Con más de 1.000 trabajadores activos y 13 frentes de obra en marcha, la construcción de la Nueva Vía al Mar Gonzalo Mejía en Santa Fe de Antioquia avanza con paso firme.
Este ambicioso proyecto de infraestructura, clave para la competitividad regional, ya ha logrado abrir 2,2 de los 2,8 kilómetros de vías a cielo abierto previstos en el sector 1 del tramo 2, cedido por el Gobierno Nacional a la Gobernación de Antioquia el 31 de diciembre de 2023.
Durante una visita técnica a la zona de obra, el gobernador Andrés Julián Rendón destacó el esfuerzo y compromiso de los equipos de ingeniería antioqueños que lideran la intervención. «Hemos avanzado con juicio y rigor. Esta es la vía que soñó y trazó Gonzalo Mejía, y la estamos haciendo realidad pese a las dificultades y limitaciones presupuestales», señaló el mandatario.
Los retos de la Nueva Vía al Mar en Antioquia
Uno de los grandes retos de este tramo es la construcción de un túnel de 1 kilómetro y un puente de 170 metros. De acuerdo con el cronograma oficial, las cimentaciones del puente comenzarán en agosto de 2025, con fecha estimada de entrega para junio de 2026. Estas obras representan un avance significativo en la mejora de la conectividad entre el centro del departamento y el Urabá antioqueño.
Hasta la fecha, la inversión ejecutada en el proyecto asciende a 122 mil millones de pesos, y para el año 2025 se prevé una inversión adicional de 150 mil millones. Las autoridades departamentales han reiterado su compromiso con la finalización del tramo, cuya entrega está proyectada para el último trimestre de 2026.
El gobernador también criticó al Gobierno Nacional por plantear una «absurda dicotomía» entre la financiación del acueducto de Urabá y la vía al mar. «Nos dijeron que no había plata, que teníamos que escoger. Pero nosotros creemos que Antioquia no debe renunciar a ninguno de sus sueños de desarrollo», afirmó.
La Nueva Vía al Mar Gonzalo Mejía es considerada una obra estratégica para Antioquia, no solo por mejorar la movilidad entre regiones clave del departamento, sino por su potencial para dinamizar la economía, el turismo y el comercio del occidente antioqueño y el Urabá. Con este proyecto, el gobierno departamental reafirma su apuesta por una infraestructura moderna, eficiente y con sello local.