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Era normal, que la Corte Suprema de Justicia manifestara su indisposición y desacuerdo, respecto a la decisión que la Corte Constitucional tomase en el caso de Andrés Felipe Arias y que fuera contradictoria para los intereses de la corte. Sin embargo, lo que ha sucedido, al inmediato de conocerse esa decisión donde prácticamente el comunicado, como el video del vocero de la corte, estaba absolutamente listo para ser publicado, poniendo en evidencia que la Corte Suprema de Justicia, luego de tantos escándalos por parte de magistrados con problemas judiciales, por vender sentencias y por otra clase de delitos, no ha cambiado.
El actual caso de Felipe Arias, muestra que la Corte Suprema de Justicia continúa teniendo cierto ánimo de control y de emperadores en la justicia colombiana. No obstante, en lo que se equivoca la Corte Suprema, es en que, precisamente han dado todas las muestras para que Andrés Felipe Arias, pueda alegar y con toda razón, que esta instancia de la justicia, no está capacitada, ni mucho menos en los términos, al momento de evaluar su caso por segunda vez.
La Corte Suprema, con el comunicado que ha emitido tras conocerse la decisión de la Corte Constitucional, lo que ha hecho es re confirmarle la condena a Andrés Felipe Arias, es más, si Arias tuviese que volver a la Corte Suprema, es mejor que no lo haga, porque ya le han notificado, por activa y por pasiva, que le van a reconfirmar su condena y que no va a ver lugar, ni siquiera, a escucharle de nuevo, por más que se hayan cambiado los magistrados.
De manera que, error grave que comete la Corte Suprema al tratar de irse en contra de la jurisprudencia internacional y en contra de lo que la misma comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas, le recomendó, en el caso de Andrés Felipe Arias.
Está claro que toda persona debe gozar del derecho a segunda instancia, pero siempre y cuando existan jueces imparciales, inclusive y no menos importante, cuando un estudiante es víctima de una persecución por un profesor en cualquier claustro universitario de país y del mundo, tiene derecho a solicitar ante las autoridades de la universidad que sus exámenes tengan un segundo calificador, de manera que sería bastante injusto, que en un proceso judicial en el cual se está poniendo en peligro la libertad de una persona y todo lo que eso conlleva con salud mental, física y su familia, es un disparate no permitirlo.
Muchos estudiantes se han podido graduar gracias a segundos calificadores, muchos han logrado ganar sus asignaturas y no tener que repetirlas, pues sus exámenes han sido considerados por otros docentes, quienes sin malicias y sin vagas intenciones han evaluado con total objetividad los procesos que presenta el estudiante, y les han dado por ganada dicha instancia. De manera que uno espera que el tribunal que juzgue de nuevo a Andrés Felipe Arias, sea objetivo y sea simplemente una instancia donde se le permita a las victimas ser escuchadas, al acusado que se pueda defender y evidentemente que se evalué todo el material probatorio y que la defensa pueda aportar sus pruebas.
De manera que si la Corte Suprema esta tan clara y tan tranquila con la decisión que tomó frente al caso Arias, de condenarle a 17 años, como nunca había pasado con nadie, ni siquiera con paramilitares y su aliados que arrasaron con poblaciones, o como nunca ha pasado con quienes se han aliado con la Farc. Pues deberían de estar tranquilos y en virtud de esa decisión, que fue basada en derecho, no habría como controvertirlos.