Empleabilidad y crecimiento social

Por: Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores).

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Ante la crisis económica, social y medioambiental que se padece en el orden local y mundial, es necesario reivindicar la importancia del sector empresarial en el desarrollo de los países y reconocer su función social, a menudo subvalorada o ignorada, a través de la creación de empleo y generación de riqueza.

El progreso y el bienestar de una sociedad se encuentra estrechamente relacionado con el número y a la estabilidad de sus empresas. 

Es necesario señalar que aspectos como el empleo, la innovación, la sostenibilidad, la salud, el agua, el desarrollo económico, la igualdad y la participación, entre otros, son áreas en las que convergen las labores de las organizaciones privadas y de los gobiernos.

Y si bien acabar con la concentración de la riqueza es uno de los grandes desafíos para combatir la pobreza en el mundo, es necesario entender que esta no es culpa de los cientos de miles de empresas, sin importar su tamaño, que trabajan a diario en todas las naciones para generar desarrollo económico y social.

La desigualdad extrema está profundamente relacionada con las jerarquías de poder, las instituciones y la cultura, y también es fruto de decisiones políticas deliberadas que atentan contra la sociedad en general, así como contra la gran mayoría de empresarios.

Acabar las empresas nunca será sinónimo de acabar la desigualdad. Estas son las mayores creadoras de empleo a nivel nacional e internacional, y además su nacimiento, crecimiento y sostenimiento, repercuten directamente sobre el bienestar, no solo de la persona que obtiene un trabajo o lo conserva, sino sobre la totalidad de la sociedad, pues contribuye a no crecer el gasto público y genera una mayor capacidad de ingresos para los gobiernos.

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Buscar elevar la empleabilidad es una tarea que debe partir del respeto a las empresas que ya existen y de la promoción para crear un mayor número de ellas. Esta dinámica requiere de un entorno seguro desde las perspectivas institucional, social, regulatoria y medioambiental. 

Es así como la mejor política de empleo es aquella que se implementa para promover la actividad empresarial, reduciendo los procesos, impulsando la reglamentación coherente, y brindando un contexto normativo y fiscal atractivo para la inversión. 

Las políticas de empleo deben nacer del diálogo social para ser desarrolladas y dejar de ser enfocadas, en la mayoría de los casos, pensando exclusivamente en la gestión pública y obviando el punto de vista del empresariado. 

Buscar la creación de más y mejores empresas, y hacer más competitivas a las existentes, es reconocido en el mundo como un pilar fundamental en la búsqueda del desarrollo de las comunidades para afrontar los retos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por Naciones Unidas en la Agenda 2030.

Aumentar nuestra dimensión empresarial con seguridad impulsará de manera muy representativa el empleo y la riqueza en Colombia, como se ha demostrado en las economías más importantes del mundo. Esto es lo más pertinente para contribuir desde el sector privado a atender con acierto problemáticas sociales cada vez más agudas y exigentes. 

El deber de las empresas con la empleabilidad

A su vez, es deber de las empresas forjar relaciones de confianza con la sociedad y demostrar que desempeñan un papel fundamental en la búsqueda de la prosperidad. Cuando crecen, son capaces de generar ganancias para invertir en las comunidades, las ciudades y los países donde están presentes, a través de la retribución social. 

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Dichas relaciones de confianza van desde la generación de empleo digno y bien remunerado, pasando, entre otros temas, por la defensa de la inclusión y la igualdad, hasta la construcción de relaciones armoniosas que permitan un estado de reconciliación entre los miembros de la sociedad.

Resta decir que para crecer como país debemos acabar con ese falso imaginario, que nos han querido imponer algunos, de que las empresas son las culpables de la desigualdad. Entender que no existe en el mundo un solo ejemplo de un país que haya sostenido en el tiempo el bienestar de sus habitantes sin la existencia, el aporte y el crecimiento del sector privado. 

Este contenido hace parte de la octava edición de Revista 360 que cuenta con la participación de más de 70 invitados de todos los principales sectores económicos, productivos y políticos de Colombia. Ministros, líderes gremiales, líderes en áreas de la construcción, sectores bancarios, logística e infraestructura, telecomunicaciones, gobernantes regionales, analistas, economistas, entre otros.

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