Colombia cerró el 2024 con una deuda externa que superó por primera vez los US$200.000 millones, alcanzando un total de US$201.764 millones, según cifras preliminares del Banco de la República. Este monto representa un crecimiento del 3% respecto a los US$196.219 millones registrados en 2023.
En términos de su relación con la economía nacional, la deuda externa representó el 48,2% del PIB en 2024, mostrando una reducción frente al 53,2% del PIB reportado provisionalmente en 2023. Aunque la proporción ha disminuido, el incremento absoluto de la deuda sigue siendo un punto de atención para los analistas económicos.
Deuda externa de Colombia en 2024: cifras clave y su impacto en la economía
Panorama general: Según el Banco de la República, la deuda externa pública ascendió a US$113.195 millones, lo que equivale al 27% del PIB. En el sector privado, las obligaciones internacionales totalizaron US$88.569 millones, representando el 21,1% del PIB. Al desglosar por plazos, la deuda externa de corto plazo se ubicó en US$1.352 millones, mientras que la de largo plazo llegó a US$111.843 millones. En el sector privado, la deuda de corto plazo cerró en US$31.468 millones y la de largo plazo en US$57.101 millones.
El endeudamiento externo colombiano ha experimentado un incremento sustancial en los últimos cinco años. En 2019, la deuda externa del país se situaba en US$138.683 millones, equivalente al 42,9% del PIB. Esto implica que en solo cinco años, el endeudamiento ha crecido en más de US$62.000 millones, lo que representa un aumento del 45,5%.
El incremento de la deuda ha estado impulsado por diversos factores, como la necesidad de recursos para financiar programas de inversión, cubrir déficits fiscales y enfrentar los efectos de la volatilidad en los mercados financieros internacionales. Asimismo, las condiciones económicas globales han jugado un papel clave en la evolución del endeudamiento del país.
Por qué es importante: A pesar de que la relación deuda/PIB ha disminuido en comparación con 2023, el aumento en términos absolutos plantea desafíos para la sostenibilidad fiscal del país. Especialistas advierten sobre la importancia de adoptar estrategias de financiamiento adecuadas para mitigar riesgos y garantizar la estabilidad macroeconómica.
El Gobierno y el Banco de la República deberán continuar evaluando políticas que permitan gestionar la deuda externa de manera eficiente, asegurando que su crecimiento no comprometa la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones y mantener un desarrollo económico sostenible.
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