La controversia sobre las cifras de productividad presentadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) sigue generando debate entre empresarios, economistas y sindicatos, especialmente en el contexto de las negociaciones para el aumento del salario mínimo en Colombia para 2025. La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) y el centro de pensamiento Fedesarrollo han solicitado que se revise el modelo utilizado para medir esta variable económica, considerando que podría no reflejar con precisión la realidad del país.
Panorama general: Bruce Mac Máster, presidente de la ANDI, ha señalado que es fundamental que el DANE aclare el proceso detrás de las cifras de productividad, ya que, a diferencia de indicadores como la inflación o el Producto Interno Bruto (PIB), la productividad no es una «estadística» observable, sino un cálculo basado en un modelo económico. Este modelo, según Mac Máster, podría dar lugar a interpretaciones amplias y variadas, lo que genera incertidumbre sobre la precisión de los datos.
El dirigente gremial también expresó su preocupación por la aparente contradicción en los resultados. Señaló que el aumento de la productividad podría no tener sentido si no se observan incrementos en las inversiones en bienes de capital ni en las capacidades laborales, especialmente en un contexto de desempleo relativamente estable en los últimos meses. Según Mac Máster, el DANE debería ser más riguroso al presentar este tipo de datos y someterlos a un análisis crítico para evitar conclusiones erróneas.
Controversia por cifras de productividad: medición de la productividad en Colombia
Por qué es importante: Este debate sobre la medición de la productividad se da en un momento clave, ya que las negociaciones sobre el salario mínimo para 2025 están en pleno desarrollo. El tema central sigue siendo encontrar un equilibrio entre garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores y mantener la estabilidad económica del país, que enfrenta retos como la desaceleración económica. En este contexto, tanto los empresarios como los sindicatos están buscando puntos de acuerdo, con el objetivo de definir un aumento salarial que sea justo para los trabajadores, pero que también permita a la economía del país mantenerse en un curso sostenible.
Por su parte, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, respaldó la crítica a la medición de la productividad, subrayando que esta es una variable no observable, lo que implica que su estimación depende de una serie de supuestos y modelos que deben ser cuidadosamente revisados para alinearse con la realidad económica del país. Mejía destacó que, a diferencia de otras variables como el crecimiento económico o la inflación, la productividad laboral no surge directamente de fenómenos observables, lo que la convierte en una medida más controvertida.
Mejía también señaló que el DANE ha utilizado este modelo de medición solo desde hace tres años, por lo que su metodología aún podría mejorarse. Además, apuntó que la variable relevante para las discusiones sobre el salario mínimo no es la productividad laboral total, sino la productividad de los trabajadores formales que ganan alrededor del salario mínimo, un aspecto que Fedesarrollo llevará a la mesa técnica de negociación.
Lea también: UVT 2025 en Colombia: ¿Cómo impactará tus impuestos y obligaciones tributarias?