Hoy parece más difícil conformar un gabinete que reme hacia un mismo lugar, en pro del país, un gabinete que aporte al desarrollo en infraestructura y que no permita que los proyectos se frenen por las trabas que se le impongan en el Estado Colombiano.
El presidente Gustavo Petro mencionaba, por ejemplo, en un evento en los últimos días que un gobierno como en el Estado Colombiano no es capaz de hacer una carretera, no una autopista, una carretera, en dos años y medio, en 2 años y medio o 3 años.
Hablando de la carretera que va hacia el Catatumbo. Entonces, no solamente es a los presidentes a los cuales se les imposibilita mucho gobernar
También pasa quizás en menor medida con alcaldes y gobernadores, y las personas que rechazan esta afirmación, pues dirán que no está mal, que eso está bien, que es necesario y que, pues, es que Colombia no es una monarquía en donde el mandatario dice: «Se hace y se hace». Sin chistar, sin cuestionar, sin poner trabas.
Quizás algunos modelos regionales en Colombia sí funcionan así de facto, como en el caso Barranquilla. En Barranquilla, el alcalde de turno dice: «Se hace un puente, se hace una villa y se hace». Y pues no hay a nivel local alguna oposición que pueda frenar ese proyecto.
De ahí el avance notorio y acelerado que ha tenido Barranquilla, que opera como un califato si se quiere. Y como medio de comunicación decimos: «Claro, ni más faltaba». No queremos que un presidente, un alcalde, un gobernador tenga superpoderes y que no tenga un control, que no exista un sistema de contrapeso”.
Eso sería nefasto para Colombia y más con gobiernos malos; queremos dejar eso claro, pero lo que sí quiero significar es que, en Colombia, sí se tiene que revisar y más temprano que tarde todo este entramado legal, un país lleno de abogados, un estado lleno de abogados, que han hecho una telaraña sin escapatoria, unos laberintos legales, que para nosotros lo que han terminado es entorpeciendo la función de la administración pública y por ende su ejecución.
Hay países civilizados en el mundo que no son autocracias ni tiranías ni monarquías, pues hacer un tunecito, un puente, una vía, una carretera, pues no demora, no demanda una espera de 5 años. Que qué es lo que pasa en Colombia.
En Colombia, para hacer cualquier tramo insignificante de vía de 10 km, 20 km , en Colombia tardan cinco, seis, siete años para hacer un intercambio vial; entre planeaciones, ideas, análisis, revisiones, revisiones, se demoran cinco o seis años.
Y por eso es que para los gobernantes, pues también 4 años a veces terminan siendo tan cortos. Un ejemplo es que con un año de posesionado, el gobernador de Cundinamarca, pues, anunciaba hace poco que va a construir un metrocable hacia La Escalera.
Dice él que porque, pues, hacer un túnel y ampliar la vía es muy complicado, entonces la vía fácil es hacer un metrocable, pero, pues, que él no lo va a entregar, que tampoco lo va a construir, que eso ya le tocará al otro gobernador.
Es decir, lo está diciendo un señor que lleva un año en un cargo. ¿Cómo es posible que este señor ni siquiera pueda iniciar esas obras en el último año de su gobierno?
Entonces, en Colombia las obras tardan más de lo que deberían y es una completa vergüenza, pues lo que decía el presidente Gustavo Petro, y lo peor es que le creemos. Claro, se le suma la muy mala técnica y nivel de ejecución que tienen en su gobierno, porque, pues, la mayoría de personas que tienen en puestos claves no estaban preparados para esos cargos.
Eso termina afectando mucho más, pero lo cierto es que Petro tiene razón. Hacer una carreterita hacia el Catatumbo en Colombia, pues debería ser una obra fácil, que se haga en un año y medio, 2 años, no, en Colombia eso no es posible.
Mientras tanto, uno ve en El Salvador como Nayib Bukele, recientemente, en las últimas horas, anunciaba la construcción de un nuevo aeropuerto, muy bonito, una locura, con casi tres pistas y nosotros en Colombia, bueno, en Bogotá, pues llevamos 20 años hablando de la tercera pista del Dorado y no pasa nada.
Y hemos hablado hace 15 años del nuevo aeropuerto de Cartagena y no pasa nada, en Medellín de la segunda pista del aeropuerto José María Córdoba y tampoco pasa nada.
Y así se nos va la vida de obra en obra, proyecto en proyecto, render en render, estudio en estudio, pero de ejecución, absolutamente nada.
El estado colombiano y, en general, los gobiernos locales tienen que liderar una cruzada pronta, urgente, para hacer una revisión profunda de los esquemas actuales vigentes, no solo de contratación, sino, insistimos, de ese entramado que se ha creado, pues, para no dejar gobernar rápido, para no dejar ejecutar rápido.
Ahí también influye ya como cereza del pastel lo que decía, por ejemplo, el gobernador Andrés Julián Rendón, que cuando el alcalde de Rionegro tenía mayor disponibilidad presupuestaria y mejores recursos que ahora que es gobernador.
Entonces, hay una serie de falencias que tienen que corregirse, que tienen que intervenirse, que la ciudad, las personas lo necesitan, el estado lo necesita Y que tenéis que hacerlo más pronto que tarde.
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