Un devastador terremoto de magnitud 7,7 ha sacudido Birmania (Myanmar) este viernes, provocando no solo una crisis en el país, sino también efectos significativos en las naciones vecinas de China y Tailandia.
Terremoto de magnitud 7,7 en Birmania: consecuencias devastadoras para la región
El epicentro del sismo fue localizado a unos 16 kilómetros al norte de la ciudad de Sagaing, en el noroeste de Birmania, y ocurrió a las 12:50 hora local (06:20 GMT).

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), la profundidad del sismo fue de 10 kilómetros, lo que hizo que las ondas sísmicas se sintieran con gran intensidad en las regiones circundantes, incluido el norte de Tailandia y la capital de Birmania, Naipyidó.
En Birmania, el terremoto ha causado severos daños estructurales y ha dejado un saldo incierto de víctimas. La junta militar que gobierna el país ha declarado el estado de emergencia en seis regiones del centro y norte del país.
En la capital, Naipyidó, las autoridades han movilizado recursos para atender a los heridos, mientras que las infraestructuras del país, ya debilitadas por décadas de inestabilidad política y económica, han sufrido graves daños.
En uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, el Museo Nacional, el terremoto provocó el colapso parcial del techo y grietas en las paredes, dejando a los trabajadores y periodistas presentes aterrados.
Varios de ellos lograron salir rápidamente del edificio, mientras que otros intentaban contactar con sus familias. Las autoridades locales han confirmado que los hospitales, especialmente en las zonas rurales, se encuentran colapsados debido a la llegada masiva de heridos.
El sistema de salud en Birmania, ya frágil debido a los conflictos internos y la falta de recursos, está en un estado crítico, lo que complica la atención a los numerosos afectados por el terremoto.
La falta de una infraestructura adecuada y la deficiente planificación urbanística en muchas ciudades birmanas han convertido al país en una de las regiones más vulnerables en caso de desastres naturales.
Destrucción en Tailandia: un rascacielos se desploma
Tailandia, aunque distante del epicentro, también ha sentido los efectos del terremoto con una intensidad alarmante. La capital, Bangkok, a unos 1.000 kilómetros del epicentro, fue una de las zonas más afectadas. Las autoridades locales han decretado el estado de emergencia ante el daño generalizado y la dificultad para gestionar los recursos en la ciudad.
Uno de los incidentes más dramáticos tuvo lugar en un rascacielos en construcción de más de 30 pisos. Tras el fuerte movimiento sísmico, el edificio colapsó parcialmente, atrapando a al menos 43 obreros en los escombros. Las autoridades tailandesas han informado que se espera que el número de víctimas sea aún mayor, pues la policía estima que hay «cientos de heridos» que necesitan atención urgente.
Equipos de rescate y bomberos trabajan sin descanso en la zona del desastre, intentando localizar y salvar a las víctimas atrapadas en el amasijo de hierros y bloques de cemento.
Aunque el número de víctimas aún no ha sido confirmado, las imágenes de los rescates muestran escenas de angustia, con rescatistas y civiles colaborando en la extracción de los heridos. El gobierno tailandés ha activado todos sus recursos y ha solicitado ayuda internacional para hacer frente a la crisis.

Aunque el epicentro del terremoto se encontraba en Birmania, las intensas sacudidas también se sintieron en partes de China, especialmente en las regiones cercanas a la frontera. Las autoridades chinas han emitido alertas sísmicas, aunque no se han reportado daños graves en el país hasta el momento.
Se espera que los efectos a largo plazo sean más evidentes a medida que los equipos de rescate trabajen en las zonas afectadas.
Los terremotos en Birmania no son un fenómeno raro. La región está ubicada sobre la falla de Sagaing, una fractura tectónica activa que recorre de norte a sur el centro del país. Desde 1930, varios terremotos de magnitudes superiores a 7 han sido registrados en esta zona, lo que aumenta la vulnerabilidad de las comunidades locales a este tipo de desastres.
El país ha experimentado un crecimiento urbano acelerado en las últimas décadas, pero las infraestructuras siguen siendo precarias y mal planificadas. Las autoridades nacionales enfrentan desafíos en términos de respuesta ante emergencias, y la falta de recursos adecuados dificulta las tareas de rehabilitación tras un desastre natural de esta magnitud.
El terremoto que sacudió Birmania y afectó a Tailandia y China ha puesto de manifiesto una vez más la vulnerabilidad de la región ante desastres naturales. Aunque las tareas de rescate y auxilio continúan, la magnitud de los daños y la incertidumbre sobre el número de víctimas han dejado a los tres países en una situación de emergencia.
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