En esta entrega de nuestro especial periodístico que tenemos en alianza con Comfama en el marco de su campaña «Votar es Cuidar» conversamos con Miguel Silva, académico experto en política. Dialogamos sobre participación democrática, transformación de las instituciones, la importancia del voto y de conversar alrededor de este mecanismo democrático.
Por: Redacción 360 Radio
Estamos conversando con académicos y académicas, expertas en política, participación ciudadana, democracia y sociedad.
Esta vez el turno fue con Miguel Silva quien es académico, experto en política y que ha trabajado en el sector educativo.
360 Radio: Empecemos por la importancia de incentivar la participación política por medio del voto. Uno escucha a muchas personas en la calle, compañeras, compañeros, familiares que no se animan a votar. Algunas personas dicen que es porque no hay candidatos o todos son muy malos, otras personas no creen en el sistema democrático, que no le tienen fe a nuestras instituciones. ¿Cómo considera usted que se puede animar a estas personas para que puedan votar y participar activamente este 29 de octubre?
Miguel Silva:
Lo primero es señalar que definitivamente si uno no participa en democracia otros participarán por uno. Esa es una regla básica que debemos tener siempre presente porque en la medida en que podemos ejercer el derecho al voto, ahí vamos a tener la posibilidad de manifestar nuestras inconformidades, nuestra forma de ver la sociedad y qué es lo que queremos para el futuro nuestro y de la sociedad.
Muchas personas creen que la política no tiene nada que ver con uno, que la política es un tema que tiene que ver con los políticos y eso es completamente falso. Todo lo que pasa en nuestras vidas, pasa precisamente por decisiones políticas y si nosotros no nos implicamos en la toma de esas decisiones, si no incidimos en la elección de los representantes, vamos a tener un problema precisamente de cómo sucede la vida en la sociedad.
Si por ejemplo elegimos malos gobernantes, vamos a tener malas políticas, pero también un componente muy importante que hay que tener en cuenta para este 29 de octubre y es una función primordial que es la función del control político. Control político significa que en las democracias nos inventamos la división del poder para evitar que la acumulación del mismo se convirtiera posteriormente en ejercicios de abuso de autoridad.
Por eso elegimos alcaldes y al mismo tiempo elegimos un concejo cuya responsabilidad fundamental es la de hacer control político a esos gobiernos ¿Qué es el control político? es exigir que los alcaldes cumplan lo que prometieron, que ejecuten bien los recursos, que no haya corrupción y que finalmente cumplan las metas que se han propuesto.
Entonces los concejos son como una especie de junta directiva de la ciudad donde se le rinde y se le exigen cuentas a los gobernantes, por eso es importante elegir buenos alcaldes, pero también buenos concejos, buenos gobernadores y buenas asambleas. Eso es clave para el ejercicio de la democracia porque desde 1991 que venimos en este proceso de descentralización político administrativa, cada vez son más importantes los alcaldes, los concejos, los gobernadores y los diputados.
360 Radio: Una cosa fundamental cuando estamos eligiendo a estas instituciones que hacen control político es el votar bien. Nuestro objetivo es incentivar al voto, sea por X o por Y pero de todas maneras si es importante saber votar bien. Que el voto nuestro sea un voto programático, basado en las propuestas de los candidatos y candidatas. ¿Cómo considera usted que se puede incentivar a que las personas ejerzan ese voto programático?
Miguel Silva:
Ahí hay una discusión, un debate muy importante alrededor de qué es un buen voto y que es votar bien. Lo primero que hay que señalar es que los políticos no son dioses, son personas de carne y hueso y como tal son susceptibles al error, pero también al acierto. Esto es clave que lo tengamos en cuenta porque muchas personas votan pensando que están votando por una persona perfecta y eso no es real, eso no sucede en ninguna parte del mundo.
Eso exige una responsabilidad muy grande de la ciudadanía. Entender que el político llega hasta una parte y la persona por la que usted vota llega hasta una parte, pero también se exige un ejercicio de corresponsabilidad de la ciudadanía. Hay que exigirle cuentas a esa persona por la que usted votó, que le cumpla realmente por lo que prometió, que lo haga bien. Entonces ahí la ciudadanía tiene un papel muy importante en ese ejercicio de exigirle cuentas a las personas por las que están votando.
Yo no estaría muy de acuerdo en que un buen voto sea solamente por ideas, por supuesto que las ideas son fundamentales, pero también juega un papel muy importante las personas, sobre todo hoy en día donde el populismo ha venido ganando tanto terreno y engañar a las personas terminan siendo tan fácil. Lo que hemos visto es que prometen y presentan unas ideas y cuando llegan al gobierno no cumplen y por eso tenemos un problema en la democracia de desconfianza.
Muchas personas deciden no votar porque dicen que este gobernante prometió algo y no cumplió. Se preguntan para qué volver a votar. También hay que fijarse en el tipo de persona porque no elegimos máquinas ni dioses, estamos eligiendo personas y hay que mirar que tengan unos valores, unas cualidades, unas habilidades que les permitan hacer un buen trabajo.
Entonces creo que es una sana combinación entre ambas cosas: son muy importantes las ideas del contenido programático, pero también es muy importante la persona, su trayectoria, sus características. Porque de nada nos sirve que tenga buenas ideas y no las va a cumplir, de nada nos sirve tampoco que sea una buena persona, pero que no tenga buenas ideas. Es una combinación de ambas cosas.
