Transformación minera en Antioquia: perspectivas y desafíos desde la Secretaría de Minas

"Antioquia tiene una pobreza monetaria oficial del 29.3, comparada con, por ejemplo, Chocó, que tiene un 63.4, la riqueza de la tierra en Chocó es evidente": Jorge Alberto Jaramillo, secretario de Minas de Antioquia

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Jorge Alberto Jaramillo, secretario de Minas de Antioquia, comparte los logros y desafíos en el proceso de formalización minera, destacando la importancia de la inclusión social, el desarrollo de capacidades y la generación de empleo.

360 Revista: Durante estos cuatro años la Gobernación se enfocó intensamente en la formalización minera, ¿cuáles son los resultados de esta iniciativa a punto de concluir el período legislativo?

Jorge Alberto Jaramillo: La formalización minera es nuestro programa bandera, el gobernador desde que inició su gobierno se trazó una meta de disminuir la desigualdad. Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por Naciones Unidas, el ODS 10 trata sobre la desigualdad y lo que más disminuye la desigualdad es la formalización porque se logran tres cosas: empleo formal, inclusión social y desarrollo de capacidades.

Con ese propósito, nos dedicamos a impulsar el desarrollo de las unidades productivas mineras, considerando la formalización como un emprendimiento. Inspirados en las acciones exitosas de nuestro primer gobierno, que dio origen al programa “Antójate de Antioquia”, hemos aplicado una estrategia similar. En este caso, incubamos y acompañamos las iniciativas de pequeños proyectos en el ámbito informal, trabajando para consolidarlos y fortalecerlos hasta convertirlos en empresas productivas. Así como la familia es fundamental para la sociedad, consideramos que la empresa desempeña un papel crucial en el desarrollo de un país.

Nuestro enfoque es tratar estas unidades productivas mineras como emprendimientos. Inspirados en acciones anteriores, como el programa “Antójate de Antioquia”, incubamos e impulsamos estas iniciativas informales para transformarlas en empresas sólidas y productivas. La familia es a la sociedad como la empresa es un país.

Hasta ahora, hemos formalizado a 3.180 mineros y brindado apoyo a 14.087. La formalización parte de diversos compromisos, como un programa de trabajo y obras, un plan de acción social, certificación de recursos y reservas, y la obtención de licencia ambiental. Además, muchos pasan de un régimen subsidiado a contributivo. Integrando estas acciones en un programa de productividad, aprovechamos nuestra experiencia como ingenieros.

El programa evalúa cinco variables: social, empresarial, técnica, ambiental y legal. Al mejorar solo el 20 %, se alcanza el cumplimiento total. La agrupación de unidades productivas es clave; trabajamos con el Ministerio de Minas y la Agencia Nacional de Minería, abriendo oficinas en Caucasia y El Bagre para ofrecer apoyo directo. La clave es la agrupación, ya que permite abordar todas las dimensiones necesarias para la formalización de manera integral.

Usualmente, las empresas grandes se echan encima esa responsabilidad, los acompañan y los llevan con éxito. La clave es la agrupación de 7 u 8 unidades, porque lo social requiere un sociólogo, lo empresarial y tributario un contador, lo técnico un ingeniero de minas o geólogo, lo ambiental un ingeniero ambiental y lo legal un abogado. Esta estrategia a largo plazo se ha aplicado exitosamente en Antioquia, donde el 40% de la formalización en Colombia ha transformado pequeñas unidades informales en empresas contribuyentes al desarrollo territorial.

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360 Revista: Con base en lo anterior, ¿cuáles son los principales retos experimentados en el trabajo de la formalización desde una mirada, legal, económica y social?

Jorge Alberto Jaramillo: El reto principal radica en acompañar a estas unidades con un plan de productividad que abarque lo social, empresarial, técnico, ambiental y legal. La clave está en transformar estas unidades en las más rentables para el Estado. Aunque Antioquia tiene una pobreza monetaria oficial del 29.3, comparada con, por ejemplo, Chocó, que tiene un 63.4, la riqueza de la tierra en Chocó es evidente. El objetivo es convertir estas unidades empresariales en productivas para que se vuelvan altamente rentables a largo plazo.

360 Revista: Justamente por ello, ¿Qué medidas se están tomando para atraer inversión y fomentar la exploración minera responsable en Antioquia?

Jorge Alberto Jaramillo: Antioquia destaca a nivel institucional con la Facultad de Minas de 136 años y el respaldo gremial. Trabajamos en conjunto con la Secretaría de Minas y somos el único brazo extendido de la Agencia Nacional de Minería en Colombia. La política minera es manejada por el Gobierno nacional, pero nuestra capacidad técnica fortalece la ejecución eficiente. En Antioquia, el 78 % de los túneles se construyen, siendo el departamento con la segunda mayor longitud costera en el Océano Atlántico. Contamos con el túnel más largo de América, el Guillermo Gaviria Echeverry de 9.7 km. La diversificación de títulos mineros evidencia que el 40 % se destina a la construcción, indicando el fuerte impulso de Antioquia en este sector.

