Con el inicio del último trimestre del año, el debate sobre el incremento del salario mínimo para 2026 ya empieza a tomar forma. Aunque la cifra definitiva solo se conocerá en diciembre, distintos analistas, gremios y autoridades económicas han comenzado a proyectar los posibles escenarios de ajuste, tomando como punto de partida la inflación y el comportamiento de la productividad nacional.
De acuerdo con lo adelantado por el Gobierno, la política será mantener un incremento real, es decir, que el salario mínimo suba por encima de la inflación registrada. Esa postura, aunque busca mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, genera preocupación entre los economistas, ya que podría dificultar el retorno de la inflación al rango meta del 3% fijado por el Banco de la República.
Salario mínimo 2026: estos son los escenarios que analiza el Gobierno para el incremento
Durante la última reunión de la junta directiva del Emisor, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, confirmó que el ajuste salarial para 2026 será en términos reales. Esto implica que el incremento estaría por encima del dato de inflación anual, que en agosto se ubicó en 5,10%. Si la negociación se realizara con base en ese indicador, el aumento mínimo que propondría el Gobierno superaría los cinco puntos porcentuales.
No obstante, un aumento de esa magnitud podría tener consecuencias sobre la estabilidad de precios. De acuerdo con David Cubides, jefe de investigaciones económicas del Banco de Occidente, estudios del Banco de la República han evidenciado que “por cada punto real de incremento en el salario mínimo, la inflación del año siguiente podría aumentar entre 10 y 15 puntos básicos”.
Cubides advierte que, si bien la inflación ha disminuido frente a los niveles de dos dígitos registrados en 2022 y 2023, el descenso ha sido moderado y aún se mantiene lejos del nivel deseado por el Emisor. “Estamos en una senda de corrección, pero no hemos llegado al punto óptimo. La inflación sigue por encima de lo que el Banco considera saludable”, precisó.
Una visión más prudente es la que plantea la presidente de Acopi, María Elena Ospina, quien considera que el ajuste ideal debería rondar el 6,5%, tomando en cuenta la inflación esperada y el crecimiento de la productividad.
“Siempre insistiremos en que la fórmula técnica y responsable debe considerar la inflación esperada más la productividad. La expectativa de inflación está cerca del 4%, pero estamos a la espera del dato oficial de productividad. Con esos datos se podría construir una banda de incremento razonable”, explicó Ospina.
Con ese ajuste, el salario mínimo, que actualmente es de $1.423.500, pasaría a cerca de $1.516.028 en 2026. Según la dirigente gremial, un aumento moderado permitiría mantener el poder adquisitivo sin poner en riesgo la sostenibilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan más del 90% del tejido empresarial del país.
El tercer escenario corresponde a un incremento de 9,5%, similar al decretado para 2024. Este porcentaje, que ha sido mencionado en distintos espacios por el presidente Gustavo Petro, elevaría el salario mínimo a aproximadamente $1.558.733.
Sin embargo, esta alternativa sería la más compleja de asumir para las empresas, especialmente las MiPyme, que ya enfrentan la reducción gradual de la jornada laboral y mayores cargas por prestaciones y aportes.
“La diferencia frente al año pasado es significativa. Con la reforma laboral en curso y los nuevos recargos, un aumento de 9,5% resultaría mucho más costoso. Esto podría traducirse en menor contratación formal, aumento de la informalidad y un eventual traslado del sobrecosto a los precios”, advirtió Ospina.
Desde el punto de vista macroeconómico, un aumento elevado del salario mínimo también condicionaría las decisiones del Banco de la República. Según Cubides, el Emisor mantiene su tasa de intervención en 9,25%, adoptando una postura más cautelosa ante el riesgo de un repunte inflacionario.
“Si el ajuste salarial supera la inflación esperada, el Banco podría verse obligado a prolongar las tasas altas por más tiempo, lo que limitaría la recuperación del crédito y el consumo”, señaló el analista.
Lea también:¿Tiene multas por SOAT y Técnomecánica? En este caso sería eximido de pagarla