Por: José Miguel Santamaría Uribe
Por cuenta de la pandemia del coronavirus la economía esta temblando, a todos de alguna u otra manera nos ha tocado esta crisis, pero hay unos sectores que se verán más perjudicados que otros, ese es el caso del sector de restaurantes, bares y discotecas, de estos dependen mas de 500.000 empleos que están en riesgo.
Aunque la posibilidad de conseguir créditos a tasas bajas, con meses de gracia etc. es un alivio, no significa que su posibilidad de supervivencia aumente, bien lo dijo Harry Sassón en una entrevista hace unos días, “Mas que reinventarnos, estamos tratando de sobrevivir con nuestra gente”, la realidad es que a los restaurantes los dejan abrir o se desaparecen.
Los números promedios del sector son los siguientes, de unas supuestas ventas de 108 pesos al mes, los costos y gastos son mas o menos así:
- Impuestos al consumo: 8
- Costo de materia prima: 40
- Arriendo del local: 12
- Empleados: 25
- Servicios públicos: 10
- Margen: 13
Aunque algunos pueden ser mas eficientes en unos temas y tener unas mayores rentabilidades la realidad es que el margen del sector esta por los lados del 10%.
Es por eso que estos negocios ante la imposibilidad de abrir sus puertas se hayan salido a buscar alternativas de venta de sus productos como domicilios, estos pueden llegar a ser en el mejor de los casos hasta un 30% de las ventas que tenían antes, miren como quedan los números con estas ventas:
- Ventas: 30
- Impuesto al consumo: 2.22
- Costo de materia prima: 11.11
- Arriendo del local: 12
- Empleados: 25
- Servicios públicos: 4
- Margen: -24.31
Esto implica que si en un mes pierden 24.31 y el año anterior tuvieron un margen de 13 quiere decir que tienen caja para un poco mas de 15 días de funcionamiento. Es este ejercicio estoy asumiendo domicilios propios, sin comisión ya que esta aumentaría los costos en alrededor un 25% del valor de la venta utilizar plataformas como Rappi o Domicilios.
Los créditos los ayudaran unos meses a cubrir costos de operación, pero al final si no vuelven a vender lo mismo que antes no van a tener la posibilidad de seguir operando y menos de pagar el crédito así este tenga tasa preferencial y meses o años de gracia. Esa es la pregunta del millón, volverán estos negocios a funcionar igual en el post coronavirus, o las medidas de aislamiento y las nuevas costumbres harán que estos tengan que reinventarse para sobrevivir.
En una primera etapa estos sectores tienen que bajar los costos fijos y llevarlos acorde con los ingresos, el personal debe reducirse a los mismos niveles, lo mismo las sucursales en el caso que sean cadenas, los arriendos se deben renegociar sobre una base variable, que tengan correlación con las ventas, ese porcentaje debe ser el 10%.
Esta reducción de costos fijos tiene unas consecuencias complicadas para la economía, primero reducir la planta de personal en 70% es fuerte, el crecimiento del desempleo en ese sector será drástico y la disminución del costo del valor del arriendo debe tener una correlación con el valor del inmueble, si un inmueble genera menos ingresos consecuentemente debe costar menos. La disminución del valor de los inmuebles comerciales es un hecho.
Esperemos que la economía se pueda reabrir cuanto antes, bien dijo un reconocido economista que el daño producido por los confinamientos excederá enormemente cualquier beneficio.