Se empobreció Barranquilla

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Poco o nada se ha hecho, de manera que llegó la hora de que se acepte que esta ciudad vive una crisis social inmensa y que es responsabilidad del gobierno local gran parte de la solución. No hay disculpa posible ni aceptable.


Por: Cecilia López

Se confirmó lo que muchos preveíamos, Colombia se enfrenta a una inmensa crisis social, 42,5% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, 21.2 millones de personas. Pero en medio de este panorama desolador han surgido sorpresas muy preocupantes que deben señalarse. Que la Región Caribe está llena de pobres no es de extrañar porque jamás ha sido fácil de explicar cómo este sector del país compite en estas cifras negativas con el Pacífico colombiano, que tiene muchas más limitaciones que los departamentos costeños. 

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Pero la sorpresa es otra. De acuerdo con las cifras del DANE, la gran preocupación surge cuando se observa que Barranquilla que ha sido la estrella de esta parte del país, en un año, en medio de la crisis, pasa del 27,3% de población pobre en 2019, a 40,2% en 2020. Es decir, es la capital que más aumentó la proporción de personas que no pueden acceder a bienes y servicios fundamentales. Su incremento duplica prácticamente el aumento de pobreza en términos porcentuales, mucho más que sus pares en la región.

¿No se supone que es la ciudad con mayores recursos públicos, mejor administrada, que tiene un alcalde con un alto índice de apoyo, uno de los más altos del país? Esta pregunta requiere urgentemente una respuesta. Que pasó, en que falló la estrategia para manejar el impacto de esta crisis para hacer las correcciones de inmediato, en que invirtieron los recursos, a quienes llegaron, quienes quedaron por fuera y sobre todo por qué.  Cerca de medio millón de personas, 480 mil para ser exactos, están por debajo de la línea de pobreza en una ciudad de 1.3 millones de habitantes según el DANE. Esto es imperdonable en una ciudad que se reconoce como la más importante de la Región Caribe y la cuarta del país.

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Como existe poca capacidad de crítica, es fundamental retomar este dato y pedir cuentas porque una parte importante de los apoyos a sectores afectados por la pandemia provienen del gobierno central. Pero además, es fundamental entender que hizo o que no hizo la administración de la ciudad para que se llegara a semejante nivel de pobreza. Cómo se asignaron los subsidios, y muy importante, cómo se complementó la estrategia nacional que en esta capital debería orientarse en una alta proporción a los informales cuyo lugar de trabajo es la calle. 

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Es urgente un llamado a la Alcaldía no solo para que responda por esta catástrofe sino para que replantee la estrategia porque la crisis no solo sigue, sino que es aún más grave en estos momentos. Hace mucho se viene advirtiendo que las cifras de desempleo de Barranquilla no miden la tragedia de amplísimos sectores de esta ciudad que viven del día a día que logran en la calle. Poco o nada se ha hecho, de manera que llegó la hora de que se acepte que esta ciudad vive una crisis social inmensa y que es responsabilidad del gobierno local gran parte de la solución. No hay disculpa posible ni aceptable.

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