El Congreso se atreve a jugar con candela

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EDITORIAL

Es realmente irresponsable, increíble y decadente ver a decenas de congresistas legislando en beneficio propio para extender tanto su periodo como el del presidente de la República y el de altos dignatarios como el fiscal, el procurador, el contralor y los magistrados de las altas cortes.


Cuando no podríamos tener un país más polarizado, una sensación de ingobernabilidad más grande y en donde las encuestas demuestran que cada vez es más profundo el distanciamiento y la desfavorabilidad entre los ciudadanos y el Congreso con una pésima relación, en donde ha quedado claro que la imagen que tienen la mayoría de los colombianos de un congresista no es más que gana mucho dinero, que no hace nada y que goza de las mieles del poder, y que en la calle significan una camioneta blindada con un uniformado de la Policía detrás.

A pesar de que el presidente Iván Duque en los últimos días había anunciado que no estaba de acuerdo con el proyecto de ampliación de periodos actuales porque claramente es inconstitucional, proyecto que busca unificar las elecciones, un globo que se tira cada cierto tiempo y ya lo habíamos manifestado en un editorial pasado; esto solo demuestra el divorcio de la realidad que tienen los políticos colombianos con la ciudadanía. Las personas no están pensando en eso y no lo quieren, las personas solo están concentradas en cómo mantener sus empleos, sus empresas y en cómo superar la crisis económica y social que nos ha dejado la pandemia.

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Fuera de irresponsable es impresentable que los congresistas que se aprestan a aprobar una reforma tributaria en el peor momento posible, quienes se han negado numerosas veces a reducirse el sueldo o al menos a que se les congele, ni siquiera dan el debate para reducir el tamaño del Congreso de la República, que es absurdo para lo que hacen y para lo que es Colombia, hoy estén solamente pensando en su propio beneficio queriendo ampliar sus periodos.

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Es claro que esto no tiene pies y cabeza, es claro que no tendrá éxito, es claro que se va a caer por no ser sostenible y muestra un grado de indolencia e irresponsabilidad de las personas que son elegidas democráticamente. Es un llamado para todos los ciudadanos, que el próximo 13 de marzo del año 2022 acudan a las urnas a elegir congresistas, no sigan vendiendo su voto o entregándolo a cambio de una hoja de vida, de un contrato, de un bulto de cemento, de un mercado o de una teja; no lo hagan. Crean que la relación compensación por el voto termina siendo peor de lo que las personas creen y va en su detrimento.

Es el colmo que tengamos congresistas con más de cuatro periodos consecutivos, es impresentable que existan congresistas que no han presentado ni un solo proyecto de ley durante su estancia en el Congreso y hoy están buscando cómo reelegirse dictatorialmente porque saben que no tienen votos para continuar en el Congreso de la República.

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El Congreso juega con candela de una manera altamente tóxica y con absoluto descaro. Ojalá no sigan tentando a la ciudadanía, al electorado para que terminen tomando caminos populistas ante el claro despropósito de los hoy líderes políticos del país. Sepan y entiendan que la ciudadanía no quiere ese proceso.

Hacemos un llamado para que el Gobierno Nacional a través de su ministro de la política, Daniel Palacios, haga de inmediato una acción que permita claudicar ese proyecto que nunca debió nacer; este nace de oficinas políticas, burocráticas y clientelistas como lo son las oficinas de los alcaldes y gobernadores en Bogotá, concretamente de ​Gilberto Toro Giraldo, director Ejecutivo de la Federación Colombiana de Municipios.

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A propósito, vote en nuestro sondeo:

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