Posibles escenarios si gana Petro y Francia

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Posibles escenarios si gana Petro y Francia: «Ojalá tuvieran la madurez de aceptar que en democracia se gana y se pierde. Nosotros, los nadie, los desarrapados, los zarrapastrosos llevamos 200 años aguantando, perdiendo. Ya nos toca. Y no los queremos más…»  


Por: Wilmar Vera Zapata

Tres escenarios pueden ocurrir de aquí a la posesión presidencial en caso de que, como dicen las encuestas y la percepción en la calle, Colombia tenga el primer presidente progresista de su historia. Un momento coyuntural, toda vez que, desde Gaitán, Rojas Pinilla o Galán, un candidato por fuera de los partidos tradicionales puede ser elegido por voto popular (a pesar de la propaganda negra, los ataques en territorios, la masiva compra de votos, los paros armados, la corrupción rampante y las amenazas de muerte) en esta democracia “perfecta”.

  1. Alegan fraude. Ya el Andrés Lolito Pastrana, su aliado el expresi (dente, diario) eterno y varios funcionarios y propagandistas áulicos están posicionando la narrativa de que el Registrador uribista, colocado por el clan que apoya al uribismo, cercano al subpresidente del partido de gobierno y premiado como el mejor funcionario uribista, le trabaja al Progresismo.
    Desde antes de las elecciones Legislativas los expresidentes repiten de forma calculada que la oposición en Colombia se auto escondió casi un millón de votos y al develar la trampa es prueba de que manejan la Registraduría.

Lo grave es que nos estamos enfrentando al mismo discurso de Trump (no en vano CD y la derecha medieval actúan igual y se complacen mutuamente) y es posible que ese domingo no conozcamos el resultado para sembrar el manto de duda y levantarse la falsa bandera de que Gustavo Petro hizo trampa.

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Con el apoyo de los líderes fachos de Vox, Trump, Bolsonaro y los medios afines con ellos dejarían el manto de duda, como cuando Pastrana sacó los casetes del apoyo del cártel de Cali a Ernesto Samper, lo que generó la crisis institucional y un vacío de gobierno que aún carga ese expresidente progresista. Y eso que los Rodríguez Orejuela denunciaron que también apoyaron al candidato conservador, pero como en los viajes a la isla de Epstein, a Lolito se le olvida ese detalle.

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Foto: Gustavo Petro y Francia Márquez. Redes
  • El magnicidio. Colombia tiene una larga historia de asesinatos políticos. El señalamiento con láser a la candidata a la vicepresidencia Francia Márquez puede verse como un adelanto de un plan para asesinarlos. Ya el inexistente Clan del Golfo con su brazo armado en Pereira, La Cordillera, dio muestras que pueden actuar con complicidad del narco Estado y que la llegada del progresismo es una amenaza para las mafias nacionales e internacionales, que llevan más de 50 años conviviendo impunemente.

De ocurrir un ataque a la dupla presidencial, Colombia se sumiría en un caos terrible, donde tal vez la violencia del Paro Nacional del año pasado sea un juego de niños ante la reacción aireada del pueblo por ver -una vez más- truncada la esperanza.

Los dueños del poder, sabedores que perderán privilegios y enfrentarse a la cárcel, harían lo que sea. Ya llenaron de vallas las carreteras y de acuerdo con múltiples denuncias $200 mil millones pusieron para comprar votos en estas elecciones. Matar no está fuera de su alcance (candidatos, presidentes como el de Haití o hasta fiscales internacionales).

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  • Dejarlo posesionar y hacer invivible el gobierno. Lo hizo el filonazi y racista Laureano Gómez y sus émulos del CD conocen el libreto. Además de entregar un país quebrado y fragmentado, un gobierno no uribista tendría la tarea de exponer la verdadera dimensión de la rapiña en dos décadas y ahí el palo no está para cucharas ni grandes avances.
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Reconstruir al país implica un esfuerzo grande por recobrar la institucionalidad, sanear las finanzas y perseguir a los ladrones de cuello blanco que ven en el presupuesto nacional su cuota natural por ser gente de bien, muy maja, muy estrato 6. Cambiar esa mentalidad no será fácil y será una tarea de años, como el desnazificar a Colombia de la cultura traqueta que nos dejaría el uribismo, ojalá pronto sepultado en las urnas.

Tal vez soñar no cueste nada. La historia demuestra que, si algo puede empeorar en este país del Sagrado Corazón de Jesús, empeorará. Un golpe de estado no conviene porque a Biden no le interesa abrir otro frente de batalla y crisis hemisférica sin solucionar la expansión imperialista de Putin, ante la expansión imperialista de la Otan. Ojalá tuvieran la madurez de aceptar que en democracia se gana y se pierde. Nosotros, los nadie, los desarrapados, los zarrapastrosos llevamos 200 años aguantando, perdiendo. Ya nos toca. Y no los queremos más.  

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