Empresas colombianas involucradas en las obras han expresado su descontento debido a la falta de pagos por parte del consorcio chino encargado de la construcción, generando un ambiente de incertidumbre y tensiones que podría derivar en la paralización de las actividades.
Empresas colombianas enfrentan impagos en la construcción del metro de Bogotá
Varios contratistas que participan en el desarrollo de la Línea 1 del metro han señalado que los pagos que se les adeudan superan los 150 días de retraso, lo que ha generado una fuerte inconformidad y afectado la continuidad del proyecto.
Las empresas involucradas, que tienen contratos por un valor cercano a los 2.000 millones de pesos colombianos (aproximadamente 500.000 dólares estadounidenses), han asegurado que, a pesar de sus esfuerzos por obtener respuestas claras, no han recibido ninguna solución satisfactoria.
La situación se complica aún más cuando se considera que el consorcio chino, conocido como Metro Línea 1 S.A.S., no solo ha incumplido con los pagos, sino que también ha continuado exigiendo avances en las obras y asignando nuevas tareas sin formalizar los contratos correspondientes.
Esta falta de claridad y compromiso por parte de los responsables de la obra ha generado una creciente preocupación entre los contratistas, quienes sienten que su estabilidad financiera está en riesgo.
En respuesta a la situación, los contratistas han decidido recurrir a un bufete de abogados especializado en la materia. El equipo legal ha solicitado una reunión urgente con los directivos del consorcio Metro Línea 1 S.A.S., en lo que consideran la última oportunidad para llegar a un acuerdo antes de proceder a la suspensión de los trabajos. Esta medida, que podría paralizar aún más el proyecto, sería la consecuencia de los reiterados incumplimientos financieros por parte del consorcio chino.
Avances en el Metro
A pesar de las dificultades económicas que enfrentan las empresas involucradas, la construcción de la primera línea del metro de Bogotá sigue avanzando, aunque con varios obstáculos. En la zona de la Avenida Guayacanes, a la altura de Villavicencio, se lleva a cabo la instalación de las dovelas que formarán el viaducto que sostendrá la línea del metro.
Estas estructuras en forma de “U” representan uno de los hitos más importantes del proyecto, ya que son fundamentales para la construcción del viaducto que cruzará varias de las principales arterias viales de la ciudad.
Este lunes 23 de diciembre, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y el gerente de la Empresa Metro de Bogotá (EMB), Leonidas Narváez, visitaron el frente de obra para supervisar los avances. Durante su visita, el alcalde destacó la importancia de este avance y cómo las obras continúan a pesar de los desafíos logísticos y técnicos.
“Este es un paso fundamental para el desarrollo del metro de Bogotá. Hemos tenido que realizar cierres nocturnos en la Avenida Guayacanes para mover la viga lanzadora, lo que ha permitido continuar con el viaducto. Este es el inicio del primer metro en nuestra ciudad, y estamos comprometidos con que el proyecto continúe”, expresó Galán.
No obstante, el progreso de la obra y los avances en la construcción del metro se ven empañados por los conflictos financieros que afectan a las empresas colombianas involucradas. A pesar de que se están realizando esfuerzos para continuar con la obra, los contratistas locales insisten en que la falta de pagos puede poner en peligro la viabilidad del proyecto a largo plazo.
Ante esta situación, se espera que el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, emita una declaración oficial en los próximos días para aclarar la situación y explicar las medidas que se tomarán para resolver los problemas financieros.
Se especula que la administración local podría intervenir directamente en el conflicto, buscando una solución que permita garantizar la continuidad del proyecto y, al mismo tiempo, proteger los intereses de las empresas colombianas que se han visto afectadas.
La administración capitalina, el consorcio chino y los contratistas colombianos deberán llegar a un acuerdo pronto, ya que cualquier demora adicional podría significar una paralización de las obras y mayores costos económicos para la ciudad.
La primera línea del metro de Bogotá representa un proyecto de infraestructura clave para la ciudad, con el potencial de transformar la movilidad de millones de habitantes. Sin embargo, los desafíos económicos actuales podrían poner en peligro su conclusión y poner en entredicho la viabilidad de otros proyectos similares en el futuro.
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