360 Radio Colombia presenta el especial Redes de Bienestar – El rol de las cajas de compensación en la sociedad colombiana, un espacio para dialogar, profundizar y analizar cómo este sistema se ha convertido en una de las claves del país para cerrar brechas de desigualdad social en Colombia, a través de distintas opciones que brindan a los usuarios y ciudadanos.
Las cajas de compensación familiar en Colombia han sido un pilar fundamental en la promoción del bienestar social y la reducción de la desigualdad. Estas entidades han brindado apoyo a millones de trabajadores y sus familias, ofreciendo beneficios en vivienda, educación, salud, recreación y subsidios monetarios. Su impacto en la equidad social es innegable, pero también enfrentan grandes desafíos en un contexto de cambios económicos y laborales.
En total, hay 42 cajas de compensación con presencia en 895 municipios del país para ofrecer soluciones, subsidios y ayudas en vivienda, educación, salud, empleo, cuidado de la primera infancia, recreación, cultura y uso del tiempo libre. Según datos de Asocajas, a corte de septiembre de 2023, se registraron más de 785.000 empresas aportantes, 10,8 millones de trabajadores afiliados y 10,7 millones de familiares beneficiarios, para un total de 21,5 millones de personas.
Tal es así el trabajo de estas entidades que el 26 de febrero de 2024 se destacaron varias en el ranking Merco Responsabilidad ESG Colombia 2024, dando lugar a unos resultados que muestran a las compañías colombianas que tienen más en cuenta la “responsabilidad”. Para medirla, se integran las valoraciones de diferentes fuentes de información en torno a tres aspectos clave que se titulan ESG por sus siglas en inglés: Environment, Social y Governance.
Colsubsidio, Comfama, Compensar y Cafam obtuvieron puntajes de 6.949; 6.763; 6.658 y 6.358 respectivamente, lo que les permitió estar en el top 100 de las empresas destacadas por Merco.
A lo largo de la historia, las Cajas de Compensación han visto distintos panoramas en el país. Nacieron como una respuesta a las desigualdades económicas y sociales de los trabajadores colombianos. Durante la industrialización del país en la primera mitad del siglo XX, los obreros tenían condiciones laborales difíciles y bajos salarios, lo que generaba una creciente presión social para mejorar su bienestar.
En 1954, bajo el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, se creó la primera Caja de Compensación en Colombia: «Caja de Compensación Familiar de Antioquia» (Comfama). En 1963, durante el gobierno de Guillermo León Valencia, se promulgó la Ley 58, que formalizó el sistema de Cajas de Compensación y estableció la obligación de las empresas con más de 10 empleados de afiliarse y aportar un porcentaje de su nómina (4%) a estas entidades.
A partir de este momento, se crearon varias Cajas en diferentes regiones del país, como Cafam (Bogotá), Colsubsidio, Compensar y Comfenalco, entre otras.
¿Cómo funionan las cajas de compensación?
Se financian a través del aporte del 4% sobre la nómina de las empresas afiliadas y su propósito es redistribuir estos recursos para mejorar la calidad de vida de los trabajadores de menores ingresos. A través de estos recursos, las cajas de compensación ofrecen una amplia gama de beneficios, entre ellos:
- Subsidios monetarios para trabajadores con ingresos hasta de cuatro salarios mínimos.
- Programas de vivienda que incluyen subsidios para compra, construcción o mejoramiento de vivienda.
- Créditos y becas educativas para empleados y sus familias.
- Servicios de salud y bienestar mediante convenios con EPS y clínicas.
- Acceso a recreación y cultura a precios accesibles.
Impacto en la reducción de la desigualdad social
Uno de los mayores impactos de las cajas de compensación en la equidad social es el acceso a vivienda digna. Según cifras del Ministerio de Vivienda, entre 2018 y 2023, más de 600.000 hogares colombianos han recibido subsidios de vivienda a través de las cajas de compensación.
Estos subsidios permiten a las familias acceder a créditos hipotecarios con mejores condiciones o completar la cuota inicial para adquirir una vivienda propia. Sin este apoyo, miles de trabajadores de ingresos bajos y medios no tendrían la posibilidad de comprar una casa.
Otro de los grandes impactos se da en el sector educativo, pues las cajas de compensación han jugado un papel clave en este aspecto. A través de becas, subsidios y créditos educativos, han permitido que miles de jóvenes accedan a educación técnica, tecnológica y universitaria.
El acceso a la recreación y la cultura es otro de los grandes aportes de las cajas de compensación a la equidad social. Estas entidades administran parques recreativos, centros vacacionales y actividades culturales con tarifas subsidiadas, permitiendo que miles de familias de escasos recursos disfruten de experiencias que de otro modo serían inaccesibles.
Retos y desafíos de las cajas de compensación
Sostenibilidad financiera: Uno de los mayores desafíos que enfrentan las cajas de compensación es la sostenibilidad financiera. Con el crecimiento del empleo informal, el trabajo remoto y la contratación por prestación de servicios, cada vez menos trabajadores cotizan al sistema. Esto representa un riesgo para la financiación de los programas sociales que benefician a los trabajadores de menores ingresos.
Según el DANE, la informalidad laboral en Colombia supera el 58% en algunas regiones, lo que significa que más de la mitad de la población económicamente activa no cotiza a las cajas de compensación. Esto limita la capacidad de estas entidades para continuar ofreciendo sus beneficios.
Fernando Cárdenas, Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque, explica que «Los programas orientados a la compra de vivienda merecen una revisión. En la actualidad, una familia con ingresos de hasta dos salarios mínimos puede acceder a un subsidio de 42,7 millones de pesos, una cifra nada despreciable pero condicionada a los ingresos de los hogares, por lo que para solicitar y utilizar el subsidio se debe tener un buen fondo de ahorros, un préstamo o el acceso a otros subsidios».
Mayor demanda de subsidios y servicios: En tiempos de crisis económica, más trabajadores necesitan acceder a los subsidios y beneficios de las cajas de compensación. Sin embargo, el crecimiento de la demanda no siempre es proporcional al aumento de los ingresos de estas entidades, lo que genera presiones sobre su presupuesto y capacidad operativa.
Además, las cajas han tenido que ampliar su portafolio de servicios para atender nuevas necesidades, como apoyo psicológico, formación en habilidades digitales y programas de inclusión financiera. Adaptarse a estos cambios es clave para seguir siendo relevantes y eficaces en la reducción de la desigualdad.
Modernización y digitalización: Para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, las cajas de compensación deben modernizar su modelo de gestión y aprovechar la digitalización para mejorar su eficiencia. Implementar plataformas digitales para la entrega de subsidios, formación en línea y trámites automatizados puede optimizar los procesos y reducir costos operativos.
María Claudia Lacouture, Presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, señala que «A pesar de los desafíos económicos y sociales, las Cajas de Compensación siguen siendo un pilar fundamental para la protección de los trabajadores y sus familias. En un contexto donde muchos jóvenes enfrentan incertidumbre sobre su jubilación debido a la inestabilidad del sistema pensional, el papel de las Cajas es más relevante que nunca».
Para garantizar su permanencia y eficacia en el futuro, es fundamental que estas entidades adopten estrategias innovadoras, promuevan la formalización laboral y aprovechen las oportunidades que brinda la digitalización. Con estos ajustes, las cajas de compensación podrán seguir siendo un motor de equidad y desarrollo social en el país.