Tanto el exgerente de EPM, Álvaro Guillermo Rendón, como Oswaldo León Gómez, gerente de la Cooperativa Confiar y exmiembro de la Junta Directiva de EPM, coinciden en que Daniel Quintero se convirtió en otra persona cuando llegó al poder.
Por: Redacción 360 Radio
El gran detonante que reveló los planes del alcalde Daniel Quintero fue el declarar como responsables de los daños, retrasos y sobrecostos en Hidroituango a las compañías, aseguradoras y consorcios a cargo de la obra, sin haberlo consultado antes con los miembros de la Junta Directiva de EPM.
Según Gómez, esto fue “ningunear” a los directivos, al no considerar sus opiniones frente a una decisión tan trascendental, por lo que, como sabemos, la Junta renunció en bloque.
Por su parte, el alcalde no hizo más que conformar una nueva con personas de su círculo político, que por supuesto apoyaran sus decisiones y le permitieran avanzar con sus planes para la compañía. Requisitos con los que no cumplió a cabalidad el exgerente de EPM, Álvaro Guillermo Rendón, por lo que ayer conocimos que fue retirado del cargo.
Así, a pesar de que durante su campaña electoral, el alcalde se presentó como una persona del común que aspiraba poner el poder a disposición de las grandes necesidades de Medellín, lo cierto es que hoy está actuando como un gobernante tirano, que decide desde el individualismo sin importar las consecuencias de sus acciones. “Para hacer lo correcto, no hay que pedirle permiso a nadie”, dijo el alcalde en su momento.
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Esta actitud, que incumple con el Código de buen Gobierno Corporativo de EPM y que, evidentemente, no representa a un mandatario conciliador y respetuoso con la democracia, se convirtió en la costumbre del alcalde, que parece estar haciendo lo que le place con las empresas, instituciones y el futuro de la ciudad.
Hoy, gran parte de sus electores muestra arrepentimiento por haber depositado su confianza en él como el promotor de la “Medellín Futuro”; hoy, algunos de los miembros de la Junta Directiva que conformó no respaldan sus decisiones y, en consecuencia, hoy la ciudad atraviesa una crisis de gobernabilidad que se remonta al mandato de Luis Pérez hace 18 años, durante el que EPM tuvo 3 gerentes.
Y es por esto que, tal vez, el gobierno de Daniel Quintero será recordado como uno de los menos eficientes y de los más turbulentos, polémicos y desaprobados por los medellinenses en toda la historia de la ciudad.