Las exportaciones mineras han experimentado un significativo crecimiento. En 2019, las exportaciones de oro y minerales eran de 1.428 millones de dólares, mientras que, en 2022, las exportaciones eléctricas alcanzan los 3.011 millones de dólares, representando el 40 % de las exportaciones del departamento. Este crecimiento se traduce en un sólido desarrollo económico y la consolidación de Antioquia como una región líder en la minería. Además, contamos con empresas mineras con más de 100 años de producción continua, como Frontino Gold Minds y Mineros S.A. A pesar de ser un recurso finito, estas empresas han demostrado una notable profundidad vertical de hasta 992 metros, resaltando el potencial minero de Antioquia para los próximos 100 años.

Antioquia es una potencia regional que posee el 90 % de los minerales estratégicos para la transición energética. La región alberga entre las 10 empresas más antiguas del mundo, consolidándose como una entidad rica y con un gran potencial por desarrollar. La Secretaría de Minas, con 32 años de experiencia, busca compartir este modelo exitoso con otras regiones mineras de Colombia como Chocó, Cauca, Nariño y sur de Bolívar. Colaboramos estrechamente con el Ministerio de Minas y la Agencia Nacional de Minería para construir una sociedad sostenible y replicar nuestro enfoque en otros territorios.

Adoptamos un enfoque innovador en la recuperación de áreas degradadas, recuperando 4.869 hectáreas en el Bajo Cauca, según un informe de Naciones Unidas. Esta estrategia implica trabajar en conjunto con entidades gubernamentales y ambientales, empresas públicas y el sector privado para lograr la meta de recuperar 5.000 hectáreas.

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El cambio de estrategia en el Bajo Cauca involucra una caracterización detallada de actores, encuestas extensas y una zonificación con semáforos para indicar las áreas de trabajo. Este modelo, aplicado inicialmente en la minería del oro, busca formalizar y generar un impacto positivo a nivel social, empresarial, técnico, ambiental y legal, ofreciendo una solución replicable para otras regiones mineras de Colombia.

360 Revista: ¿Cuáles son las oportunidades de generación de riqueza y equidad derivadas del sector minero y cuál es la importancia de mantener la delegación minera que fortalece la descentralización?

Jorge Alberto Jaramillo: Enfocamos esfuerzos en construir la segunda fase del Centro Medioambiental en El Bagre, fase crucial para la formación del talento humano en ecomineras. Este centro beneficiará a mineros del Nordeste, Bajo Cauca, sur de Bolívar y Córdoba. Nuestra visión, “Ecominería: unidos bajo el mismo cielo azul”, se basa en dos principios: Colombia tiene la segunda mayor biodiversidad mundial por metro cuadrado y tres veces más lluvias que el promedio global. Con 61 empresas ya registradas en prácticas ecomineras, buscamos destacar en minería de excelencia bajo estándares más altos porque somos un país tropical.

La delegación minera, muy importante para la pequeña minería, impulsa un desarrollo integral, multiplicando oportunidades de empleo y transformación en el programa. Nuestra agenda 2040, construida junto a más de 4.000 talleres, refleja una estrategia coherente, aprovechando las potencialidades del territorio y las personas en esta ventaja comparativa.

360 Revista: ¿Cuál es la estrategia del departamento para fomentar una minería responsable con los Derechos Humanos y las comunidades?

Jorge Alberto Jaramillo: La propuesta integral de ecominería se centra en potenciar el desarrollo humano al aprovechar los talentos existentes en las personas. Las ventajas compartidas se derivan de las características inherentes al territorio. Por ejemplo, en regiones como Urabá, contamos con una rica capa 1, que es el suelo, mientras que en el Bajo Cauca, debemos considerar dos niveles: una capa 1 con riquezas en suelo y otra capa 2 con oro y otros minerales. Esta estrategia aborda de manera integral las distintas capas de riqueza del territorio.

Además, contamos con personal especializado en derechos humanos, colaborando estrechamente con la Secretaría de Gobierno, Paz y Noviolencia en nuestras iniciativas.

Este contenido hace parte de la octava edición de Revista 360 que cuenta con la participación de más de 70 invitados de todos los principales sectores económicos, productivos y políticos de Colombia. Ministros, líderes gremiales, líderes en áreas de la construcción, sectores bancarios, logística e infraestructura, telecomunicaciones, gobernantes regionales, analistas, economistas, entre otros.

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