El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio, una medida que intensifica su política proteccionista y afecta a algunos de los aliados comerciales más cercanos del país, incluyendo a Canadá y México.
Esta decisión, que forma parte de su estrategia para reducir los déficits comerciales de Estados Unidos y fortalecer la industria nacional, marca un nuevo episodio en la guerra comercial que ha caracterizado su política económica.
Panorama general: Los nuevos aranceles se aplicarán de manera generalizada a todas las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, sin exenciones para socios comerciales clave como Canadá y México, los principales proveedores extranjeros de estos metales. Además, la medida abarcará tanto metales en bruto como productos terminados, afectando una amplia gama de industrias, desde la automotriz hasta la construcción.
Según funcionarios del gobierno, la decisión responde a prácticas de países como China y Rusia, que supuestamente han buscado evadir aranceles mediante maniobras comerciales. Trump también ha ordenado a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. que refuerce la supervisión para evitar que productos de acero sean mal clasificados con el objetivo de eludir los gravámenes.
Trump reaviva tensiones comerciales con aranceles al acero y aluminio
Por qué es importante: La medida de Trump se basa en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, la misma disposición que utilizó en 2018 durante su primer mandato para imponer aranceles al acero y al aluminio. En aquella ocasión, la decisión redujo las importaciones de estos metales pero también generó represalias por parte de socios comerciales, incluyendo la Unión Europea, que aplicó aranceles a productos estadounidenses icónicos como las motocicletas Harley-Davidson y los jeans Levi Strauss.
A pesar de las tensiones comerciales generadas, Trump terminó concediendo exenciones a algunos exportadores clave como Canadá, México y Brasil, una política que posteriormente fue ampliada por el presidente Joe Biden. Con la nueva proclamación de Trump, se reviven y amplían estas restricciones, generando incertidumbre en el comercio internacional.
Detalles: El impacto de los nuevos aranceles podría sentirse en toda la economía estadounidense. A diferencia de las medidas de 2018, que se enfocaban en la producción primaria de acero y aluminio, los nuevos gravámenes incluyen productos terminados como extrusiones y placas de metal utilizadas en la fabricación de automóviles, marcos de ventanas y rascacielos. Esto podría traducirse en un aumento de costos para la industria manufacturera y, en última instancia, para los consumidores.
Mientras los proteccionistas comerciales celebran la medida como una acción necesaria para proteger a los productores estadounidenses, los analistas advierten sobre posibles aumentos en los precios y represalias comerciales de los principales socios de EE.UU., lo que podría afectar la competitividad del país en los mercados globales.
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