La planta eólica de Celsia en Colombia ya es una realidad tangible. Ubicada en el corregimiento de Santa Verónica (Atlántico), el Parque Eólico Carreto avanza hacia su fase decisiva: las pruebas de generación y la posterior entrada en operación comercial.
Con 9,6 MW de capacidad instalada —producto de dos aerogeneradores de última generación que rozan los 200 metros de altura—, Carreto se convertirá en la primera central de energía eólica de Celsia, la empresa de energía del Grupo Argos que desde hace más de una década impulsa la transición energética del país.
Detalles de la planta eólica de Celsia en Colombia
La gestación de Carreto se remonta a 2012, cuando Celsia identificó el potencial de los vientos costeros del Atlántico. Sin embargo, la etapa constructiva solo pudo arrancar en abril de 2024, tras completar los permisos ambientales, los estudios de conexión con la Subestación Santa Verónica y un cronograma logístico complejo para trasladar equipos de gran porte.
Hoy el segundo aerogenerador está en montaje; una vez instalado, comenzará un riguroso período de pruebas que permitirá verificar la curva de potencia, el comportamiento de la torre de hormigón y la sincronización con el Sistema Interconectado Nacional (SIN). Solo entonces se declarará la operación comercial, prevista para los próximos meses.
Carreto destaca por incorporar dos turbinas de 4,8 MW cada una, asentadas sobre torres de hormigón de 120 metros. Al sumar el largo de las tres palas (importadas de Estados Unidos y Europa), cada aerogenerador alcanza casi 200 metros de altura y 1.500 toneladas de peso.
La elección del hormigón —en lugar del tradicional acero— constituye un hito para la ingeniería colombiana, ya que las torres fueron fabricadas y erigidas por la propia compañía, optimizando costos y adaptándose mejor a la corrosión salina del ambiente marino.
Para llevar los componentes desde Cartagena hasta la zona de obras, Celsia desplegó una de las operaciones de carga sobredimensionada más exigentes que haya transitado la ruta costera hacia Barranquilla. El traslado de las palas, consideradas la carga más larga jamás vista en esa vía, requirió vehículos especializados, apoyos de escolta y la coordinación con autoridades viales en horarios de baja afluencia. Gracias a esa logística, el parque preserva su cronograma sin sobresaltos.
Ricardo Sierra, líder de la compañía, resume la trascendencia del proyecto: «En Celsia estamos muy entusiasmados de comenzar a generar energía con viento para Colombia. Este proyecto lo empezamos a soñar y diseñar desde 2012 y logramos iniciar su construcción en abril de 2024. Ahora estamos próximos a hacer las pruebas de generación de los dos aerogeneradores».
El directivo pone a Carreto en perspectiva dentro de la estrategia corporativa: «En Celsia hemos sido abanderados y pioneros de la transición energética: en 2017 pusimos en operación la primera granja solar a gran escala construida en Colombia de 9,8 MW y ahora contamos con más de 300 MW solares a gran escala instalados, 300 en construcción y otros 800 MW en desarrollo. Estos son nuestros primeros megavatios eólicos y esperamos que sean muchos más».
¿Cuándo empezará a producir energía renovable?
Una vez completado el montaje del segundo aerogenerador y superada la fase de pruebas, el Parque Eólico Carreto inyectará 30 GWh anuales al SIN. La magnitud puede abastecer a decenas de miles de usuarios y evitar la emisión de miles de toneladas de CO₂, reforzando la diversificación de la matriz eléctrica y atenuando la dependencia de fuentes hidráulicas en épocas de sequía.
Aunque la compañía no ha fijado un día exacto para el arranque comercial, el cronograma indica que la generación iniciará antes de que concluya 2025, siempre que las pruebas confirmen el desempeño previsto.
La puesta en marcha de la planta eólica de Celsia en Colombia tiene varias lecturas estratégicas:
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Diversificación geográfica y tecnológica. Con más de 300 MW solares en operación, sumar energía eólica permite balancear la producción renovable frente a variaciones climáticas y horarios de generación.
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Impulso a la cadena de valor nacional. La construcción de torres de hormigón abre una nueva línea de negocio para proveedores locales y demuestra la capacidad del país para fabricar componentes de alto valor agregado.
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Señal para futuros proyectos. El éxito de Carreto validará estudios de recurso eólico en otras regiones costeras y de montaña, ampliando el mapa de inversiones para tecnologías de viento.
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Contribución a las metas climáticas. Aunque 9,6 MW puedan parecer modestos a escala nacional, el proyecto inaugura una curva de aprendizaje que facilitará la integración de los 800 MW eólicos y solares en desarrollo dentro del portafolio de Celsia.
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