Entender a las comunidades desde el territorio y no desde el escritorio, ha hecho la diferencia para posibilitar la transformación del sector de la energía en el Caribe colombiano. Un reto no menor, que se configura en una hazaña, no solamente técnica, sino social en los departamentos del Atlántico, Magdalena y La Guajira donde Air-e ha fijado su gestión
Por: Víctor Manuel Deluque Vidal
¿Cómo hacer un proceso de generación de confianza e innovación social en un contexto retador y cambiante, como el que caracteriza los tiempos actuales y que exige comportamientos resilientes?
Iniciemos por destacar en primera instancia una gestión estratégica y vinculante que la Gerencia de Valor Social de Air-e ha tenido con las comunidades en un amplio sentido, un camino arduo que durante estos dos primeros años ha sido objeto de acción y atención para la construcción de una conexión que vale la pena asociar al trabajo constante que se obtiene a partir de la interacción con el territorio y quien lo habita.
Y es que, decididamente, la gestión social de Air-e no descansa, no se detiene: avanza imbatible desde la disposición, pese a los grandes desafíos que día a día la cotidianidad impone generando un relacionamiento natural y constante desde la construcción colectiva de soluciones a tales desafíos.
Lo anterior se ha materializado en un plan estratégico, con la formalidad de sus acciones, que sustenta sus bases en el trabajo de campo, escuchando a sus actores destacados, prestando atención a las necesidades de los usuarios y clientes desde su realidad y de cara con las realidades que rodean a la empresa y el sector. Todo esto en el marco de un proceso de innovación social desde un entorno participativo y colaborativo, que reconoce a gobernanzas locales, que identifica a líderes que han visto cómo esta gestión continúa con un halo de optimismo y sigue in crescendo; una gestión que paso a paso se va cimentando en la memoria de las comunidades por las que trabaja, gracias a su “cómo” de intervención que empieza a experimentar atisbos de éxito en un camino largo y constante, una buena práctica que ya se convierte en objeto de análisis y estudio por parte de observadores de la Región Caribe, de Colombia e incluso de otras latitudes.
A través de la gerencia de Valor Social, hemos enfocado nuestros esfuerzos en transformar las dinámicas de relacionamiento y apoyar el desarrollo de las comunidades contribuyendo así a la sostenibilidad del negocio a través de cuatro Líneas de Acción: Energía Consciente, Generación de Ingresos, Mentes Líderes y Territorios de Equidad, y estos a su vez se apoyan en programas que buscan impactar a los grupos de interés con los cuales la empresa se relaciona, orientando sus acciones en las comunidades donde la empresa tiene su extensión.
En la línea Energía Consciente, se destacan 3 programas: Transformación, el cual promueve estrategias de cambio sociocultural por medio del uso responsable de energía, logrando impactar en 742.729 usuarios que participan en la estrategia de la transformación, con 280.228 talleres URE (Uso Responsable de la Energía), entre otros alcances; Hogares Air-e, que fomenta la eficiencia energética en la población de interés identificada, permitiendo la sustitución de neveras, consiguiendo la disminución del consumo de energía, y apuntando, de paso, al ODS 7 Energía asequible y no contaminante, haciendo entrega de 1.921 neveras a corte de diciembre 2021, y durante el 2022, a corte de noviembre, se han entregado 1.560, para un total de 3.461 neveras en estos dos años. A partir de este proceso, se ha alcanzado una disminución en consumo de los usuarios impactados hasta en un 18,55% durante el año 2021, y a 2022, el 60% de los hogares impactados disminuyó su consumo de energía en un 8%; y el reto ENNOVA, un proyecto que consiste en encontrar respuesta a la disminución del consumo de energía en las instituciones educativas de los departamentos del Atlántico, Magdalena y La Guajira articulando 385 instituciones públicas y privadas, impactando más de 30.000 estudiantes con la certeza que el conocimiento que se apropia en el aula académica se replica directamente en el hogar a través de los niños y jóvenes beneficiados.
En la línea de Generación de Ingresos, dos iniciativas son las que hacen la labor de impacto: por un lado la Certificación Técnica, generando valor por medio del enfoque diferencial e intercultural desde la empleabilidad, dinamizando así la productividad y competitividad de los territorios donde ejecutamos nuestros proyectos de inversión, otorgando el beneficio del trámite y expedición de tarjetas profesionales a técnicos electricistas, logrando hasta el momento impactar a 250 beneficiados con la expedición y entrega de la matrícula profesional; y el programa Emprende Caribe, el cual consiste en impulsar el crecimiento de emprendimientos de base comunitaria, con el desarrollo de habilidades esenciales, incentivando la vinculación de la comunidad en la ejecución del programa, con más de 1.000 emprendedores comunitarios formados con diferentes procesos de generación de conocimiento y más de 120 unidades productivas fortalecidas.
Un tercer pilar, Mentes Líderes, tiene como objetivos fortalecer y desarrollar habilidades de líderes y lideresas con el reconocimiento a la gobernanza comunitaria, validando el proceso de construcción colectiva y colaborativa, logrando la formación de más de 1.800 líderes en los dos últimos años.
Continuamos con nuestra cuarta línea y programa de responsabilidad social, Territorios de Equidad que abarca dos proyectos: uno en Puebloviejo, Magdalena, y otro en Yotojorotshi, comunidad indígena ubicada en Maicao, La Guajira. Con estas comunidades se han adelantado importantes acciones de intervención para transformar territorios en condiciones vulnerables en símbolos de oportunidades, a través de la articulación de esfuerzos de múltiples actores. Ambos espacios se rigen por 6 componentes, entre los que cabe mencionar el desarrollo económico, primera infancia y adolescencia, accesibilidad a servicios, asistencia humanitaria, gestión de alianzas y medio ambiente.
Hoy se escuchan voces validadoras de una transformación desde el territorio: “¿Sabe una cosa?, antes yo salía los domingos a pedir, ahora fui el domingo a buscar materiales y hasta unas chancletas me compré”, y unas “Manos que Transforman” buscando fortalecer y acompañar procesos de desarrollo local teniendo como principal insumo el saber de cada comunidad; desde un fogón tradicional sentimos el calor y sacrificio que las matronas, portadoras de un saber, en zonas rurales hacen para sacar adelante a sus familias durante generaciones, con un acompañamiento técnico y cultural con enfoque diferencial que valida su saber hacer, mejorando así, la calidad de vida de estas cocineras tradicionales y escucharlas decir: “Entonces todo esto es pa´que yo viva más”, y poderles responder: “No solamente más, sino mejor” Estas iniciativas, de forma integral, buscan construir con los usuarios una relación de confianza con la finalidad de ser la empresa aliada en los procesos comunitarios, de la mano de la Responsabilidad Social de la empresa, y proyectar la visión de la gerencia, la cual prevé para el año 2023, ser reconocida por su impacto en procesos que garanticen el cumplimiento de hacer la vida de todos mejor cada día, a través de la intervención de los territorios de manera integral, apoyando el desarrollo comunitario, las dinámicas de relacionamiento, contribuyendo a la viabilidad de la ejecución de los proyectos estratégicos y a la sostenibilidad.
Leer también: Una nueva mirada para transformar las políticas públicas digitales en Colombia