El desarrollo de una red compartida entre Tigo y Movistar es un hito para el sector de las telecomunicaciones. También es una muestra de que la innovación y el afán por hacer las cosas de una forma diferente siempre serán el camino para seguir compitiendo.
‘Pensar por fuera de la caja’
Casi que a diario nos piden a los tomadores de decisiones que “pensemos por fuera de la caja”. Nos exigen que hagamos las cosas de forma diferente. Bueno, podemos poner un ejemplo desde el sector de las telecomunicaciones. En Colombia, Tigo y Movistar estamos en proceso de alcanzar el hito de tener una red compartida para el acceso móvil.
Este acuerdo, en caso de concretarse, beneficiará a los más de 35 millones de usuarios móviles de Movistar y Tigo, y permitirá a ambas compañías hacer más eficiente la operación de sus redes móviles y del espectro que utilizan, liberando recursos para ampliar la cobertura y optimizar la calidad del servicio. Eso sí, como siempre lo hacemos en Tigo, cumpliendo con todas las obligaciones regulatorias referentes al acceso, uso y explotación de dicha infraestructura.
Pero, ¿cómo llegamos a este punto? ¿Qué nos llevó a dos de las compañías más grandes del país a buscar una solución titánica para seguir siendo competitivos en medio de una coyuntura verdaderamente apremiante? Puede sonar a frase de cajón, pero las crisis nos obligan a pensar de manera diferente.
Veamos: el sector de telecomunicaciones aún está sufriendo los efectos de la pandemia del COVID. A nivel general, los datos de la economía colombiana son más que retadores: hubo un decrecimiento de -6.8 % sobre el PIB. Adicionalmente, el 2022 terminó con una de inflación alta (13,12 %), tasas elevadas (13,23 %) y una TRM que cerró en $4.816, elevando los costos de ventas y operativos de las empresas de telecomunicaciones, y desencadenando utilidades netas negativas por un monto de 2.1 billones de pesos con respecto al año anterior.
Más datos, en el período de 2016 a 2020, el mercado de las telecomunicaciones en Colombia había tenido un crecimiento promedio anual del 4 %, cuestión que cesó precisamente con el inicio de los efectos de la pandemia. De tal forma que para 2022 la tasa de crecimiento cayó en 7 puntos, lo que se suma a la reciente cifra publicada por Bancolombia, que establece una caída del 11 % en la compra de elementos de tecnología y del 8 % en el consumo de los hogares para julio de 2023.
Puedo decir con orgullo que a pesar de un panorama complejo como el que describí, Tigo ha continuado su senda creciente en inversiones, logrando mantener desde el 2019 una participación de ellas respecto a sus ingresos operativos de alrededor del 23,5 %, dos puntos por encima de Claro, quien presenta hasta 5 veces más ingresos que sus seguidores y tres puntos por encima de las recomendaciones de inversión de la OCDE para el sector.
En medio de una situación más que retadora, teníamos que buscar alternativas que realmente sacudieran el avispero. Teníamos la obligación de buscar soluciones para seguir adelante. Reitero, y esto podrá sonar a frase de charla motivacional de YouTube —pero en serio— si algo traen las crisis son las oportunidades para innovar. Quizá por necesidad. Pero también por el gusto de buscar alternativas que nunca habían sido utilizadas en nuestros mercados.
Innovar no necesariamente significa reinventar la rueda. Innovar también es sacudir el mercado implementando mejores prácticas. Y eso es, justamente, lo que estamos haciendo. La compartición de redes móviles no es una decisión al azar. La unificación de redes es una tendencia mundial. Para organismos como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Banco Mundial, iniciativas de compartición de redes, como la anunciada por Movistar y Tigo promueven la competencia, impulsan las inversiones y el despliegue. Asimismo, mejoran la calidad y la cobertura de los servicios a precios asequibles y de forma sostenible.
Los tiempos de crisis son los mejores tiempos para la innovación. En medio de una situación apremiante, proponemos un modelo disruptivo de acceso a redes móviles en Colombia. Las grandes crisis gestan los grandes cambios, eso es lo que por fin podemos definir como el verdadero ‘pensar por fuera de la caja’.
Este contenido hace parte de la octava edición de Revista 360 que cuenta con la participación de más de 70 invitados de todos los principales sectores económicos, productivos y políticos de Colombia. Ministros, líderes gremiales, líderes en áreas de la construcción, sectores bancarios, logística e infraestructura, telecomunicaciones, gobernantes regionales, analistas, economistas, entre otros.
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