Reconocida marca deportiva acude a financiamiento para enfrentar crisis financiera

La marca deportiva recurrió a un amplio esquema de préstamos y líneas de crédito para sostener su operación en medio de un deterioro de sus resultados financieros.

Puma, una de las marcas deportivas más reconocidas atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente. La multinacional alemana de artículos deportivos decidió acudir al mercado financiero con una ambiciosa operación de crédito para sortear la presión de liquidez que viene enfrentando en 2025, un año marcado por la caída de las ventas, el deterioro de la rentabilidad y un entorno cada vez más desafiante para la industria del deporte.

La compañía confirmó la contratación de un préstamo puente por 500 millones de euros con Banco Santander, a través de su división de banca corporativa y de inversión, al que se suman líneas de crédito adicionales por 108 millones de euros. En conjunto, este paquete de financiación le permite a Puma acceder a más de 600 millones de euros, recursos que serán utilizados para cubrir necesidades inmediatas de caja mientras la empresa avanza en la reorganización de su estructura financiera.

Marca deportiva activa un paquete de financiamiento millonario mientras enfrenta caídas en ventas

La operación tiene un horizonte de dos años y se complementa con un proceso paralelo de renegociación de deuda. Puma también trabaja en la refinanciación de su línea de crédito revolving, uno de los pilares de su esquema de financiación, con el objetivo de aumentar su flexibilidad y garantizar un mayor margen de maniobra para sostener su operación global en un contexto adverso.

Desde la compañía señalan que esta inyección de liquidez busca respaldar las prioridades estratégicas del grupo y mantener su posición dentro del competitivo mercado de las grandes marcas deportivas, dominado por gigantes como Nike y Adidas. Sin embargo, el movimiento refleja el impacto que ha tenido el enfriamiento del consumo, los altos costos y los cambios en los hábitos de los compradores sobre los resultados del negocio.

Las cifras del año confirman ese deterioro. Durante los primeros nueve meses de 2025, Puma reportó una reducción significativa en sus ingresos y acumuló pérdidas operativas que superaron los 300 millones de euros. Aunque la empresa mantiene un volumen de ventas elevado, la contracción de los márgenes y el aumento de los gastos han puesto presión directa sobre su flujo de caja.

Reconocida marca deportiva acude a financiamiento para enfrentar crisis financiera

El resultado bruto también mostró un retroceso, lo que evidencia que la compañía no solo vende menos, sino que además obtiene menores ganancias por cada producto comercializado. Este escenario obligó a la administración a tomar decisiones difíciles, entre ellas recortes de personal y ajustes en distintas áreas operativas, como parte de un plan para contener costos y proteger la liquidez.

A este contexto financiero se sumó un giro inesperado en el mercado bursátil. Las acciones de Puma reaccionaron con fuerza tras conocerse el interés del grupo chino Anta Sports Products en una posible adquisición. La noticia impulsó el precio del título en la Bolsa de Fráncfort, luego de un año particularmente negativo para los accionistas, marcado por una pérdida de valor superior al 50 %.

Anta, propietario de marcas internacionales como Fila, estaría evaluando distintas alternativas para una eventual oferta, incluso con el respaldo de fondos de inversión. Aunque no existe aún una propuesta formal, el solo anuncio del interés fue suficiente para agitar el mercado y reabrir el debate sobre el futuro de Puma como empresa independiente.

El desplome previo de la acción había reducido de forma drástica la capitalización bursátil del grupo, ubicándola en niveles que contrastan con su peso histórico dentro de la industria deportiva global. En ese contexto, la combinación de dificultades financieras y movimientos corporativos coloca a Puma en una etapa decisiva, en la que la capacidad de ejecutar su reestructuración y estabilizar sus cuentas será clave para definir su rumbo en los próximos años.

También puede leer: Bogotá cerró 2025 con más de 80.000 nuevas empresas creadas

Salir de la versión móvil