PorkColombia, en la industria porcícola nacional, implementa estrategias para fomentar el consumo de carne de cerdo en el país. El presidente de la empresa tiene perspectivas optimistas para el sector en 2024.
360 Revista: ¿Cómo ha sido el desempeño de la industria porcícola del país en 2023?
Jeffrey Fajardo: Este sector continúa impulsando el crecimiento del agro colombiano, probablemente somos uno de los sectores de mayor crecimiento en el país. Esperamos cerrar el año triplicando y duplicando el crecimiento de la economía, proyectando un crecimiento del 5 % en beneficio porcícola y un 6 % en producción, alcanzando alrededor de 5.7 millones de cabezas beneficiadas y cerca de 580,000 toneladas.
Además, hemos enfrentado factores externos que nos han favorecido —como lo fue el índice de crecimiento sostenido que significa generar un jalonamiento a la industria— sino también a nivel global. Un ejemplo es la recuperación económica de China, que ha reducido la importación de carne de cerdo. Esto se traduce en un crecimiento sostenido y un aumento en la producción nacional, y eso ha dado un margen de crecimiento que no hubiéramos tenido si no hubieran representado una disminución en sus indicadores.
360 Revista: ¿Cómo lograr seguir manteniendo ese balance que hasta ahora ha tenido la industria porcícola en el país y que las importaciones de carne de cerdo no sigan teniendo un crecimiento en Colombia?
Jeffrey Fajardo: En PorkColombia estamos implementando una estrategia arremetedora de comercialización con el objetivo de asegurar al menos el 80 % de la participación en la industria porcícola colombiana para la próxima década. La proyección para 2030 es que el consumo de carne en Colombia alcance los 20 kilos por persona anuales, con un 80 % proveniente de la producción nacional, considerando el crecimiento anticipado del país.
La empresa busca transformar a los porcicultores en competidores directos en un mercado dominado por importadores que suministran al canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafés). La estrategia incluye convertirse en proveedores para estos compradores y establecer vínculos con las grandes superficies.
Desde mi llegada a la presidencia de PorkColombia, iniciamos un proceso de codificación de los porcicultores colombianos al sentarnos con las principales superficies. El objetivo era que reemplazaran y sustituyeran las importaciones de carne de cerdo. Este proceso ha resultado muy exitoso. Hemos logrado sacar a una de las superficies más grandes, que antes se ubicaba como el cuarto importador de carne de cerdo en el país, y hoy ya no figura ni siquiera en el Top 20.
El éxito de esta estrategia radica en la sustitución de una parte considerable de la producción con productos nacionales. Esto requirió que los productores colombianos se adaptaran a las demandas del mercado de las grandes superficies. Actualmente, estamos llevando a cabo un despliegue similar con otras importantes superficies que tienen un papel significativo en las importaciones, con el fin de abarcar esa porción del mercado.
Estas estrategias han sido cruciales para nuestro crecimiento. Si no hubiéramos establecido una estrategia específica para la sustitución de importaciones, la porcicultura habría enfrentado los mismos desafíos que muchos otros sectores. No solo en el contexto de la apertura económica de los años 90, sino también debido a la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos.
Otros sectores no evaluaron adecuadamente el riesgo asociado con las importaciones, lo que resultó en su desaparición o una disminución significativa en su participación en la producción nacional. Por lo tanto, nuestra estrategia de comercialización se convierte en el camino a través del cual intentaremos preservar la proporción que actualmente tenemos en el mercado nacional.
Estas estrategias han permitido un crecimiento destacado en la porcicultura, evitando el destino de otros sectores que desaparecieron tras la apertura de los años 90 y el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos. La estrategia de comercialización se ha convertido en la defensa clave para preservar la posición de PorkColombia en el mercado nacional.
Proyecciones para 2024
360 Revista: ¿Cuál es la proyección de PorkColombia para el 2024?
Jeffrey Fajardo: Este año, cerraremos con un crecimiento ligeramente superior al 5 %, lo cual estaba dentro de nuestras proyecciones. Hemos mejorado significativamente los mecanismos utilizados para estas predicciones. Antes de fortalecer el área económica de PorkColombia, nuestras proyecciones eran más rudimentarias. Analizábamos el comportamiento del mercado y del sector en los últimos cinco o seis años, creando un modelo que cumplía con las proyecciones, pero no de manera precisa.
Actualmente, en PorkColombia empleamos nueve modelos econométricos altamente sofisticados. Estos modelos nos permiten ser mucho más precisos, ya que no solo contemplan las posibilidades de crecimiento intrasectorial, es decir, la expansión de la capacidad productiva en madres y la importación genética, sino que también monitorean e incorporan factores como el crecimiento de la economía colombiana. Además, evaluamos qué se espera que suceda en el mercado chino, el principal importador, así como en los cinco principales importadores mundiales. También analizamos las expectativas de crecimiento de la capacidad adquisitiva de los colombianos, ya que sabemos que la carne de cerdo se vende solo si los compradores tienen la capacidad de adquirirla. En resumen, estos modelos son más complejos y nos permiten acercarnos mucho más a la realidad de los datos.
360 Revista: ¿Cómo se prepara la industria porcícola para enfrentar los cambios proyectados en el sector?
Jeffrey Fajardo: El sector porcícola colombiano se destaca por su independencia de subsidios gubernamentales, lo cual es una característica única en comparación con otros sectores. Esta autonomía permite al sector operar según las dinámicas de su propio mercado, sin depender de intervenciones artificiales. Aunque esto reduce las preocupaciones en comparación con otros sectores, la parafiscalidad emerge como un punto crucial para la industria porcícola.
La principal inquietud se centra en la parafiscalidad, considerada vital para el desarrollo del sector porcícola. Es esencial mantener y respaldar la inversión en parafiscalidad, ya que ha impulsado inversiones significativas en la transformación del consumo y la tecnificación de las granjas. La parafiscalidad actúa como un recurso fundamental para los porcicultores, contribuyendo al desarrollo del sector mediante inversiones en campañas de consumo, programas de control de enfermedades y avances tecnológicos que benefician a toda la industria.
A nivel macroeconómico, se observa que los consumidores colombianos, especialmente la clase media, enfrentan dificultades financieras debido a reformas tributarias y una carga impositiva creciente. Esta situación impacta indirectamente al sector porcícola, ya que depende en gran medida del poder adquisitivo de los consumidores. Además, la inestabilidad en las reglas de juego a nivel empresarial genera incertidumbre y ansiedad, afectando la capacidad del sector porcícola para planificar inversiones a largo plazo y expandir su nómina. En este contexto, la estabilización de las condiciones para la industria porcícola se vuelve crucial para reactivar la inversión y el crecimiento del sector privado en Colombia.
360 Revista: ¿El sector ha tenido problemas de seguridad durante este 2023?
Jeffrey Fajardo: Sí, todos los sectores de campo en Colombia. En la zona rural son sectores que se han visto amenazados, que han tenido que empezar a pagar sobornos, hay gente que tiene que pagar para permitirles el ingreso de sus trabajadores a la granja. El tema de extorsiones y sobornos es una cosa absurda en el agro. Hay un grupo de bandas criminales que se han tomado a las grandes regiones del país o micro bandas que son respaldadas por el nombre de dichos grupos armados al margen de la ley, y sin ser parte de ellas se han enriquecido por cuenta de esas extorsiones al sector agropecuario. Eso es un tema que está a punto de estallar en una condición completamente insostenible.
360 Revista: ¿Cómo es la exportación de carne de cerdo colombiana?
Jeffrey Fajardo: Estamos abordando la tarea de impulsar la diplomacia sanitaria en PorkColombia, aunque reconocemos que nos encontramos rezagados en comparación con otros sectores. Por ejemplo, el sector ganadero-bovino, liderado por Fedegan, ha estado desarrollando esta estrategia desde finales de los años 90 y ya ha logrado abrir más de 40 mercados, la mayoría de ellos musulmanes. Aunque estos mercados son inaccesibles para la carne de cerdo, su tarea ha sido extensa, sostenida y disciplinada.
Lamentablemente, llegamos un poco tarde a esta estrategia, pero como se suele decir, nunca es tarde. En la actualidad, hemos logrado abrir mercados en Hong Kong, Cantón, Singapur, Cuba, Angola y Costa de Marfil. Sin embargo, aún no estamos exportando nada en este momento. Nuestras condiciones de competitividad todavía no permiten que alcancemos los volúmenes y precios competitivos que logran grandes jugadores como España, Dinamarca, Alemania o Estados Unidos. En resumen, aunque estamos avanzando en esta tarea, reconocemos que es un proceso a largo plazo. No esperamos ver un sector exportador porcícola consolidado en los próximos cinco años.
360 Revista: ¿Cómo ve la economía colombiana en el 2024?
Jeffrey Fajardo: Yo creo que la economía en 2024 se tiene que estabilizar. No veo presiones inflacionarias como las que se vivieron en 2022 y 2023. Las presiones inflacionarias de esos dos años fueron atípicas, derivadas principalmente de la oferta global, especialmente por la suspensión de actividades productivas en China, generando una crisis de contenedores y escasez de productos a nivel mundial. Frente a esto, los bancos centrales no tenían herramientas claras para abordar una crisis de oferta.
Una crisis inflacionaria derivada de la demanda se maneja quitando parte del exceso de dinero en circulación mediante el aumento de tasas de interés. Sin embargo, la crisis derivada de la oferta, inusual por el impacto del COVID y la situación en China, llevó a que los bancos centrales intentaran manejarla como una crisis de demanda. Esto resultó en estanflación: estancamiento con inflación, en muchos países, incluyendo Colombia, donde se aumentaron las tasas de interés, pero la inflación persistió debido a la falta de oferta.
Para el 2024, con el aprendizaje de la política monetaria mundial y del Banco de la República, espero una mayor estabilidad. Esto debería reflejarse en una inflación alrededor del 5 %, más cercana a las cifras de 2000 a 2020, aliviando las presiones económicas en Colombia.
Sin embargo, existe incertidumbre en torno al aumento del salario mínimo, ya que tiene un trade-off. Aunque podría compensar la inflación pasada, también podría señalar la inflación futura. El aumento sustancial en el salario mínimo en el gobierno de Iván Duque fue un error, puesto que generó inflación sin beneficios reales para los trabajadores.
El próximo año promete mayor estabilidad, a pesar de las crecientes tensiones globales. Las señales de alerta incluyen conflictos en Israel y Palestina, así como tensiones en Taiwán y el Mar de la China Meridional. Estos podrían afectar la estabilidad económica colombiana, pero no más de lo que ha sucedido este año. Colombia debería estabilizarse para el próximo año.
Este contenido hace parte de la octava edición de Revista 360 que cuenta con la participación de más de 70 invitados de todos los principales sectores económicos, productivos y políticos de Colombia. Ministros, líderes gremiales, líderes en áreas de la construcción, sectores bancarios, logística e infraestructura, telecomunicaciones, gobernantes regionales, analistas, economistas, entre otros.
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