La revolución digital ha irrumpido en todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo la forma en que manejamos nuestro dinero. Sin embargo, en América Latina, la transición hacia los pagos digitales no es uniforme en toda la región. Un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela las tendencias de pagos en la región, destacando tanto los avances hacia lo digital como la persistencia de los métodos tradicionales de pago en efectivo.
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Panorama general: El informe del BID, titulado ‘Ecosistemas de Pagos Digitales en América Latina y el Caribe’, examina el panorama de los pagos en varios países de la región, incluyendo a Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia, Costa Rica y República Dominicana. Revela que, si bien algunos países han avanzado hacia la digitalización de los pagos, otros aún dependen en gran medida del efectivo.
El BID desarrolló un sistema de puntuación para evaluar la estructura de los ecosistemas de pagos en los países analizados. Brasil y Chile lideran la lista con altas calificaciones en acceso y uso, infraestructura, agentes, regulación, e innovación, coordinación y transparencia. Por otro lado, países como Bolivia y Perú obtuvieron calificaciones más bajas, lo que refleja un menor desarrollo en sus sistemas de pagos.
El informe destaca la evolución digital en países como Bolivia, Ecuador, Perú, México y Colombia aún tienen altos niveles de efectivo en circulación. En contraste, Chile, Brasil, Argentina, Costa Rica y República Dominicana lideran en la adopción de pagos electrónicos.
Revolución digital en América Latina
El reporte además destaca cuáles son los países con mayor uso de efectivo, así como aquellos que más emplean los pagos electrónicos:
– Mayor uso del efectivo en circulación: Bolivia (25,3%), Ecuador (16,3%), Perú (9,70%), México (9,4%) y Colombia (9%).
– Países donde se realizan más pagos digitales: Chile (70 %), Brasil (61 %), Argentina (52 %), Costa Rica (44 %) y República Dominicana (37 %).
Por qué es importante: A pesar de los avances, el BID señala que el mayor desafío radica en la universalidad de los sistemas de pago. Es crucial promover la inclusión financiera y fomentar la innovación para cerrar la brecha entre los usuarios de pagos digitales y los que aún dependen del efectivo.
«A pesar de estos avances, existen grandes retos para implementar sistemas de pagos modernos, universales e inclusivos tanto desde la oferta como desde la demanda. Es necesaria una visión estratégica del ecosistema de pagos que promueva la entrada de nuevos actores y la innovación, la modernización tecnológica y normativa, y la generación constante de capacidades para implementarla de forma exitosa en línea con los objetivos públicos trazados por cada jurisdicción», resalta la entidad.
En resumen, mientras que algunos países latinoamericanos están avanzando hacia una era de pagos digitales, otros aún enfrentan obstáculos para adoptar plenamente esta tecnología. La colaboración entre el sector público y privado será clave para impulsar la inclusión financiera y modernizar los sistemas de pagos en toda la región.