Víctor Guillermo Ricardo Piñero fue secretario general de la Presidencia durante el gobierno de Belisario Betancur. Participó también como Alto Comisionado para la Paz durante el gobierno de Andrés Pastrana y Embajador de Colombia en Naciones Unidas, Argentina, Sudáfrica y el Reino Unido. Conversó con 360 Radio y nos dio una perspectiva actual de los procesos de paz, el mecanismo judicial y el futuro político de Colombia.
Victor G. Ricardo habla sobre la paz en Colombia
360 Radio: ¿Qué le puede decir a los colombianos en lo que está viendo frente a este incremento de las estructuras criminales, frente al debilitamiento de los diálogos de paz y frente a esa paz total, que para muchos hoy está haciendo un fracaso?
Víctor G. Ricardo: Yo creo que más que una paz total lo que se dice es una paz integral, Por qué hablo yo de paz integral, porque es la Paz tiene que ser la presencia del Estado en todo el territorio nacional, no se trata solamente de la presencia militar o de policía se trata la presencia de estados en materias sociales de educación, salud, infraestructura, fomento la agricultura, fomento que permita realmente haya una paz integral con los grupos levantados en armas.
Uno puede lograr una terminación del conflicto armado pero no una paz entonces, por eso es tan importante poder visualizar, por otra parte en materia de conversaciones con grupos alzados en armas es muy importante saber dividir con quién puedo hacer un diálogo que tenga sentido político, bajo una solución política y con quién tengo que hacer más bien un mecanismo judicial para incorporarlo son dos temas totalmente distintos.
¿Lo digo por qué? Porque con la delincuencia común no se puede llegar a hacer una agenda política, resulta imposible con gente que ha delinquido dentro de un Estado de Derecho, El algo que no se puede hacer con gentes que han asesinado o que están involucradas en delitos profundos con la sociedad que entre otras cosas en esa materia, lo que más mal ha hecho Colombia es la participación del narcotráfico.
El narcotráfico para los países desarrollados es un problema de salud pública, pero para nosotros es un problema que combate los valores, la ética y la moral están entre otras cosas invirtiendo el derecho a la vida por el derecho del dinero, y eso hace que se acaben los valores y la ética y entre otras cosas se profundice la financiación al conflicto armado porque de esa manera ellos abren caminos a los objetivos.
En los diálogos, por ejemplo, cuando se habla de cese al fuego, tienen que ser cese al fuego negociados en los cuales usted fija una zona de concentración que permita que quienes están involucrándose al cese al fuego, estén en un sitio previamente establecido y con unas comisiones de verificación nacionales e internacionales que cuiden y verifiquen las reglas del juego.
Digo eso porque si no es así y no se crean las zonas de concentración, lo que usted está haciendo en el fondo es la inmovilidad de la fuerza pública, porque la fuerza pública entonces no va a actuar por temor a violar el cese al fuego y los que realmente son benefactores de esa situación es el narcotráfico.
Por eso hablo yo de la paz integral, porque la paz debe ser con todos y para todos. Cada ciudadano, cada grupo, cada mente tiene un sueño de paz; el rico va a ser más plata, el que no tiene empleo conseguir empleo, el que no tiene vivienda conseguir viviendas, la madre que no le puede dar a los hijos en vez de robar, que el Estado haga una participación de acción de bienestar hacia la juventud.
Lo que nos falta, entonces, creo yo, es una mayor decisión que permita el fortalecimiento democrático, que a su vez se traduzca el respeto al Estado de Derecho, que se castigue el mal y no gane la impunidad y que la paz sea con todos y no con algunos…
360 Radio: ¿Por qué el país nunca ha hecho esa reforma a la justicia?
Víctor G. Ricardo: Yo creo que se han presentado varias iniciativas. El tema más profundo del delito menor es que no hay cárceles. Entonces ni siquiera es cuestión de transformar las normas; es de hacer una acción que conduzca a hacer las cárceles necesarias y adecuadas, unas para los delitos de lesa humanidad, otros para los delitos mayores, pero no tan menores, y otras para las menores.
La cárcel de los edictos menores son las comisarías, los puestos o las estaciones de policía que a los dos días tienen que soltarlo porque simplemente no tienen las condiciones para estar ahí. Entonces, no es solamente la transformación judicial que evidentemente se necesita y se necesita modernizarla, sino se necesita la acción del Estado que permita tener la infraestructura necesaria para que quien deba pagar cárcel la pague.
Entre otras cosas, con los elementos también de estrategia de seguridad que permitan que para los delitos de mayor gravedad sean cárceles de alta seguridad mientras que los menores sean otro tipo de cárceles, pero que no exista impunidad.
360 Radio:¿Usted, con cabeza fría, qué le diría a los colombianos respecto al 2026?
Víctor G. Ricardo: El 2026 debe ser una fecha ejemplar a la democracia, donde se cumplan los pedidos, se elijan nuevos mandatarios; este es el primer paso; el segundo paso es que uno debe votar a conciencia, no por las promesas, y el tercero que cada cual debemos aprovechar este tiempo para hacer un análisis de las faltas que se han cometido.
Por ejemplo, hay políticas de gobierno que no pueden ser políticas de gobierno, sino políticas de estado, entre otras la paz; le voy a poner ejemplos de Europa, allá puede usted nombrar o elegir un presidente de cualquier filosofía política de izquierda, de derecha, de centro, mono, rubio, de color, cualquiera. Pero allá, el que no cumpla con las políticas de la Unión Europea, expulsan al país; en Estados Unidos hay una institución que está encargada de vigilar que nadie se salga a los perímetros del Estado, ni el presidente de los Estados Unidos, y si se sale o arman un escándalo o pasan cosas mayores.
El gran problema que tenemos en Latinoamérica, en países como Colombia, es que no hay barreras y lo que se necesita son políticas de Estado. Cada presidente llega a presentar su propio plan de desarrollo; nosotros lamentablemente tenemos una cultura en donde el que llega quiere borrar lo que hizo el anterior para dejar su propia huella. Entonces es como la teoría de la tortuga, dos pasitos para adelante, uno para atrás.
En Colombia se habla de los desequilibrios sociales, de la diferencia entre el rico y el pobre, de la diferencia entre las zonas en vía de desarrollo para no ser absolutamente desarrolladas y las de absoluta pobreza o subdesarrolladas. ¿Por qué no pensar? ¿Por ejemplo, todos los colombianos podríamos llegar a un acuerdo nacional que permita que el plan de desarrollo se haga a 60 años?
Llevamos 200 años en conflicto en guerra, los últimos 100 años más recordados por los habitantes actuales del país. Si hemos aguantado 100 años en conflicto, por qué no hacemos una política de Estado de 60 años que permita proyectar todos los ingresos y a su vez la capacidad de endeudamiento y hacer previamente a cualquier gobierno una distribución que permita generar un mejor equilibrio social.
Y que no haya por lo tanto los objetivos de la gente que dice que yo me alcé en armas porque el Estado no funciona? Si elegimos presidentes cada cuatro años a administrar un plan y no a cambiar de la anterior, y que sea un plan a 60 años, entonces tendríamos un país con mayor equidad, con mayor justicia, con mayor equilibrio en reformas, sin reformas tributarias cada rato porque está debidamente planeado como política de Estado.
Por supuesto, elegimos cada cuatro años presidente y le damos un porcentaje de un presupuesto adecuado, el 3% o el 4% para sus necesidades, pero que nombremos gerentes de un proyecto y no simplemente personas que borren lo anterior para dejar su propia cuenta.
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