El plan alterno del Gobierno en caso de que la reforma tributaria no avance

Con la reforma tributaria enfrentando un escenario incierto en el Congreso, el Gobierno apuesta por un plan B que ya empezó a tomar forma.

Mientras el Gobierno Nacional se prepara para radicar su reforma tributaria, llamada por el Ejecutivo Ley de Financiamiento, en el Congreso avanza paralelamente un proyecto que podría convertirse en el plan alterno de recaudo si la propuesta oficial se hunde. Se trata del Plan de Reactivación Económica, una iniciativa que ya superó su primer debate en la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes y que esta semana espera continuar su trámite con la discusión del segundo debate.

El proyecto, promovido por congresistas de distintas bancadas, nace como una respuesta a la incertidumbre frente a la viabilidad de la reforma tributaria impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro. Y no es para menos: desde el Senado ya se anticipa que la propuesta del Ejecutivo estaría virtualmente archivada, incluso antes de iniciar su discusión formal.

Plan de Reactivación Económica: así funcionaría el plan B si la reforma tributaria se hunde

El Plan de Reactivación Económica plantea una serie de medidas orientadas a aliviar cargas tributarias, facilitar trámites y dinamizar actividades económicas estratégicas. Entre las acciones incluidas están rebajas en sanciones, intereses y multas; exenciones tributarias focalizadas; nuevas líneas de crédito; y beneficios para sectores como turismo, transporte, energías renovables e infraestructura regional.

Sin embargo, el proyecto también incluye componentes claros de recaudo. Una de las principales herramientas es la normalización tributaria, mecanismo que permite a personas naturales legalizar dinero no declarado mediante el pago de un impuesto especial. De acuerdo con el texto, quien se acoja al proceso deberá declarar el monto ante la Dian y pagar tarifas escalonadas: 10% para montos hasta $500 millones; 15% entre $500 y $1.000 millones; y 20% para cifras superiores a ese umbral.

El plan incluye además conciliaciones con pago parcial, descuentos en impuestos atrasados, amnistías destinadas a recuperar cartera acumulada y nuevas reglas permanentes en materia tributaria. Estos instrumentos, según sus defensores, podrían convertirse en un alivio fiscal de corto plazo y, al mismo tiempo, en una fuente de ingresos para compensar la eventual caída de la reforma del Gobierno.

El plan alterno del Gobierno en caso de que la reforma tributaria no avance
Foto: Redes

Entre las medidas más relevantes figura la posibilidad de que los deudores de impuestos nacionales se pongan al día pagando el impuesto principal y solo una porción reducida de intereses y sanciones. El proyecto plantea reducciones de hasta 80% para quienes paguen o acuerden el pago antes del 30 de junio de 2025. Para procesos relacionados con la UGPP, conciliaciones y correcciones de declaraciones, también se contempla una disminución proporcional en sanciones e intereses.

Asimismo, se propone modificar el artículo 240 del Estatuto Tributario para fijar la tarifa general del impuesto de renta en 30%. También se busca establecer una tasa mínima de 20% sobre la utilidad depurada, lo que permitirá ampliar la base efectiva de tributación. En paralelo, el articulado plantea ajustar gradualmente la tarifa del impoconsumo para restaurantes: 4% en 2025, 5% en 2026 y 6% a partir de 2027.

Una reforma que llega debilitada al Congreso

Mientras el Plan de Reactivación Económica avanza, la reforma tributaria del Gobierno enfrenta un panorama crítico. Aunque el ministro de Hacienda, Germán Ávila, prevé presentar esta semana la propuesta ante las Comisiones Terceras y Cuartas con la meta de recaudar $16,3 billones, la ponencia de archivo ya fue firmada por 10 senadores de distintas colectividades, incluidos el Partido Conservador, Partido de la U, Cambio Radical, el Partido Liberal y el Centro Democrático.

Esta mayoría anticipada deja a la reforma del Ejecutivo prácticamente sin margen de maniobra. Dentro del articulado que se mantiene en la propuesta del Gobierno están los impuestos a juegos de suerte y azar en línea, bebidas alcohólicas, ganancias ocasionales y vehículos híbridos. También se preservan tributos como el IVA del 19% para juegos de azar, hospedaje para no residentes, bebidas alcohólicas y vehículos híbridos. En ganancias ocasionales, el proyecto propone subir la tarifa de 20% a 30% para loterías y rifas.

¿Qué pasa si la reforma se hunde?

Si la reforma tributaria del Gobierno no pasa su primer debate, el Presupuesto General de la Nación volvería a quedar desfinanciado. En ese escenario, el Plan de Reactivación Económica podría convertirse en la vía alternativa para recuperar recursos, aunque su alcance y efectividad dependerán del apoyo político que logre consolidar en las próximas semanas.

Por ahora, el Congreso mantiene en paralelo dos caminos: uno debilitado y otro que, sin ser oficial, empieza a perfilarse como el salvavidas fiscal del año entrante.

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