La historia del Aeropuerto de Cali, también conocido como Alfonso Bonilla Aragón, entra en una nueva etapa. Desde el 1 de septiembre de 2025, la terminal ubicada en Palmira dejó atrás un cuarto de siglo bajo concesión privada y pasó a ser operada directamente por la Aeronáutica Civil de Colombia. El cambio busca asegurar la estabilidad en el servicio mientras la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) avanza en el diseño de una nueva concesión para el futuro.
La transición no es menor. Durante 25 años, la empresa Aerocali S.A. administró esta terminal, considerada la puerta de entrada del suroccidente colombiano al mundo. Ahora, el Estado toma las riendas de manera temporal, con el compromiso de mantener los estándares alcanzados y trabajar por mejoras urgentes en infraestructura, seguridad y atención a pasajeros.
Aeropuerto de Cali: entre la transición y la inversión pública
La operación pública del Aeropuerto de Cali llega con un plan de inversión que, de acuerdo con la Aerocivil, oscila entre los $44.908 millones para los primeros ocho meses y hasta $90.000 millones si la administración se extiende a 11 meses. Los recursos se destinarán a áreas críticas: mantenimiento de pistas, plataformas y bandas transportadoras, sistemas electromecánicos, tecnología, energía, servicios ambientales y sanitarios.
El objetivo es claro: que la transición no afecte el día a día de los pasajeros ni de las aerolíneas. Por eso, la Aerocivil garantizó la continuidad de los contratos de servicios esenciales y del personal que venía trabajando con el concesionario privado. Seguridad aeroportuaria, atención médica, control de fauna, mantenimiento de infraestructura y los equipos de salvamento y extinción de incendios (SEI) seguirán funcionando sin interrupciones.
El director general de la Aeronáutica Civil, brigadier general (r) José Henry Pinto Rodríguez, aseguró que la prioridad será mantener la seguridad operacional: “Lo más importante de esta transición es entregar certeza a todos los usuarios de que cada despegue y aterrizaje son nuestra prioridad. Queremos que cada pasajero viaje con tranquilidad y que el aeropuerto siga siendo un motor para el turismo, la industria y el comercio de la región”, afirmó.
Más personal y estrategia espejo
Para asumir el reto, la Aerocivil dispuso un equipo de 122 funcionarios misionales en el Aeropuerto de Cali. Entre ellos se destacan 58 controladores de tránsito aéreo y 45 bomberos aeronáuticos, además de personal especializado en seguridad y mantenimiento. También se implementó la estrategia de “Operación Espejo”, que consiste en un Puesto de Mando Avanzado desde donde se supervisa, en tiempo real, que no haya riesgos imprevistos y que la operación se mantenga estable.
Otro punto clave de la transición fue la cesión de más de 160 contratos comerciales y de arrendamiento, además de acuerdos con instituciones del Estado como la DIAN, Migración Colombia, la Policía Aeroportuaria y la CVC. Esto garantiza que los servicios de control, vigilancia y trámites migratorios no sufran alteraciones.
Un aeropuerto estratégico para el suroccidente
El Aeropuerto de Cali moviliza millones de pasajeros al año y conecta a la región con destinos nacionales e internacionales. Su ubicación estratégica lo convierte en un punto vital para la economía del Valle del Cauca y departamentos vecinos. Con esta operación pública, la Aerocivil busca no solo mantener la conectividad, sino también dar un respiro mientras se define el modelo de concesión que lo administrará en el futuro.
La entidad recuerda que no parte de cero. Su experiencia de más de 100 años en aviación civil y la administración actual de más de 70 aeropuertos y aeródromos en Colombia le da herramientas para enfrentar el reto. Sin embargo, la expectativa está en que esta gestión pública logre atender las necesidades inmediatas sin frenar el desarrollo a largo plazo.
El desafío, en últimas, será demostrar que un modelo estatal puede responder con eficiencia a la magnitud de un aeropuerto internacional, mientras el país espera una nueva concesión que le dé sostenibilidad en el tiempo. Lo cierto es que, desde hoy, el Aeropuerto de Cali opera bajo un nuevo esquema que marcará el rumbo de la aviación en el suroccidente colombiano.