360 Radio: Hay un asunto importante que es la educación que tenemos nosotros en nuestro país y como también hay una brecha en la calidad educativa dependiendo de los territorios, de dónde vienen las personas ¿Qué hacer ahí al respecto para que más personas en territorios muy alejados de la ciudad acá en Antioquia o incluso dentro de la ciudad pero que son periféricos participen activamente y voten?
Miguel Silva:
Si, es muy importante entender que cuando hablamos de educación debemos dejar de pensar solamente en la responsabilidad de las instituciones educativas y debemos pensar más bien en comunidades. La responsabilidad que tienen las comunidades educativas, por ejemplo, el rendimiento académico de un niño no depende solamente del colegio depende de cosas tan básicas como si los papás le ayudan a hacer las tareas, si tiene un entorno seguro para disfrutar una calidad de vida.
Un niño sin acceso a áreas verdes, sin acceso a árboles, es un niño que no va a tener la misma calidad de vida y por lo menos por lo mismo sus procesos de aprendizaje van a verse afectados. Esto traslapado al asunto de la política nos vuelve a una responsabilidad sobre la ciudadanía en la política y yo quiero insistir mucho en esto porque la democracia es un es un derecho, pero también debe ser visto como un deber. Prepararse para poder participar es un deber fundamental, no se trata de participar por participar y aquí las familias cumplen un papel muy importante.
Las conversaciones y la manera en la que se construye esa cultura democrática no es necesariamente responsabilidad de los gobiernos ni solamente de instituciones educativas, es responsabilidad también de la sociedad. Esas comunidades educativas, deberían promover esos valores democráticos en la misma casa. ¿Cómo se dan las conversaciones? ¿En una casa se puede conversar y dialogar o solamente se obedece y se dan órdenes?
Desde ahí desde ese nivel micro es donde se construye democracia y creo que es muy importante pensar en esto cuando tratamos de mirar la responsabilidad de los gobiernos. A veces miramos más lo que sucede de la puerta de la casa para afuera de lo que sucede hacia adentro y adentro hay una serie de reflexiones importantísimas que están directamente relacionadas con la calidad de la democracia.
360 Radio: ¿Cómo considera usted que está el sistema electoral en el que vivimos? Tendrá sus fallas, como todo sistema creado por humanos ¿Cómo podría mejorar? Hay algunos lugares en el mundo donde por ejemplo el voto es obligatorio ¿Se podría implementar eso acá en Colombia? ¿Cómo podría cambiar nuestro sistema para que las personas de verdad sientan esa pasión por participar activamente por votando?
Miguel Silva:
Las instituciones como son resultado de las ideas de seres humanos, son imperfectas. Hay unas instituciones mejores que otras, pero esto le sirve a uno también como invitación a la participación. La única manera de mejorar las instituciones es participando, y se requiere una participación continua porque nunca vamos a tener las instituciones perfectas: siempre vamos a tener la necesidad de actualizarlas, de mejorarlas.
Lo otro que que quisiera señalar al respecto es que si a nivel institucional, entendiendo la democracia como la participación también dentro de unos canales institucionales, nos hace falta desarrollar nuevos instrumentos, por ejemplo, la participación no puede restringirse solamente al voto, nuestros mecanismos de participación se están quedando obsoletos.
Podemos participar a través de los cabildos pero ¿cada cuánto se hace un cabildo y cómo se realiza? Todos los mecanismos de participación pues terminan siendo obsoletos y en parte creo que el malestar social que se ha manifestado en los últimos años en Colombia ha tenido que ver con la incapacidad para poder plantearnos escenarios institucionales que permitan la participación.
Hay figuras que han intentado otros países con relativo éxito como las figuras de las asambleas ciudadanas que son espacios, por ejemplo, en el que se convocan personas de manera aleatoria, participan con una información, hacen una deliberación, llegan algunas ideas, hacen recomendaciones y terminan siendo unos insumos muy importantes para la toma de decisiones.
Nosotros en Colombia no hemos llegado hasta allá y deberíamos estar explorando otro tipo de instancias de participación porque muchas veces también sucede que abrimos esos espacios, por ejemplo los cabildos y llegan las mismas personas de siempre con los mismos reclamos de siempre a cooptar esos espacios y terminan restringiendo la participación de la ciudadanía.
Cuando hablamos de participación nos preguntamos ¿Quién participa, para qué participa y en nombre de quien participa? y por eso necesitamos unos espacios mucho más amplios, incluso hasta más objetivos, donde podamos realmente plasmar la diversidad de la sociedad. No vivimos en sociedades homogéneas y por eso la noción de la representatividad es tan difícil porque representar a un grupo social es muy difícil. Las personas que componemos la sociedad somos muy distintas unas de otras y por eso el reto de la representatividad es tan grande.
Un espacio importante podría ser esa deliberación en la que el intercambio de ideas entre personas diferentes nos permita a nosotros ver las cosas de otra manera, abordar los problemas de otro punto de vista e incluso pensar en soluciones, que a mucha gente no se le ocurren. La sabiduría popular muchas veces tiene respuestas a la mano frente a los problemas que los técnicos y los políticos muchas veces pierden de vista.