La evolución de las tasas impositivas corporativas (porcentaje de impuestos pagado por la empresa sobre sus ingresos) a nivel mundial ha sido significativa desde 1980, cuando el promedio global se situaba en un 40,2%. Según datos de la Tax Foundation para 2023, este promedio ha disminuido hasta el 23,5%, reflejando una tendencia global hacia la reducción de las cargas fiscales sobre las corporaciones.
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Tendencia global de reducción en las tasas impositivas corporativas
Panorama general: Esta disminución en las tasas impositivas ha sido acompañada por llamados, liderados por figuras como Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de EE.UU., para establecer un impuesto corporativo mínimo global. El objetivo de esta medida sería evitar que las corporaciones multinacionales eludan impuestos al trasladar sus beneficios a paraísos fiscales.
Sin embargo, existe un debate sobre el impacto de las tasas impositivas corporativas más bajas, con algunos argumentando que permiten a las empresas reportar mayores ingresos y estimular la actividad económica real. A continuación, se presenta un vistazo a los países con las tasas impositivas corporativas más altas en 2023, según datos de la Tax Foundation:
- Comoras: 50,0%
- Puerto Rico: 37,5%
- Surinam: 36,0%
- Argentina: 35,0%
- Chad: 35,0%
- Colombia: 35,0%
- Cuba: 35,0%
- Guinea Ecuatorial: 35,0%
- Malta: 35,0%
- Sudán: 35,0%
Por qué es importante: Estos datos evidencian que las tasas más elevadas se encuentran predominantemente en África y América del Sur. Argentina, por ejemplo, ha incrementado su tasa impositiva corporativa del 25% al 35% en 2022, en medio de una profunda crisis económica. El país también ha apoyado la idea de un impuesto mínimo global, sugiriendo una tasa de hasta el 25%.
Malta, el único país europeo en esta lista, se destaca por su complejo sistema tributario. Las empresas locales están sujetas a una tasa del 35% sobre sus ganancias, mientras que las corporaciones internacionales pueden beneficiarse de tasas efectivas tan bajas como el 5% en Malta, con un impuesto adicional del 10% pagado en su país de origen.
Este panorama de las tasas impositivas corporativas más altas del mundo ilustra la diversidad de enfoques fiscales y los desafíos que enfrentan los gobiernos para equilibrar los ingresos fiscales con el estímulo a la actividad económica y la competencia global.
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