El domingo se llevaron a cabo las elecciones para Presidente de la República en Colombia y el movimiento de las últimas semanas por parte del candidato Rodolfo Hernández tuvo sus frutos y está en segunda vuelta
Por: Redacción 360 Radio
El exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, ha sido un político irreverente, ha sido un político que encarna lo que muchísimos colombianos tienen en su cabeza, un abuelo o tío que lee el periódico los fines de semana y alega sobre la situación del país arreglándolo en medio de la discusión que generan estas conversaciones tradicionales. Todo esto en su particular tono paternal y cuidador en el que las personas encuentran refugio y certeza en cada palabra por la propiedad con las que las menciona.
Rodolfo Hernández ha sido un buen síntoma de muchísimas variantes que en Colombia han envejecido mal, como problemas que han ido calando en la sociedad colombiana afectando no solo la confianza en instituciones, sino también cómo la ciudadanía ve en total lejanía, temor e incredulidad las acciones que toma un gobierno porque aparecen los fantasmas de la corrupción que han sido pan de cada año en el país.
“Ese manada de ‘vergajos’, vagos y asolapados”, frase popular del candidato, se ha convertido en el tono que la gente comenzó a querer y ha adoptado como propio al sentirse indignado, aburrido, triste por la situación del país, pues siempre existe la esperanza de elegir a alguien que permita que todos los aspectos mejoren pero que al pasar de las semanas resulta no haber un cambio radical en los sectores más críticos.
A esto se le suma la desconexión que varios académicos han tenido con la política colombiana; y, que en gran parte, han tildado a Hernández como el personaje que dice cosas que la gente quiere escuchar o que sus propuestas de recorte en gasto no pesan nada en el presupuesto nacional. En Colombia, a la gente no le gusta que los políticos pasen por dos o tres prados abriendo vía, o ver a personas protegidas por el estado que manden a sus escoltas a que les hagan mercado, les paseen el perro y le traigan café; al colombiano eso le indigna.
Y las encuestas así lo demuestran. Rodolfo Hernández creció en las últimas semanas, la última encuesta del CNC demostró que Hernández alcanzó el 19.1% de intención de voto doblando así su favorabilidad en los últimos 60 días. La ‘Rodolfoneta’, como él la llama, ha tenido un mejor sprint y su no asistencia a los debates suele terminarla con una frase en la que asegura que lo que piensa ya está dicho y que todo está claro para sus propuestas.
Una de sus propuestas más llamativas está en el sector educación, donde asegura que condonará “progresivamente” las deudas de los estudiantes que tengan un crédito educativo con el Icetex. Para elegir a los primeros beneficiarios aplicaría tres filtros: estudiantes que estén activos en el sistema, aquellos que obtengan los mejores promedios y que sean de estrato 1 y 2.
Además en el artículo que firmaría apenas se posesione como presidente se evidencia que suspenderá servicios de avión, camionetas blindadas a congresistas, cierre de hospedajes en la Casa de Huéspedes en Cartagena y Hato Grande, eliminación de embajadas y consejerías.
Rodolfo Hernández ha sido también un fuerte opositor del Gobierno de Iván Duque. Sin embargo, su discurso ha mostrado algunas incoherencias con el pasar de las semanas, por ejemplo, al nivel de fracking dijo al principio que estaba de acuerdo y luego que no. A nivel de reformas tributarias y pensional ha dicho que no las hará, pero tampoco explica como enfrentará esos aspectos.
El candidato tiene ideas excepcionales para las regiones, tiene un tono de persecución alto contra la corrupción que agrada a los colombianos y lo más claro para Hernández es que se perfila como una tercería alejada del uribismo, del petrismo y del Presidente actual. De manera que Rodolfo Hernández resulta ser atractivo o ‘sexy’ para los jóvenes y adultos, un candidato que resume las dolencias que tiene el país y que hoy las está recogiendo.
360 Radio destacó las altas posibilidades que tenía Rodolfo Hernández de llegar a segunda vuelta y así lo confirmaron las elecciones del pasado 29 de mayo. Hernández confía en su política, millones de colombianos comienzan a creerle y el fenómeno de su línea política se cristalizó en el país.