Aunque falta poco menos de dos años para que se posicione el sucesor del presidente Iván Duque, no es temprano para entender que en menos de 8 meses podremos conocer en definitiva a quiénes estarán en el partidor por esta carrera presidencial.
Por: Redacción 360 Radio
No solamente la pandemia que atraviesa el mundo ha llevado a que los movimientos políticos, empresariales y sociales comiencen a revisar con profundidad el panorama político en el país. Un panorama político fuertemente marcado por las regiones, por unos protagonismos notables de algunos exgobernantes en Antioquia, en el Caribe y en el Valle y, desde luego, por todos los matices que han incurrido en los últimos meses en el panorama político nacional.
Desde la detención preventiva de la libertad para el expresidente Álvaro Uribe Vélez, hasta el punto de quiebre para el gobierno Duque en su recta final. Este último tiene que ver con los desmanes que tuvieron lugar antes del coronavirus, producto de revoluciones aparentemente sociales en donde, claramente, también hay intereses políticos.
Y, ahora, con las protestas que se han presentado recientemente en Medellín, Bogotá y Cali, sin importar la presencia de la pandemia; justificadas en la indignación que causó el asesinato del abogado Javier Ordoñez en Bogotá a manos de dos agentes de la Policía Nacional.
No solamente ese orden público nacional, sino la necesidad de reagendar el país, de dar un ‘reset’ a todo el estamento nacional, de darle un nuevo aire y de entender los nuevos retos en las dimensiones apropiadas que se avecinan luego de una pandemia; hacen que se empiece a pensar más rápidamente en quién puede ser el sucesor del presidente Iván Duque.
Además, con un reto gigantesco no a corto plazo, sino todo lo contrario, distintos centros de pensamiento, universidades, bancos y agencias han interpretado que el mundo necesitará cerca de 10 años para recuperarse de todo lo negativo que le ha dejado el coronavirus a la economía.
Los partidos tradicionales atraviesan como cada dos años por distintas crisis, pero pareciera que ya está establecida una jurisprudencia que indica que nunca van a desaparecer por más crisis que tengan.
Ahora, desconocer que hay unos mandatarios regionales distintos que llegaron al poder con proyectos técnicamente independientes y que han marcado una nueva ola en la política nacional, sería desconocer una votación popular. Eso también pesa en la balanza a la hora de elegir un presidente.
Cuando Iván Duque recibió un castigo político, con la derrota de su partido en las pasadas elecciones regionales, también se pasa la bola del lado de la cancha, y las presidenciales se convierten en una oportunidad para que las personas evalúen a estos gobiernos de izquierda que se han posicionado desde el año pasado.
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Así, el Centro Democrático contempla algunas precandidaturas de sus congresistas y de militantes independientes, como la de las senadoras Paloma Valencia y Paola Holguín; Ernesto Macías o Edward David Rodríguez. Incluso de independientes como Rafael Nieto y de ministros actuales como Carlos Holmes Trujillo.
Por otra parte, hasta hoy parece que la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez no tomará asiento en este partidor y no se presentará las elecciones presidenciales. También, en el Centro Democrático estaría el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, quien aunque no esté confirmado, es cierto que ha sido seducido y ha contemplado la posibilidad a través de firmas. Si esto ocurre, la congresista Paola Holguín retiraría su candidatura y se uniría a este.
De todos los precandidatos que tiene el Centro Democrático quien tiene mejor la imagen en las encuestas es el exalcalde de Medellín. Aunque hay que ver si este acepta ir por este movimiento, pues es cierto que el Centro Democrático con la detención del expresidente Uribe va a llegar desgastado a las presidenciales. Pero siempre existe la posibilidad de que el partido repita la presidencia.
Además, en el panorama de la centro-derecha, el Partido Cambio Radical, al que aún pertenece el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, va a poner un nombre a consideración: podría ser Vargas Lleras o el del exalcalde de barranquilla Alejandro Char.
El partido Conservador quiere poner a consideración del país el nombre de Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa y exembajador de Colombia en Estados Unidos.
Así las cosas, el Centro Democrático pondría en su pitch de partida a quien gane sus famosos, flamantes y cuestionados procesos internos, que parecen indicar que el favorito sería Federico Gutiérrez.
En la contraparte, la centro-izquierda consideraría a Sergio Fajardo, quien junto a Federico Gutiérrez estaría atento a lo que suceda con Hidroituango, proceso que posiblemente podría afectar sus candidaturas. Igual atención prestaría Fajardo a lo que ocurra con Aníbal Gaviria, investigación que además de involucrarlo a él, está relacionada con el exgobernador Luis Alfredo Ramos.
En este partidor, un poco más a la izquierda estaría Jorge Robledo, quien sería candidato presidencial del Polo Democrático y, a la extrema izquierda, estaría Gustavo Petro.
En este escenario parece haber un abanico de seis con los nombres que se estiman hoy en todas las huestes, colectividades políticas y círculos empresariales.
El presidente Iván Duque no dudaría en hacer guiños al interior de su partido para la elección de un candidato y en este caso, conversaciones informales y poco comprometedoras han revelado algunos conceptos compartidos en donde la derecha está obligada a encontrarse con tres virtuales candidatos.
Cada uno de estos cuenta con una colectividad que tiene buenas mediciones, potencial y aceptación en el mundo empresarial, gremial e incluso en el académico. Así podría conformarse un buen acuerdo de la centro-derecha para buscar la presidencia en 2022.
En algo que concuerdan es que ningún partido la va a ganar por su propia cuenta y que una alianza programada y partidista entre Cambio Radical, Centro Democrático, Partido Conservador, partidos cristianos, evangélicos y corrientes similares podría llevar a que la presidencia quede en cabeza de uno de estos nombres mencionados anteriormente.