Luego de los buenos resultados de la Vitrina Turística de Anato en su edición 44, que tuvo más de 50 mil visitantes, un 5% más con respecto a la edición anterior, se refleja la importancia del sector para Colombia. De hecho, Colombia es el tercer país del mundo con mayor crecimiento en turismo. El número de turistas no residentes en 2024 creció un 8.5 % comparado con 2023, alcanzando la cifra de 6.7 millones de visitantes.
Este crecimiento impulsa la imagen de Colombia, activa la economía y fortalece la generación de empleo. Sin embargo, con el auge del turismo sale a relucir un tema que debe ser transversal y no ajeno a esta actividad tan importante para el país: el turismo sostenible. Colombia, con el creciente turismo masivo, debería considerar más las desventajas del turismo, pues conlleva problemas ambientales como la contaminación, el exceso de residuos mal desechados, y el deterioro de los recursos naturales, por otro lado, afecta la calidad de vida de los locales y se pueden perder sus costumbres.
Por todo lo que implica la adopción del turismo sostenible, desde lo que puede ser regulado y cambiado desde dentro, hasta la cultura que debe adoptar cada visitante, Colombia, mientras crece, debería también trabajar con la misma aceleración en la sostenibilidad del turismo. Existen países donde su principal actividad económica es el turismo, pero que han avanzado hacia la sostenibilidad. Es el caso de las partes caribeñas del Reino de los Países Bajos; Aruba y Curaçao.
Aruba por ejemplo, en su labor por preservar sus recursos naturales ha adoptado políticas que incluyen la prohibición de las bolsas plásticas en la isla, la prohibición de plásticos de un solo uso en sus playas y la prohibición de protectores solares que contienen químicos dañinos para las especies marinas y arrecifes.
Curaçao, por su parte, también aborda la sostenibilidad desde diversas estrategias, pues ha establecido parques marinos y áreas de conservación para proteger los arrecifes y la biodiversidad marina, al mismo tiempo que educa a los turistas sobre la importancia de su preservación. También han implementado el uso de energías renovables, pues una buena parte de las islas se abastece de este tipo de energía limpia. Los hoteles, como en el caso de Aruba, fomentan el uso eficiente del agua. Curaçao, también tiene planes de reducción de plásticos y reciclaje de los mismos.
En ambas islas, las consultas populares son comunes, con el fin de escuchar e incluir la opinión de los ciudadanos en los desarrollos y lograr el equilibrio indicado, debido a esto Aruba ha restringido la construcción de nuevos hoteles y ha priorizado la mejora de la infraestructura hospitalaria actual.
Colombia, con su riqueza natural y cultural, tiene todo el potencial para convertirse en un referente de turismo sostenible en la región. Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer en la implementación de políticas efectivas que equilibren el crecimiento del sector con la conservación del medioambiente y la integración de las comunidades locales en la cadena de valor turística.
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