Por: Sergio Martínez Medina* – Comisionado de la Comisión de Regulación de Comunicaciones CRC
Tenemos un propósito nacional que nos une y es el de lograr la conectividad plena en los próximos cuatro años. Alcanzar el indicador del 100% de habitantes con acceso a Internet y así garantizar que todos los colombianos tengan acceso a este servicio, en el país, debe ser una de las metas sociales fundamentales de la administración que inició el pasado 7 de agosto. Si, queremos hacer la transición de una economía extractiva en hidrocarburos hacia un modelo de desarrollo innovador y colaborativo es indispensable cerrar la brecha digital del país.
Una de las tantas herramientas que se podrán utilizar para construir las políticas digitales y de esta manera potenciar la conectividad en todo el territorio nacional, es la generación de las “areneras” regulatorias, conocidas por su denominación en inglés “sandbox regulatorios”. Estos mecanismos regulatorios consisten en contar con un espacio “controlado” para realizar pilotos, proyectos e iniciativas que no sean factibles realizar con la normatividad vigente, y así experimentar con nuevas tecnologías, innovar en procesos o probar nuevas maneras de enfrentar los retos que tiene la gestión pública. A través, de la “arenera regulatoria” las entidades públicas cambian su manera de relacionarse con los agentes privados, dado que se fortalece la cooperación, se generan vínculos de confianza y se abren oportunidades de trabajo con diversos sectores.
En el último año, la Comisión de Regulación de Comunicaciones, CRC, implementó con éxito una “arenera regulatoria” para desarrollar proyectos con los operadores regulados de comunicaciones. En esta primera convocatoria del “sandbox” regulatorio se recibieron 23 propuestas, de las cuales se habilitaron 3 proyectos, y finalmente terminaron 2 proyectos en la fase de experimentación que arrancó en el II trimestre del presente año.
Este proyecto de la CRC reveló resultados importantes para el diseño regulatorio: Por ejemplo, la gran capacidad de innovación que tenemos en las regiones para desarrollar proyectos digitales con énfasis local, especialmente en lo que concierne con la conectividad comunitaria, elemento esencial, que deberá tenerse en cuenta para las comunicaciones rurales del futuro. Otro resultado, fue ratificar la validez que tienen los mecanismos alternativos regulatorios para solucionar restricciones regulatorias en temas asociados con la calidad o el empaquetamiento de los servicios convergentes y finalmente se observó que se requiere contar con mayor flexibilidad en la asignación del espectro, elemento central que necesariamente deberá abordarse en la discusión sectorial de los próximos meses.
El proceso de consolidación del “sandbox regulatorio” para los servicios TIC, se fortaleció con la expedición del Decreto 1448 de 2022. Con este potente instrumento jurídico se podrán estructurar proyectos para “probar” las tecnologías emergentes como el 5G, se podrán habilitar espacios para pensar una manera diferente de asignar el espectro y darle a las regiones una participación en el uso de este recurso y así habilitar proyectos de “territorios inteligentes” que faciliten la transformación de las regiones del país.
De la misma forma, al contar con este mecanismo se podrán pilotear nuevas tecnologías, habilitar espacios por ejemplo para diseñar planes de expansión de fibra óptica en las ciudades o estudiar proyectos para incrementar la conectividad rural tan necesaria en varias zonas de la geografía nacional. Precisamente, el “sandbox regulatorio” sectorial tendrá un papel protagónico para avanzar rápidamente en el testeo de tecnologías, la estructuración de nuevos programas de conectividad social, el diseño de alianzas público- privadas y la posibilidad de contar con un nuevo esquema para el despliegue de las redes TIC en las diferentes regiones que conforman el país.
El “sandbox regulatorio” rápidamente se está implementando en otros sectores de la economía nacional. Se destaca su utilización por parte de la Superintendencia Financiera en la implementación de nuevos productos financieros con tecnologías emergentes como el Blockchain, lo que demuestra los importantes beneficios que tienen las “areneras regulatorias” para solucionar los diversos retos que tienen las instituciones locales o nacionales.
Con la innovación pública que contiene el “sandbox” se puede transformar no solo la regulación financiera o de comunicaciones; también será una herramienta de gestión útil para sectores como la movilidad, la educación o la misma planeación urbana y seguramente será una “palanca esencial” para la construcción de los territorios inteligentes del futuro.
Con las “areneras regulatorias” el gobierno nacional tiene una gran oportunidad de transformar o flexibilizar la normatividad que en algunos casos impide el desarrollo pleno de varias actividades económicas. En este sentido, será importante para el futuro del país que se puedan diseñar y ejecutar las “areneras regulatorias” y así avanzar de manera decidida hacia una sociedad mas igualitaria, innovadora y digital.
*Las opiniones reflejadas en el presente artículo no constituyen un pronunciamiento, declaración o posición oficial de la CRC y son responsabilidad exclusiva del autor.
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