“Con mis hijos no te metas…”, lástima que 6.402 madres víctimas de crímenes de Estado -gracias a la (in)Seguridad Democrática- no puedan exigir lo mismo…
Por: Wilmar Vera Zapata
Desde 1994, la Ley 115 dispone que en las instituciones educativas de Colombia se dicte una cátedra sobre sexualidad, de acuerdo con las características propias y particulares de cada grado. En un artículo sobre el tema, publicado en la edición 43 del periódico Sextante, del programa de Comunicación Social de la Universidad Católica Luis Amigó, un estudiante de la IE Federico Ozanam recalcó que la educación impartida en las aulas dista mucho de ser la ideal.
“En los grados superiores es que profundizan en estos temas de educación sexual, pero hacerlo a una edad tan avanzada es prevenirlos de algo que ya están haciendo mal”, dijo el joven. (Ver: https://issuu.com/sextantedigital.funlam/docs/edici_n_43_-_sextante).
Ahora, como palo que se atraviesa en el progreso, la banda de la tercera y cuarta letra, así como su líder y las fuerzas más reaccionarias y premodernas pretenden seguir dictar cátedra e imponer su mirada sesgada a las nuevas generaciones. Olvidan los dueños “de la verdad” que la ausencia de una educación sexual seria y preventiva genera que en Colombia se realicen miles de abortos, aunque las cifras son variables, se habla de más de 300.000 al año, con secuelas en las mujeres que terminan afectando la salud mental y reproductiva.
La aprobación de la sentencia C-055 de 2022 representa un alivio para aquellas que deciden no seguir su embarazo y terminarlo hasta la semana 24, logro a pesar de las pataletas de la “gente de bien” que aman la vida, pero aprueban la violencia.
Ahora, en lo que va del año, más de 15.000 menores de edad han sido víctimas de abusos sexuales, 23% más que en 2021, de acuerdo con Medicina Legal (https://www.radionacional.co/actualidad/judicial/cifras-de-violencia-sexual-contra-menores-en-colombia-2022) y de esa cifra 8.490 son menores de 10 años. Como si fuera poco, de acuerdo con los estudios, el espacio más inseguro no es la calle o los centros educativos, sino el entorno familiar, el hogar. Muchas de las denuncias son realizadas contra padrastros, padres, hermanos, tíos y hasta abuelos.
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Dice el líder del partido de oposición (¿?) que enseñarle a los niños, niñas y adolescentes sobre sexualidad, género y respeto a su cuerpo es “afectar lo felicidad del niño”. Desde su burbuja de supremacía moral, recuerda que esa tarea debe hacerla la familia: “dejen que el niño sea niño y que sean los padres de familia quienes tomen la iniciativa de orientarlo”.
Como si el enemigo no estuviera adentro…
Por supuesto hay que tener sus declaraciones en cuenta. No en vano, el ex presi (dente, diario) eterno, como padre y abuelo, tiene amplia experiencia en formación de valores, cariño a los vástagos y respeto a sus orientaciones y gustos sexuales. Sin duda él sabe lo que es tratar con amor a los menores, reprenderlos con afecto y aplicar el valor pedagógico parental que tiene hacer tragar el vómito regurgitado a sus hijos (Ver: https://www.las2orillas.co/el-dia-que-uribe-obligo-a-su-hijo-a-comerse-su-vomito/)
“Con mis hijos no te metas” trinaron las hordas conservadoras, alertando sobre la nueva amenaza que se cierne sobre la niñez y juventud colombiana. Rechazan la propuesta de fortalecer la educación y hablar en las aulas de sexualidad, derechos sexuales y reproductivos, así como enseñar y formar sobre la diversidad sexual, base de la libertad, autonomía y convivencia ciudadana. Para ellos, saber y ser son atentados a la inocencia.
“Con mis hijos no te metas…”, lástima que 6.402 madres víctimas de crímenes de Estado -gracias a la (in)Seguridad Democrática- no puedan exigir lo mismo…
La pelea continúa. Voces expertas en sexualidad infantil como la del expresidente y líder del Partido Conservador Andrés Pastrana, amigo y beneficiario del pedófilo Jeffrey Epstein (Ver https://www.semana.com/noticias/jeffrey-epstein-invito-a-andres-pastrana-a-un-viaje/ ) se suman al rechazo y exigen cuidar la inocencia de los menores. Él debe saber de eso…
Sería graciosa si eso no fuera grotesca la imagen.
Para finalizar, éste será un pulso más entre el progresismo gobernante y una oposición raquítica acostumbrada a mentir y a tergiversar. Los niños, niñas y adolescentes necesitan educación sexual de calidad, para fortalecer no solo el tejido social sino el sentido de amor propio, primera víctima en los abusos que se padecen. Como expresó la escritora y anarquista lituana-estadounidense, Emma Goldman, “el elemento más violento en la sociedad es la ignorancia” e ignorantes y sumisos es como les gusta mantener a la sociedad colombiana las fuerzas retrógradas, machistas y abusadoras que siempre han gobernado.