Los corales son animales marinos que en colonias se convierten en arrecifes y forman los paisajes más coloridos y hermosos que vemos en el mar. Este ecosistema, representa solo el 1% de las costas del mundo, pero alberga el 25% de la vida marina.
Por: Catalina Escobar Pérez
Soy antioqueña, caribeña, nací en esa esquina bella a la que llaman la tierra del sol, nací en Urabá. Allí aprendí a nadar, a amar nuestros océanos, playas…me enamoré del olor único de nuestras costas, de la conexión perfecta que se siente cuando estamos sumergidos en el agua, de la sensación extraordinaria que es caminar en la arena. Ya en el Urabá chocoano, me enamoré de la vida marina que encontraba en los corales mientras careteaba y es por esto que quiero hablar de estos animales tan importantes para nuestros océanos.
Los corales son animales marinos que en colonias se convierten en arrecifes y forman los paisajes más coloridos y hermosos que vemos en el mar. Este ecosistema, representa solo el 1% de las costas del mundo, pero alberga el 25% de la vida marina.
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Es importante saber que los corales se enfrentan a amenazas que los están deteriorando y en muchos casos, matando. En Colombia, corren peligro por factores como: la contaminación, la pesca ilegal, el turismo (no amigable con el medio ambiente) y el cambio climático. Todos debemos entender la importancia que tienen para nuestro planeta, informarnos y poner un grano de arena para detener el deterioro de los corales.
Según Corales de Paz, los arrecifes de coral en las zonas costeras de Colombia, generan más de 2 millones de dólares al año por hectárea en servicios de pesca, turismo y protección costera. Esta organización también asegura que el continuo deterioro de los corales, pone en riesgo la vida de más de 5 millones de Colombianos que dependen directamente de los arrecifes de coral. Así que darle una mirada a los océanos de nuestro país, no nos caería mal.
Ahora bien, no solo importan los millones que generen al año los arrecifes de coral, este es el hogar de gran parte de las especies marinas, brinda seguridad alimentaria a los animales que allí habitan y a las poblaciones costeras y sirven como barrera de protección para las costas en temporadas de huracanes. Si, los arrecifes coralinos no son solo majestuosos, bellos, también son grandes aliados que debemos proteger.
La primera vez que leí sobre guarderías de corales, fue en 2020 cuando encontré por redes sociales a un grupo de jóvenes biólogos vallecaucanos, que tienen un proyecto en el pacífico colombiano, llamado Adopta un coral. Me llamó mucho la atención lo que hacían, así que indagué un poco sobre cómo podía adoptar un coral. El proceso era mucho más fácil y económico de lo que imaginé y me resultó una forma bonita y sencilla de contribuir con un proyecto que siento que puede generar buenos frutos.
El pasado 19 de junio, el presidente Iván Duque, anunció la siembra de un millón de fragmentos de coral en un periodo de 2 años para recuperar, rehabilitar y/o restaurar 200 hectáreas de arrecife en 12 áreas coralinas de Colombia. Este proyecto es más significativo de lo que parece porque según Fabio Arjona, director de Conservación Internacional Colombia, “nadie en el planeta había emprendido una iniciativa como esta, muy necesaria porque, de no restaurar los corales, es posible que en 2050 no contemos con ellos”.
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Me ilusiona un proyecto pequeño como Adopta un coral y me ilusiona un proyecto grande como la siembra de un millón de fragmentos de coral. La protección de nuestros recursos naturales debe ser un tema que nos interese y nos mueva a todos. Colombia es un país mágico, con una riqueza única. Necesitamos volver a concentrarnos en lo importante, pensar en cómo sumamos, seguir construyendo.
Hoy quería compartirles este tema tan bonito e importante para que ojalá se puedan cultivar más guarderías coralinas en nuestros océanos, tal vez adoptando un coral o tal vez teniendo un poco más de conciencia sobre lo que representa este ecosistema estratégico en nuestra próxima visita al mar.