“Todos vamos en un barco en la mitad de una tormenta, yo decidí bajarme antes de que la mayoría nos ahoguemos”. Álvaro Molina
Álvaro Molina un maestro de la gastronomía colombiana, quien se deleita hablando de aquellas recetas heredadas por nuestros abuelos y creador del restaurante La Casa Molina, quien tiene presencia por casi 10 años en la Mall Indiana. Es una de las víctimas de la crisis económica que ha generado la contingencia ocasionada por el Covid-19.
El reconocido chef, que puede ser catalogado uno de los referentes de la gastronomía en Medellín y Colombia, ha anunciado a través de su cuenta de Facebook, este martes 12 de mayo el cierre de su restaurante La Casa Molina. Por su parte, aunque su elección le genere preocupación, se encuentra tranquilo frente a la decisión tomada. Sin embargo para muchos clientes fieles, esta ha sido una muy triste noticia, Álvaro recibió casi cinco llamadas de personas llorando manifestando su dolor frente al comunicado.
Molina además de ser un gran chef, es pescador, lo que le ha dado pie para hacer uso de una metáfora que le permitiera explicar el por qué de su decisión. “Todos vamos en un barco en la mitad de una tormenta, yo decidí bajarme antes de que la mayoría nos ahoguemos”. Y también aclara que este no es el final de su carrera, la cocina es su gran pasión y esta situación lo que ha logrado es llevarlo nuevamente a sus raíces, donde hace 20 años, antes de su emprendimiento, lo que hacía era ofrecer experiencias a través de sus platos en la casas de los clientes. Aunque en esa época no se conocían los conceptos de chef en casa o cenas clandestinas, él ya lo practicaba.
Álvaro Molina explica lo que se vive en la situación actual, donde a pesar de que presenta gran solicitud de domicilios, las ventas no llegan a lo esperado, mientras los costos fijos permanecen y señala que “se vale soñar, pero con los pies en la tierra”. Este panorama lo ha impulsado a tomar dicha decisión y quitarse un peso de encima de una vez, ya que considera que “tomar decisiones más adelante no solo puede ser más doloroso, sino más costoso”.
Hace ocho años Álvaro se enfrentó a un fuerte suceso en su vida, donde la encontraron muerto en la calle y después de casi 50 minutos lo lograron revivir, esta experiencia le ha enseñado de desapego, “hay que aprender a desprenderse, tener la certeza de que todo empieza y tiene un final”. Esto ha hecho que su cierre le genere nostalgia, más no tristeza y tenga optimismo para ver un nuevo panorama.
Por esta razón, ahora busca reinventarse y seguirá acompañando a sus comensales a través de las consultorías y brindando experiencia de chef en casa cuando sea permitido. No obstante, aunque el cierre fue definitivo, Molina no descarta la opción de regresar a un local propio.
El chef además hace varias recomendaciones para otros restaurantes, donde recomienda estudiar bien los productos que pueden llegar en buen estado a las casas de los clientes y realizar una carta especial para esto, donde piensen en la calidad del servicio y precios atractivos, para que todos puedan disfrutar de buena gastronomía en casa. Adicionalmente, considera que podrán sobrevivir aquellos restaurantes que cuentan con un cocinero en su cabeza y no aquellos pertenecientes a grupos de inversionistas.