Escuchar más que oír, del diálogo de la foto al acuerdo

El presidente Petro sorprendió al país con la reciente reunión celebrada en Cartagena, con quienes hasta hace poco eran atacados frecuentemente en sus discursos.

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Todo acto, iniciativa e intención de conversación es bienvenida en cualquier etapa política de un país y más importante aun cuando la Nación no atraviesa por buenos momentos. No es un secreto que la economía del país está estancada, junto con una inflación alta, un desempleo que sigue siendo alto y la informalidad que se nos hizo costumbre.

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Ideológicamente la solución a esto se para a los empresarios y al presidente Petro y su gobierno con tres reformas a cuestas como la laboral, pensional y de salud, y escasos puntos de encuentro en estos debates buscan crear un acuerdo nacional.

Un acuerdo que ha sido convocado en distintas ocasiones por los últimos presidentes, quizá a quien más recordemos sea a Juan Manuel Santos en varios intentos de convocar a una unidad del país cuando usted estaba tan polarizado el ambiente político en medio del expresidente Uribe y él.

Ahora en donde como naturalmente debería ser, el país tendría que estar por encima de los intereses particulares y que todos trabajáramos para que nos fuera bien a todos, para que se creara más empleo, más empresas,  para que la economía saliera adelante, para que exista confianza, estabilidad jurídica y física,  seguridad física y territorial, pues no cae mal el anuncio de buscar un acuerdo nacional y de iniciar algunos diálogos con personas del empresariado, pero también es cierto que estos diálogos siempre se han originado uno desde la miopía centralista, dos desde la capacidad que se tiene para delegar todo a los gremios, cuando en realidad es que pues no todos los gremios representan a todas las personas ni a todos los empresarios.

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Quizás uno de los errores más grandes del presidente Iván Duque en su momento y ahora el presidente Petro busca reuniéndose, pues con algunos de los hombres más poderosos del país algún punto de encuentro en donde ellos puedan ayudar a climatizar las relaciones con el Congreso, con los medios de comunicación que hacen parte de este grupo y desde luego que se le propicia algo de oxígeno.

El presidente Petro no atraviesa un buen momento en su gobierno, su favorabilidad es realmente baja y lo peor de todo es que se ha mostrado desconectado incluso de las bases que le dieron la victoria.

Las reuniones no pueden ser para las fotos, no pueden ser para decir que se oyen a los sectores, uno puede oír muchas cosas y no quedarse con nada, el presidente fuera de escuchar, de ser receptivo, de estar abierto a poder concebir ideas distintas a las de él, debería tratar de que los puentes que se tiendan sean realmente efectivos, conciliadores busquen concordancias y no crear más división y aislamiento del gobierno.

Es menester de todas las partes involucradas ser francos y sinceros con lo que se habla en la mesa, es una obligación que se pongan los intereses del país por encima de los particulares, acá no necesitamos componendas privadas y más allá de todo eso lo que hoy el país clama al unísono es seguridad, confianza, equilibrio y respeto.

Si el Presidente y su gobierno se enfocaran en brindar una seguridad a los ciudadanos en medio de su pasto tal que hasta hoy es un fracaso, si se enfocará en el respeto a las instituciones, a la separación de poderes que tan ambivalente es en cada decisión que les es el desfavorable sería un avance, si se enfocará en garantizar una seguridad jurídica a los inversionistas tanto locales como extranjeros, que les permita a las empresas por lo menos gozar de certidumbre y no de tener que estar re barajando sus apuestas cada tres meses porque no saben qué va a suceder.

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Y esa confianza, ese respeto que hoy el país clama, va del ciudadano al presidente y el presidente al ciudadano, está muy mal, se las familias de nuestros gobernantes sean insultadas sean atacadas, sean injuriadas, rechazamos contundentemente esto pero también los gobernantes de turno tienen que brindar un respeto genuino sincero hacia quienes piensan distinto de hechos, si hay respeto de doble vía, seguramente podremos avanzar como país en el próximo tiempo y así lo necesitamos.

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