Confidenciales 360.
360 Radio pronosticó de acuerdo con sus lecturas, informes y estudios, que Germán Vargas será, muy posiblemente, quien obtenga el segundo tiquete para la segunda vuelta presidencial, y los astros, o como se les quiera llamar, se están configurando para que eso ocurra.
Germán Vargas Lleras está armando bajo el agua un gran submarino, con el cual saldrá a flote en las próximas semanas y mostrará todo su poderío, para así llegar a la cifra cercana de los cuatro millones de votos y asegurar su paso a segunda vuelta.
Él ha dado un giro sobre el tema del proceso de paz, pues ahora lo defiende más férreamente, ahora tomó la decisión de buscar más el voto de centro y no de la derecha, ha considerado que el voto de la derecha está con Iván Duque y que sería botar pólvora en gallinazo.
Por ejemplo, es claro que Vargas está también modificando su discurso luego de la unión del Partido de La U, de senadores como Roy Barreras que han insistido mucho en el tema de la paz y esa adhesión le ha significado un apoyo realmente importante para que su candidatura sea mucho más viable.
Vargas Lleras, sin lugar a dudas, se va consolidando como el más opcionado para llegar a la segunda vuelta, pero no se puede desconocer que tendrá que mejorar varios frentes de su campaña, sobre todo en departamentos como Antioquia, si realmente quiere avanzar de una manera contundente a ese segundo encuentro con Iván Duque que ya está en la otra orilla.
Ahora empezará con su publicidad masiva, ya sea física o en medios de comunicación, estará en la mayoría de debates posibles y tendrá la posibilidad de que Colombia vuelva a escuchar su discurso, el mismo que ha encantado muchas veces, pues ha sido coherente en posiciones como las de seguridad y formas de gobierno.
Además, al exvicepresidente del Gobierno Santos le convino que Fajardo y De la Calle no se unieran, pues el voto de la centro-izquierda se dividirá entre estos tres personajes: Sergio Fajardo, Humberto de la Calle y Gustavo Petro. Por lo cual, Germán Vargas Lleras tiene la posibilidad de buscar entre un millón o millón y medio de votos que hoy están en el centro sin decidir a dónde van.