En una medida que intensifica las presiones sobre el gobierno de Nicolás Maduro, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la revocación de una licencia clave para la operación petrolera en Venezuela.
Impacto de la revocación de la licencia petrolera en Venezuela
La licencia en cuestión, otorgada en noviembre de 2022 durante la administración de Joe Biden, permitió a Chevron Corporation operar en Venezuela a pesar de las sanciones impuestas al gobierno de Maduro.
Con esta revocación, la petrolera estadounidense deberá cesar sus actividades en el país antes de que finalice julio, lo que supone un duro golpe para la ya debilitada economía venezolana.
La salida de Chevron significará una reducción considerable en la producción petrolera de Venezuela, que en los últimos meses había logrado superar el millón de barriles diarios gracias, en parte, a la presencia y asistencia técnica de la empresa estadounidense.
La industria petrolera es el pilar fundamental de la economía venezolana, y la retirada de Chevron podría significar un retroceso en sus intentos de recuperación tras años de crisis económica y sanciones internacionales.
La decisión de Trump también ha afectado la cotización de los bonos venezolanos y de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), que cayeron al mínimo del día luego del anuncio, según datos recopilados por Bloomberg. Esta caída refleja la incertidumbre en los mercados respecto al futuro de la producción petrolera y la estabilidad económica del país.
Chevron ha operado en Venezuela por más de un siglo, enfrentando diversas crisis políticas, golpes de Estado y conflictos internos. A mediados de 2024, la petrolera producía más de 200.000 barriles diarios en el país, con un enfoque centrado en la recuperación de deuda de PDVSA y en la reparación de pozos e infraestructuras deterioradas.
A pesar de la licencia otorgada en 2022, la compañía había optado por no realizar inversiones significativas en Venezuela debido a la incertidumbre política y la temporalidad de los permisos concedidos. Con la revocación de la licencia, Chevron pone fin, al menos por ahora, a su presencia en el país sudamericano.
Hasta el momento, ni el Ministerio de Información de Venezuela ni Chevron han emitido comentarios oficiales sobre la revocación de la licencia. Sin embargo, analistas señalan que esta medida podría dificultar aún más las negociaciones entre Estados Unidos y Venezuela en temas migratorios, económicos y políticos.
El gobierno de Maduro, que ya enfrenta presiones internacionales por la reciente elección presidencial y la represión a la oposición, deberá buscar alternativas para mantener la producción petrolera sin la asistencia de Chevron.
China y Rusia, aliados estratégicos de Caracas, podrían ser opciones para llenar el vacío dejado por la petrolera estadounidense. Por otro lado, la revocación de la licencia también tiene implicaciones para la política estadounidense.
Esta medida refuerza su postura y podría influir en el debate sobre la relación de Washington con Venezuela en la campaña electoral.
En definitiva, la revocación de la licencia petrolera marca un nuevo capítulo en la tensa relación entre Estados Unidos y Venezuela, con consecuencias que podrían afectar no solo a la industria petrolera, sino también a la economía global y la estabilidad política de la región.
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