La presidenta de Asocaña, Claudia Calero, explicó en una reciente entrevista con El País que el corredor biodiverso se establecerá a lo largo del río Cauca, generando una red de conectividad ecológica que beneficiará a la biodiversidad local. «Este corredor biodiverso es el primero en dar continuidad en el suroccidente colombiano. Abarca 6,500 hectáreas que serán protegidas y conservadas, creando un espacio lleno de árboles y ecosistemas que permitirá una mayor interconexión de la flora y fauna local», destacó Calero.
Asocaña impulsa la construcción de un corredor biodiverso en Colombia
El proyecto tendrá un impacto positivo en los departamentos de Valle, Cauca y Risaralda. Este proyecto, que incluye la protección de 13 ríos afluentes y 80 humedales, refleja el compromiso del sector con la conservación ambiental y la recuperación de ecosistemas nativos.
El proyecto no se llevará a cabo de manera aislada. La agroindustria buscará el apoyo de diversas entidades, incluyendo los ingenios azucareros, cultivadores de caña y, muy importante, las instituciones públicas. «Es fundamental trabajar con corporaciones autónomas, gobernaciones y municipios para asegurar la sostenibilidad de esta iniciativa», indicó Calero.
El corredor biodiverso atravesará 30 municipios en los departamentos de Valle, Cauca y Risaralda. Este recorrido no solo implica la siembra de árboles, sino también la creación de un sistema de mantenimiento a largo plazo. «La inversión no solo se trata de establecer el corredor, sino de garantizar su perdurabilidad», enfatizó Calero.
Para hacer realidad esta iniciativa, se planea la siembra de al menos un millón de árboles, utilizando ciencia, tecnología e innovación. En colaboración con el centro de investigación cenicaña, se ha desarrollado un piloto en la cuenca del río Amaime, que ha permitido la identificación de más de 600 especies de aves a través de técnicas acústicas.
Además, se realizará un monitoreo inicial de las especies presentes en el ecosistema, lo que permitirá evaluar la evolución de la biodiversidad a lo largo del tiempo. «Nos soñamos con la presencia constante de especies como el yaguarundí en estas áreas del suroccidente”, compartió Calero.
Viveros comunitarios y mano de obra local
La creación de viveros comunitarios será fundamental para garantizar el suministro de material vegetal nativo. «Vamos a necesitar muchas manos para llevar a cabo y mantener la siembra, así como investigadores y académicos que se unan para supervisar la salud del ecosistema», comentó Calero. Esta acción no solo fomentará la conservación, sino que también potenciará el desarrollo científico en la región.
La inversión proyectada para el corredor biodiverso puede superar los $55.000 millones, y se buscará financiamiento tanto en el sector público como privado, así como cooperación internacional. Después de dos años de trabajo en la cuenca del río Amaime, Asocaña ha logrado recopilar información valiosa que servirá como base para extender el proyecto a todo el río Cauca y sus afluentes.
Impacto en la economía local
Este corredor biodiverso no solo representa una apuesta por la conservación ambiental, sino que también tiene el potencial de impulsar la economía local. La creación de empleos, la formación de viveros y la inversión en investigación contribuirán al desarrollo sostenible de la región, beneficiando a comunidades enteras y fortaleciendo el sector agroindustrial.
La construcción del corredor biodiverso es un paso significativo hacia la sostenibilidad ambiental en el suroccidente colombiano. A medida que se avanza en la implementación de este proyecto, la agroindustria de la caña demuestra su compromiso no solo con la producción, sino también con la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales.