Por: José Félix Lafaurie
Mientras escribía estas líneas salía hacia Chile el primer cargamento de carne bovina colombiana con sello de calidad “Colombian Beef –Grass Fed– CO”, que constituye la marca propia de garantía de inocuidad a partir de esquemas de producción naturales, respetuosos del bienestar y la salud animal, y armónicos con el medio ambiente.
Sin embargo, este sello que lanzamos con el ministro Zea en el Congreso Nacional de Ganaderos, y que distinguirá a la carne colombiana producida con exigentes requisitos de calidad, representa un punto de inflexión en nuestro camino hacia las grandes ligas del mercado mundial de carnes, a las cuales ya nos asomamos con fuerza. En 2020 exportamos más de 34.000 toneladas de carne y 264.000 animales en pie, por valor cercano a 270 millones de dólares, y en enero de 2021 ya exportamos 3.366 toneladas de carne y 25.507 animales por 26 millones de dólares. Sin duda, este año superamos la factura exportadora.
Es el resultado de una historia de esfuerzo de FEDEGÁN y los ganaderos colombianos desde 1994, cuando el naciente Fondo Nacional del Ganado priorizó la certificación de país libre de fiebre aftosa como llave de acceso a los mercados internacionales. La obtuvimos en 2009; la perdimos en 2018 por las decisiones dolosas de un gobierno, y la recuperamos en 2020, cuando otro gobierno respetuoso de la legalidad le devolvió a FEDEGÁN la administración parafiscal.
A partir de la enfermedad de la “vaca loca” en Europa, se generó mayor exigencia en la inocuidad de la carne, y una vez más FEDEGÁN se comprometió, simultáneamente, con la modernización del sacrificio y la reconversión productiva a partir de la “Gestión del Conocimiento”, esfuerzos que hoy muestran resultados con esta primera exportación con sello de calidad.
Pero las exigencias de los mercados no se detienen. Hoy, los temores por la pandemia han extremado las exigencias de inocuidad, y a raíz de la alarma mundial por el cambio climático, han saltado a primer lugar las relacionadas con la producción sostenible.
Ya tenemos también una respuesta en camino, porque los ganaderos “vamos por más” como dirían en la España de mis ancestros. Desde hace 15 años FEDEGÁN levantó la bandera de la “Ganadería Sostenible” a partir de Sistemas Silvopastoriles, y ya tiene en este campo un liderazgo reconocido a nivel mundial.
Nuestro próximo paso, el SELLO DE CONFIANZA DE GANADERÍA SOSTENIBLE, será una verdadera revolución que impulsará la modernización ganadera, a partir de nueve niveles de exigencia, que el Gobierno plasmará muy pronto en la norma que crea oficialmente el sello y sus condiciones de otorgamiento.
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Se trata de una certificación integral que se traducirá en mayor captura de carbono, menor emisión de gases de efecto invernadero, reforestación y recuperación del paisaje y la biodiversidad, entre otros activos ambientales. Se trata, del compromiso de FEDEGÁN con la construcción de una “nueva ganadería”, moderna, competitiva, rentable y sostenible.
Notas bene. 1. La xenofobia de algunos contra los venezolanos nos esconde la causa de su tragedia, que María Corina Machado tiene muy clara: Venezuela está secuestrada por Maduro y su régimen narcotraficante, terrorista y criminal, y por ello “el propósito de una verdadera negociación es uno solo: la salida del régimen y la liberación de Venezuela…Aquí nadie quiere una jaula”, es su dramática proclama.
2. Como si fuera poca la inseguridad bogotana, vimos aterrados el vandalismo y la violencia de los ambulantes y habitantes de calle –¿o de los infiltrados de siempre?– en una protesta con ausencia total de la Policía, porque la alcaldesa no gusta de ella.