EDITORIAL
Nuestro editorial para hoy 14 de septiembre sí pretende hacer una reflexión con toda la objetividad respecto a lo que viene pasando en el país. La situación de seguridad no es para nada buena y se está saliendo de control.
Despertamos con muertos en cada esquina, con masacres, con casas de pique, con Comandos de Atención Inmediata de la Policía (CAI) incendiados, con el ESMAD sin poder intervenir en ninguna ciudad, con noticias muy lamentables; solo es prender la radio y escuchar esa realidad tan deprimente de Colombia, es increíble, acá la vida no vale nada; la seguridad se ha vuelto algo que se anhela en una ciudad pero que parece inalcanzable.
Hay algunas fiestas que terminan en peleas, como en el día de la Madre y la mayoría de esas ocasiones hay puñales, pistolas, botellazos, luego está la anarquía de unos grupos de extrema izquierda que se animan a destruir CAI’s sobre todo en Bogotá, lanzan bombas Molotov, la Policía no puede hacer nada, parece que ya no fuera haber seguridad entendiendo también que el ESMAD está retenido increíblemente este gobierno que estaba prometiendo la paz total y un verdadero cambio en la política de seguridad que traería el silencio de los fusiles -citamos a Petro-, hemos visto que en el último mes hemos tenido unas cifras absolutamente desastrosas. La seguridad es un derecho de todos.
No hemos terminado de escuchar de una masacre cuando ya se está produciendo otra, los robos van creciendo, igual que los homicidios y el ministro de Defensa está en silencio, es realmente un propósito nacional que Colombia sea un territorio de paz, con seguridad para todos los ciudadanos pero desde que el maldito narcotráfico siga existiendo, presidente Petro, no habrá proceso de paz que valga -que tenga como uno de sus fines devolverles la seguridad a los ciudadanos- porque saldrán unos y entrarán otros; algunos de los que salieron volverán, y retornaremos al mismo círculo vicioso año tras año. ¿Para qué intentar negociar ahora con quienes ya se intentó negociar hace cinco años y no salió bien, pues se devolvieron al monte?
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En la actualidad vemos cómo reclutan niños, cómo la violencia se ha recrudecido en ciertas zonas del país sin contar la invasión de tierras en el Cauca, en Córdoba, en Sucre, que amenaza la propiedad privada, realmente, usted presidente Petro, hizo una promesa de campaña que esperemos haga todo lo posible por cumplirla; usted no es un mago, no tiene poderes especiales y realmente siempre fuimos muy escépticos con su propuesta de paz total pero la miramos con respeto, con valor y ojalá suceda, ojalá haga que pase y nos demuestre a todos que estamos equivocados porque el enfoque de seguridad estaba mal, era erróneo pero hoy no se puede seguir hablando de paz con el Eln cuando ellos amenazan, extorsionan, secuestran, matan y siguen siendo narcotraficantes.
Ojalá que en el seno de su gobierno logren reflexionar sobre esta realidad que hoy atemoriza a millones de colombianos.
