Más allá del potencial: los retos del hidrógeno en Colombia

Para que el hidrógeno deje de ser solo una oportunidad y se convierta en un recurso competitivo, hay que superar los grandes retos

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En los últimos años, Colombia ha logrado posicionarse en la conversación global sobre hidrógeno verde, una alternativa energética clave en las estrategias de descarbonización. Esta fuente de energía ha cobrado relevancia internacional ante la urgencia de reemplazar los combustibles fósiles, especialmente en sectores difíciles de electrificar como el transporte pesado, la industria o la aviación.

Colombia cuenta con ventajas importantes, como el  potencial eólico en el norte del país y abundante luz solar en buena parte del territorio. Zonas como La Guajira, Magdalena y Atlántico se destacan por su capacidad para generar energía renovable, lo que convierte al país en un lugar privilegiado para producir hidrógeno. De hecho, sus recursos naturales son comparables con los de algunas de las mejores regiones del mundo en este campo.

El país ha avanzado con la elaboración de una Hoja de Ruta del Hidrógeno y el diseño de un marco regulatorio, cuyo objetivo es desarrollar un ecosistema favorable para la producción, inversión y para la futura exportación del hidrógeno. Como parte de este proceso, Colombia ha contado con la cooperación técnica de embajadas como la de los Países Bajos,  Dinamarca y Alemania, tres referentes globales en temas de energía limpia y logística portuaria. Estos intercambios han servido para fortalecer la visión nacional, identificar brechas y adaptar experiencias internacionales al contexto local.

Una de las estrategias más recientes en Colombia es enfocarse en la consolidación de pequeños proyectos piloto. Este enfoque no solo permite avanzar de manera más escalonada, sino que también facilita la identificación de desafíos puntuales que deben ser atendidos si el país quiere ser competitivo y atractivo tanto para inversionistas como para compradores internacionales.

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El primer gran reto es la financiación. Los proyectos de generación eólica y solar necesarios para producir hidrógeno de bajas emisiones requieren inversiones considerables, además de condiciones que garanticen estabilidad y retorno de la inversión. A esto se suma que, hoy, producir hidrógeno con fuentes fósiles  sigue siendo más económico, lo que dificulta la viabilidad financiera de proyectos verdes. En este caso, es necesario encontrar una solución que permita reducir costos para obtener una producción de hidrógeno de una forma más rentable.

Otro desafío es la infraestructura logística y portuaria. Para exportar hidrógeno, se necesita una red de transporte especializada y puertos adecuados. Aún no existe en el país una infraestructura con estas capacidades, lo cual limita la posibilidad de llevar el hidrógeno colombiano a mercados internacionales de manera competitiva. Además, el mercado interno de hidrógeno aún es menor, lo que hace que se dependa únicamente de la exportación.

Para que el hidrógeno deje de ser solo una oportunidad y se convierta en un recurso competitivo, hay que superar los grandes retos. La clave será identificar prioridades y trabajar de forma coordinada entre gobierno, sector privado y cooperación internacional. Colombia tiene el potencial, pero solo será un actor relevante en el mercado global del hidrógeno si logra consolidar normas claras, infraestructura adecuada y una estrategia de bajos costos pensada tanto para el mercado interno como para la exportación.

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