrupción y caló de manera profunda. Además la campaña no llegó al Antioquia, pues se quedó en Bogotá y eso afecto notablemente la votación en el departamento.
Sin embargo, es resaltable que ese 1’200.000 personas hubiesen salido a votar libre y espontáneamente. Es destacable en un departamento como Antioquia ese número de votos, y aunque no fue el departamento que más perjudicó que la consulta no llegara al umbral, si fue uno de los más notorios porque es un departamento político 100%.
Es a la vez un territorio difícil de entender. Es un territorio que pasa cuentas de cobro a quienes elige si no cumplen con lo que prometieron. Que se encarga de vetar indirectamente nombres como el de Claudia López y el de Gustavo Petro, tal y como se dijo anteriormente, por lo cual hacer política en Medellín, y en general en todo el Área Metropolitana, se vuelve casi una tarea épica para quienes no pertenecen a la corriente uribista.